Una de las películas que más ha llamado la atención en los últimos meses es Perfect Days del aclamado director Wim Wenders. La cinta nominada al Óscar por Mejor Película Internacional es en pocas palabras hermosa y conmoverá. Cualquiera que decida darle una oportunidad pensará lo mismo.
En esta cinta, el director cuenta una historia sencilla y parece honrar a su estilo acomodándolo en tierras niponas. La película, en ese aspecto, recuerda al cine de Akira Kurosawa o Yasujirô Ozu, y su producción lo refuerza. También encontramos a un elenco entregado acompañado de una banda sonora espectacular.
El legado de Wim Wenders
Wim Wenders es un director de cine alemán. Es reconocido por su estilo visual distintivo y su enfoque en temas existenciales. Nacido en 1945, Wenders inició su trayectoria en la década de 1970, ganando rápidamente renombre internacional con películas Paris, Texas y Wings of Desire. Su habilidad para plasmar la belleza y la melancolía de los paisajes urbanos y naturales lo consagra como un maestro del cine poético.
Además de su labor en la dirección cinematográfica, Wenders se ha aventurado en la fotografía y la escritura, por medio de estas disciplinas ha enriqueciendo su perspectiva artística y explorado nuevas formas de expresión. Su afinidad por la música se manifiesta en muchas de sus películas, donde la banda sonora desempeña un papel crucial en la narrativa y la atmósfera, agregando capas de profundidad a sus creaciones.
A lo largo de su carrera, el cineasta ha sido galardonado con numerosos premios y reconocimientos. Entre ellos encontramos al Festival de Cine de Cannes y una destacada nominación al premio de la Academia por su obra Buena Vista Social Club. Su influencia en el cine contemporáneo es innegable, y su legado perdura como una fuente constante de inspiración para las nuevas generaciones de directores.
La tormenta perfecta
En la filmografía de Wim Wenders encontramos fuerte inspiración del cine japonés, especialmente del director Yasujirô Ozu. Perfect Days no solo es la oportunidad de Wnders de plasmar sus ideas, sino a mi parecer también busca honrar al japonés, ya que son directores de cine cuyos estilos, aunque diferentes, comparten una profunda sensibilidad hacia la humanidad y una habilidad para encontrar la belleza en lo común.
Por un lado, Ozu, se caracteriza por su estilo minimalista y reflexivo, centrado en la vida diaria de la clase trabajadora japonesa y temas como la familia y la tradición. Su enfoque en composiciones estáticas y planos bajos, conocidos como tatami shot, transmite una sensación de calma y sus historias se desarrollan a través de conversaciones íntimas y gestos sutiles.
Por otro lado, Wenders, es conocido por su estilo visualmente expresivo y su exploración de temas como la alienación y la búsqueda de identidad. En esta cinta encontramos no solo un homenaje a la cinematografía de Yasujirô, sino también un ejercicio de dirección sublime en el que combina ambos estilos sin perder la identidad.
Las canciones perfectas para los días perfectos.
En Perfect Days, la banda sonora es un pilar de la experiencia cinematográfica. Dentro del soundtrack encontramos piezas variadas pero muy bien seleccionadas.
Durante la cinta vemos al personaje principal madrugar o poner cintas de casete con canciones inspiradoras. Entre las canciones podemos escuchar House of the rising sun de The Animals, Brown eyed girl de Van Morrison, Feeling good de Nina Simone, entre otras.
Cada canción simboliza una faceta de nuestro personaje que avanza, junto con la cinta de cada casete, podemos ver las dudas y comodidades del personaje.
Los días perfectos
Perfect Days se planta como la favorita de muchos para ganar el Óscar a Mejor Película Internacional, compitiendo por la estatuilla con Yo, capitán, La sociedad de la nieve y The Zone of Interest.
Es una película tranquila e inspiradora que encuentra la belleza de la vida en lo más común. Tal vez no sea para todos pero si le das la oportunidad de maravillarte tal vez tú también encuentres tus días perfectos