En pleno siglo XXI, ¿crees que la Iglesia es misoginia y machista? Descubre aquí qué opina una mujer que dedica su vida a Cristo.
Con el Día Internacional de la Mujer pronto a ser conmemorado, tuvimos la oportunidad de entrevistar a Cristina González, quien ha dedicado los últimos 18 años de su vida a ser numeraria del Opus Dei. Ella estudió la Licenciatura en Relaciones Internacionales y tiene una maestría en Gobierno y Políticas Públicas, por lo que su visión sobre distintos temas no se limita únicamente a la experiencia propia, sino que cuenta con varios referentes globales. Por tal motivo, le hicimos diversas preguntas acerca del rol de la mujer dentro de la Iglesia, y sus respuestas te las compartimos a continuación.
Conoce la perspectiva que tiene Cristina González sobre el papel de la mujer a lo largo de la historia de la Iglesia y en tiempos actuales
En varios pasajes bíblicos los hombres suelen ser protagonistas, desde los patriarcas hasta los apóstoles. Sin embargo, ¿de qué mujeres de la Biblia crees que se puede aprender actualmente?
Respuesta: ¡De muchísimas! Me parece que todas las mujeres de la Biblia hicieron historia en muchos sentidos. Para mí, son más cercanas las mujeres de los Evangelios porque leo con más frecuencia sus historias. Concretamente pienso en cuatro mujeres:
- María, hermana de Martha y de Lázaro, porque supo priorizar lo importante sobre lo pasajero, estar con Jesús más que limpiar y servir en la casa. Saber estar con quienes tenemos cerca es un gran reto hoy.
- María Magdalena porque su vida no fue perfecta, tuvo muchos fracasos y fuertes, sufría, era rechazada, pero cuando descubrió la forma de vida que realmente vale la pena vivir, se decidió, tomó acción, pidió ayuda y cambió radicalmente lo que tenía que cambiar para ser feliz, siempre teniendo en cuenta su historia pasada, sus errores, sus límites. Hoy nos cuesta creer que la vulnerabilidad es compatible con la convicción de ser mejor persona.
- Verónica: a ella le agradezco enormemente su “imprudencia” por salir de lo establecido, por romper barreras e ir a limpiar el rostro de Jesus en pleno calvario; gracias a ella toda la humanidad conoce cómo eran las facciones de Dios hecho hombre. Qué necesario es hoy salir de la zona de confort, tener una mentalidad crítica de nuestro entorno y saber decidirnos y lanzarnos por proyectos que trascienden.
- Finalmente, de María, la madre de Jesús se aprende a escuchar sin prejuicios y dialogar. María escuchó el plan de Dios, en silencio reflexionó, no lo entendió, preguntó, pidió más datos, se aclaró, lo aceptó y puso todo de su parte para llevarlo a cabo. Un desafío actual es escuchar sin cancelar, estar abiertos a entender el punto de vista ajeno sin etiquetar.
A partir de la respuesta anterior, se puede entender que la presencia femenina fue relevante durante la vida pública de Jesús (y desde antes, con María). Pero en la actualidad, ¿crees que la mujer tiene un papel destacado dentro de la Iglesia?, ¿cuál es este papel?
R: Sí, lo ha tenido desde el principio. La mujer más importante en la Iglesia, es María, la madre de Jesús: por ella fue posible la salvación humana y por su decisión libre y entregada, Dios se hizo hombre, instituyó la Iglesia y cambió el rumbo de la historia. La mujer tiene un gran papel en la Iglesia: por un lado hacer vida el ideal cristiano en los lugares más ordinarios de la vida familiar, profesional, académica y cultural, y por otro aportar una perspectiva femenina, integral (distinta y complementaria) a los problemas sociales, políticos y eclesiales.
Entonces, ¿es válido decir que el hombre tiene un rol más protagónico dentro de la Iglesia que la mujer?, ¿por qué?
