Rammstein es de las bandas de metal más populares del mundo y sus conciertos son reconocidos como de los mejores. Después de una pandemia de espera, el Foro Sol recibió en tierras mexicanas a los alemanes y sirvió de espacio para noches de disfrute y energía con elevados decibeles.

Teniendo más de 25 años en la industria y más de 50 millones de copias en todo el mundo, son un caso excepcional en su género. El impacto masivo de su música, su estilo marcado y distintivo (que viene de influencias locales) y canciones con letra en alemán, los convierten en un fenómeno único.

Las noches del 1, 2 y 4 de octubre estuvieron marcadas por una columna inmensa con dos torres al centro del escenario, algunos estallidos (literales) en el clímax y seis torretas de fuego se encendían con el ritmo de la canción. El sonido impecable permitía (como en pocas ocasiones) que el estruendo de los instrumentos pudiera distinguirse sin perder volumen o potencia.

¿Y el setlist?

Sus grandes éxitos estuvieron presentes, “Du hast”, “Sonne” y “Do riechst so gut” sonaron increíble. Momentos que rozaron con lo cirquense, pirotecnia, retos con lanzallamas y hasta un medley electrónico para bailar integraron un verdadero show.

Para cerrar el concierto, tuvieron tres encores, en los que tocaron algunas de sus canciones más antiguas y gustos culposos del público mexicano. Se abrió un espacio mágico en otro escenario entre la gente para tocar una versión en piano de Engel y regresar al escenario entre las masas que los movieron en balsas de aire.

Sin dudarlo, se trata de una de las bandas más espectaculares de ver en vivo. Ofreciendo una experiencia única en su tipo con producciones de talla mundial donde no se escatima en nada para ofrecer a sus fans más de lo que se imaginan. Esperamos que los alemanes vuelvan pronto a México.