El pasado jueves 29 de septiembre, La Gusana Ciega hizo su regreso al Pepsi Center en lo que fue uno de sus conciertos más grandes desde que comenzó la pandemia. Más de seis mil almas se dieron cita para ver el regreso de la banda mexicana.
Este concierto fue dedicado a todos aquellos aficionados de este grupo de rock legendario que desafortunadamente perdieron la vida durante la pandemia y que no pudieron estar presentes.
¿Quién le abrió a La Gusana Ciega?
Antes de escuchar a La Gusana Ciega, el grupo en ascenso Molinette Cinema tuvo su momento de brillar en el escenario con alrededor de una hora de concierto.
Este grupo de indie rock tiene muchas similitudes con otras bandas como Enjambre, Zoé y Little Jesus. Utilizan sintetizadores, los cuales no fueron tocados en vivo, que dan una vibe muy relajada. Las guitarras son muy agudas y tienen un estilo funky que te hace bailar al ritmo de la música, pero al final del día tienen un acto que puede llegar a caer en lo genérico.
Lo más destacado de Molinette Cinema fue sin duda su vocalista. Tiene una voz grave y andrógina que entona perfecto en todo momento. No hubo errores de su parte en ninguna canción. Lo único que afectó esta presentación fue el nulo interés del público en esta banda en crecimiento. Incluso hubo gritos de gente pidiendo que dejaran de tocar.
¿Cómo fue el montaje?
Además de las cuatro pantallas que siempre se ven en el Pepsi Center, La Gusana Ciega presentó una gran pantalla que mostraba animaciones que encajaban con la canción que se tocaba y un show de luces espectacular que cambiaba de color dependiendo de la canción que fuera tocada. Por ejemplo: las canciones del álbum Borregos en la Niebla usualmente iban acompañadas de una iluminación rosada.
En el preámbulo del concierto, la gran pantalla mostró un reloj gigante que parecía estar esperando a que dieran las 10:21 (título de su último álbum), pero esto no sucedió y la banda salió a tocar de forma aleatoria después de un alargado periodo de tiempo.
En el escenario podíamos apreciar la batería acomodada sobre una plataforma para que la gente la pudiera ver claramente, al lado de un montón de guitarras tanto eléctricas como acústicas.
El recinto también le da al espectador una gran experiencia. Aunque en la zona general no tienes dónde sentarte, puedes ver el concierto claramente casi desde cualquier parte.
¿Cómo suena La Gusana Ciega en vivo?
Como era de esperarse, la primera canción que sonó en este evento fue Dulce y Amargo, la cual abre 1021. En general todo ese último álbum tiene elementos muy electrónicos que pueden hacer al público dudar sobre cómo suena en directo. La realidad es que no suena igual y los efectos electrónicos no tienen tanta presencia en vivo. La banda se enfoca en que sus propios instrumentos resuenen y que disfrutes de música de calidad aunque no suene igual a las versiones de estudio.
Una de las formas en la que te puedes dar cuenta de la calidad de una banda es a través de su setlist. La Gusana Ciega se puede dar el lujo de tocar dos canciones tan populares como Celofán y No Puedo Verte (en versión extendida) casi al principio del concierto. Estas dos canciones fueron de los primeros éxitos de La Gusana a finales de los años 90’s, cuando la banda tocaba puro rock. Aquí se puede apreciar una guitarra eléctrica distorsionada y una batería ruidosa que hizo al Pepsi Center temblar.
A mitad del concierto tuvimos dos invitadas. La primera, Madame Récamier, para cantar Pasiflorine, la cual puso a varios a derramar lágrimas con su letra romántica y dos voces que quieren llorar junto con el público. Después tuvimos a Liah Alonso para cantar Se Nos Rompió y Yes Sir, I Can Boogie (cover de Baccara), más un cover de Billie Jean de Michael Jackson con Daniel Gutiérrez alcanzando las notas del rey del pop.
Sean los antiguos éxitos de la banda o sus producciones más nuevas, en todo momento vemos una entrega total que se transmite en forma de música. La Gusana Ciega presenta un concierto impecable que te asegura una experiencia musical inolvidable.
Dos generaciones se unen en el Pepsi Center
En este concierto vimos a dos generaciones convivir. Estaban aquellos que iban por la nostalgia, que escucharon a La Gusana Ciega en sus años dorados y que fueron a revivir esos recuerdos. Mientras que, por otro lado, estaban los nuevos fans, los que prefieren Borregos en la Niebla y 1021 sobre Super Bee y Correspondencia Interna.
Independientemente del grupo al que pertenecieras, en todo momento el Pepsi Center estuvo cantando a todo pulmón. Incluso si no te sabías la canción, la voz de Daniel Gutiérrez era tan clara que fácilmente podías unirte y comenzar a cantar a media pieza.
Sin duda sus canciones de antaño como Giroscopio, Tornasol y No Me Tientes fueron las más disfrutadas por el Pepsi Center. Aunque sus producciones más nuevas como San Miguel, 1987 y Tú Volverás también recibieron buenas reacciones.
Con este concierto queda demostrado que La Gusana Ciega, a pesar de ser una banda con una larga trayectoria y que sus mayores éxitos fueron lanzados hace un tiempo, sigue más viva que nunca. Esta legendaria banda seguirá dando presentaciones. Incluso cerraron anunciando un regreso al Pepsi Center para mayo del año entrante, el cual no nos perderemos por nada del mundo.
