Es muy interesante como Jason Blum, desde que fundó Blumhouse, no ha hecho más que fascinarnos y perturbarnos con sus películas. Ya sea a través de espíritus chocarreros, psicópatas o muñecos poseídos, este estudio nos mantiene al borde del asiento con todas sus producciones.

La semana pasada llegó a nosotros Imaginario, la más reciente cinta del estudio en colaboración con Lionsgate. Una vez más, el horror se hace presente en donde menos lo esperamos: la infancia y la imaginación. ¿Cumplió con su cometido?

Chauncey, el amigo de todos los niños

Imagen recuperada vía IMBD

La cinta nos introduce a la familia de Jessica, interpretada por DeWanda Wise, una escritora de libros infantiles que se encuentra en medio de una mudanza de regreso a su casa de la infancia. No pasa mucho desde su llegada para que acontecimientos extraños comiencen a pasar, pues la niña pequeña de la familia ha comenzado a jugar con un nuevo amigo imaginario.

La historia es divertida y muy entretenida. Los sustos funcionan ocasionalmente, pero después de Five Nights at Freddy’s, Night Swim y M3gan, pareciera que la calidad de la entrega ha disminuido.

Los elementos de terror son básicos y predecibles, pero el verdadero valor recae en el espectador, ya que uno decide hasta qué punto se quiere creer lo que está pasando en pantalla. Nosotros decidimos si reír o tomarnos en serio la cinta, y ahí está la genialidad de la película. ¿Acaso un oso de peluche te puede asustar?

El miedo viene de la imaginación

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El filme maneja un concepto interesante: un amigo imaginario malvado. En papel, la idea suena genuinamente aterradora, un ente al que solo puede ver una persona y que busca hacerle daño a alguien que te importa. Al analizar el concepto, nos preguntamos: ¿cómo es que no se había hecho antes? La respuesta está en la dirección de arte.

Imaginario tiene una falla de tono debido a que cae demasiado en lo infantil y se olvida de dar miedo. Por un momento, es como si estuviéramos viendo una versión de Coraline» o Sharkboy & Lavagirl, en donde la imaginación y las realidades alternas coexisten y tienen un impacto real.

Al final del día, lo que sucede en pantalla es lo suficientemente atractivo como para hacernos olvidar de lo que está pasando, incluso a pesar de los huecos argumentales que presenta el guion. Con todo y sus errores, el largometraje logra que salgas de la sala de cine con una sonrisa en la boca.

La psicóloga detrás de Chauncey

Imagen recuperada vía IMBD

En la cinta hay una escena por la cual personalmente recomendaría darle genuinamente la oportunidad e involucra a una doctora y lo que pareciera el giro de tuerca mejor construido en una película de horror desde ese “veo gente muerta”, pero ¿qué opinan los psicólogos de los amigos imaginarios?

En general, reconocen que la presencia de amigos imaginarios es una parte normal del desarrollo infantil y puede ser una forma de expresión creativa y de manejar emociones. Los amigos imaginarios pueden proporcionar compañía, consuelo y un medio para explorar situaciones sociales y emocionales.

Sin embargo, los psicólogos también señalan que, en algunos casos, la presencia persistente de amigos imaginarios en la infancia o más allá puede ser un indicador de problemas subyacentes, como la soledad, la ansiedad o dificultades para relacionarse con los demás. En tales casos, es importante que los padres y tutores presten atención y busquen orientación profesional si están preocupados por el desarrollo emocional de su hijo.

En resumen, mientras tener amigos imaginarios es común y a menudo inofensivo, los psicólogos reconocen la importancia de observar el contexto y la duración de esta conducta para determinar si es parte del desarrollo normal o si puede indicar un problema subyacente que necesita ser abordado.

Usando la imaginación

En conclusión, Imaginario nos sumerge en un mundo donde la línea entre la imaginación y la realidad se desdibuja, presentando un concepto interesante que, aunque no alcanza su máximo potencial, ofrece momentos de entretenimiento y reflexión.

A pesar de sus defectos, la película cautiva al espectador, recordándonos la importancia de la imaginación y explorando los límites de nuestros miedos más profundos. Si bien los sustos pueden resultar predecibles y los elementos de terror básicos, nos invita a cuestionar nuestra percepción de lo que es real y nos deja con una sonrisa en el rostro al salir de la sala de cine. Además, la escena que involucra a la doctora ofrece un giro intrigante y bien construido que añade una capa adicional de profundidad a la trama.

En última instancia, este largometraje nos recuerda que, aunque los amigos imaginarios pueden ser una parte normal del desarrollo infantil, es importante estar atentos a las señales de que podrían estar indicando problemas que requieren atención profesional.