La guerra comercial de los aranceles a la tecnología nuclear. El gobierno de los Estados Unidos ha anunciado que mayores restricciones vendrán para China y, en esta ocasión, el golpe ha sido hacia la tecnología nuclear civil por sospechas de un mal uso de ella.
Estas medidas se unen a un impulso creciente de Estados Unidos para presionar a China. Antes de esta acción, la administración del presidente Donald Trump aplicó aranceles a 250 mil millones de dólares en bienes del poder asiático.
«Estados Unidos no puede ignorar las implicaciones para la seguridad nacional de los esfuerzos de China para obtener tecnología nuclear fuera de los procesos establecidos de cooperación nuclear civil entre Estados Unidos y China», dijo el secretario de Energía, Rick Perry, en un comunicado.
En particular, el Departamento de Energía dijo que habrá una presunción de negación para las nuevas licencias relacionadas con la Corporación de Energía Nuclear General de China.
La compañía fue acusada el año pasado, junto con un ciudadano estadounidense naturalizado, de conspirar para desarrollar material nuclear sensible con conocimientos estadounidense sin pasar por el proceso de aprobación requerido.
«Durante décadas, China ha mantenido una estrategia concertada, administrada por el gobierno central, para adquirir tecnología nuclear para obtener ventajas económicas», dijo un funcionario estadounidense bajo condición de anonimato.
El servidor reconoció que China, que está compitiendo por expandir la capacidad de energía limpia, sigue siendo importante como mercado de exportación nuclear. Por ello mismo, Estados Unidos ya revisa cuidadosamente las exportaciones nucleares a través de las denominadas autorizaciones de la Parte 810 del Departamento de Energía, la cual verifica si la tecnología tiene un uso pacífico y no se envía a un tercer país.
«El esfuerzo concertado de China para emular y desplazar los productos nucleares de Estados Unidos podría causar la pérdida permanente de los mercados globales y los empleos domésticos a largo plazo», enfantizó el empleado público anónimo.
El expresidente Barack Obama aprobó en 2015 una extensión de la cooperación nuclear entre Estados Unidos y China, sin embargo, las relaciones entre las dos economías más grandes del mundo se han agriado ya que, Trump prometió infligir un dolor económico a China si no cede en este conflicto.