R: Si piensas que ser más protagonista es tener un cargo dentro de la jerarquía de la Iglesia y participar en la estructura de toma de decisiones, podría ser válido. Y en esta línea, los últimos tres papas han hecho esfuerzos concretos por lograr que la voz de la mujer esté presente en los grandes temas y proyectos eclesiales, Francisco ha hablado de una necesidad de «desmasculinizar» a la Iglesia, tanto a nivel Roma como a nivel de cada diócesis.
Sin embargo, esta puede ser una visión limitada. La Iglesia somos todos los bautizados, la mayoría católicos de “a pie”, sin cargos o posiciones dentro de la jerarquía. Todos somos igualmente católicos, parte de la Iglesia con derechos y deberes muy concretos. Por lo que el protagonismo que puede tener una mujer en la Iglesia es mucho más amplio que subir de puesto, tener gente a tu cargo o ser sacerdote: es tomarse en serio su fe en su vida diaria, mejorar su entorno, aportar soluciones con ese mindset femenino e integrador a los problemas. Además el cristianismo siempre ha propuesto una verdadera igualdad entre hombre y mujer, ambos creados en igual dignidad y sujetos de los mismos derechos y deberes por el bautismo.
¿Se podría decir que la Iglesia limita las funciones de la mujer a la maternidad?, ¿por qué?
R: En mi experiencia, al contrario, la visión cristiana de la mujer es amplia, completa, liberadora. Tal vez el error es pensar que la maternidad limita otras funciones, cuando en realidad las completa y las hace auténticas.
¿Por qué se cree que la maternidad es un rasgo fundamental para la mujer?, ¿qué pasa con las mujeres que no quieren/pueden ser mamás?
R: Más que una creencia, es una realidad. La genética y la anatomía de la mujer muestran evidencias de una función de maternidad, siempre en colaboración con el hombre. Se lleve a cabo o no, nuestro ADN tiene ese rasgo. Y todas las características que tenemos como personas, nos afectan de forma integral, no sólo fisiológicamente; por lo que tienen efectos en nuestro modo de pensar, de sentir, de relacionarnos, etc. Por lo tanto, como mujer puedes no querer tener hijos o no poder formar una familia, pero la forma de pensar, la visión integral del mundo, la manera en cómo solucionamos los problemas o llegamos a objetivos, la capacidad de generar vínculos en nuestro entorno tiene esa huella amplia y trascendente de maternidad, que va más allá de roles o funciones socio/políticas y está lejos de una función sumisa y silenciosa.
Finalmente, ¿de qué manera puede colaborar la mujer dentro de la Iglesia?
R: Una mujer bautizada, está tan dentro como el papa y los sacerdotes. Todos tenemos la misma responsabilidad de hacer la Iglesia. Las funciones y el modo de servir dentro de ella pueden cambiar de acuerdo a tu disponibilidad, circunstancias o vocación.
La mejor forma de colaborar como mujer dentro de la Iglesia es viviendo a conciencia tu fe: conocer, vivir y enseñar lo que crees; tener siempre un profundo sentido de pertenencia a esta gran familia; y poner tus talentos, capacidades y perspectiva femenina a su servicio y de la sociedad en tus circunstancias concretas.
¿Qué se puede concluir sobre la relación entre la mujer y la Iglesia?
A partir de aquello que comparte Cristina González, se puede decir que la Iglesia busca la plenitud y salvación de todos los bautizados, cada uno a través de una vocación particular y el plan que Dios ha trazado de manera específica e individual. Este estado no se busca exclusivamente para la eternidad, sino que desde la tierra las personas han sido invitadas a vivir conforme a las actividades que las harán sentir completas.
Por tal motivo, se puede concluir que la Iglesia, a lo largo de la historia, ha buscado encaminar a la mujer hacia aquello que le brindará plenitud, sin limitar sus verdaderos deseos y anhelos, pues estos deberían de facilitar la relación entre ella y Dios, a pesar de que se lleven a la práctica de distintas maneras.
Finalmente, para cerrar esta nota, te invitamos a ver el siguiente video, en el que Joseph Ratzinger (Benedicto XVI) responde la pregunta: ¿Qué piensa de las mujeres en la Iglesia?
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