Con la llegada de la primavera se nos presenta una oportunidad para recordar aquello que nos enseña el Génesis y la narración que hace la Biblia sobre la Creación.

El pasado martes 19 nuestra Casa Común, le dio la bienvenida a la primavera, a pesar de que su calor había llegado mucho antes. Hoy en día, al hablar de la tierra y la naturaleza es inevitable pensar en el daño que ha sufrido en los tiempos más recientes. Es por tal motivo que cada vez con más insistencia se nos invita a cuidar de nuestro planeta. Sin embargo, este llamado al cuidado del ecosistema no es algo nuevo, sino que la especie humana ha sido designada su protectora desde el Génesis.

¿Qué es la Casa Común?

La Casa Común
Imagen recuperada vía Architectural Digest México y Latinoamérica

El término “Casa Común” hace referencia al planeta tierra, en el que coexisten miles de especies. Es llamada así debido a que es el espacio que sustenta la relación que surge entre los distintos seres, e incluso lo no vivo que permite la vida, como el agua y oxígeno.

¿Qué representa la Creación para el cristiano?

La Casa Común
Imagen recuperada vía BBVA

Nuestra Casa Común no es únicamente el lugar en el que habitamos porque así lo ha estipulado Dios, sino que la misma Creación es una revelación del Ser Divino. Aquello revelado se puede dividir en tres puntos:

  1. En primer lugar, la Creación revela la existencia de un Ser Creador, pues todo lo que nos rodea remite a un origen distinto del cosmos, es decir, la creación no se originó por sí misma.
  2. Por otro lado, la revelación, a través de la Creación, permite comprender que todo está sujeto a un tiempo. Esto mismo se puede notar en las Sagradas Escrituras, pues el Génesis narra que hubo un día destinado para la formación de cada elemento que da por resultado la naturaleza.
  3. Finalmente, la Creación tiene un sello o huella divina, la cual es perfecta y bella, lo cual revela la existencia de una divinidad originante.

¿Qué nos enseña el Génesis sobre el Universo?

La Casa Común
Imagen recuperada vía National Geographic en Español

A través del pasaje de la Creación en la Biblia, podemos entender el universo considerando tres posturas, complementarias, pero distintas en sí mismas.

El universo conocido

Las ciencias y avances tecnológicos nos permiten conocer a mayor profundidad todo aquello que nos rodea, pero, ¿qué se ha concluido del estudio de los cosmos y de la tierra? La existencia de un ser que está detrás de todo, el cual se puede entender como el Dios escondido. Puesto que todo lo creado es manifestación de tal divinidad, la plenitud de la Creación se encuentra en Dios. 

Finalmente, la Casa Común también permite entender la ley natural intrínseca grabada en el ser de toda la creación, la cual brinda orden. Dicha armonía se nos fue dada e implica la existencia de ritmos, ciclos, interconexiones entre las especies y jerarquía en la perfección de ser.

El universo creado

La creación del universo tiene como característica central la manifestación de perfección, gratuidad y bondad. Es decir, los cosmos han sido ordenados para que el ser humano pueda gozar gratuitamente de la Casa Común. Todo esto supone la existencia de un plan intrínseco, pues la creación posee un propósito final.

El universo constituido

La presencia de múltiples especies coexistiendo dentro de la Casa Común es símbolo de unión. Tal relación de seres es una representación plasmada de la comunión que se encuentra entre las personas de la Santísima Trinidad. Siendo seres diferentes, tienen diferente cooperatividad, y nosotros también debemos participar dentro de tal carácter de cooperación.

Entonces, ¿cómo debe ser la relación entre el ser humano y la Casa Común?

La Casa Común
Imagen recuperada vía Ministerio del Medio Ambiente

Aquello entendido del universo conocido, creado y constituido permite conocer la revelación que supone la Creación sobre la existencia del Ser Divino. Derivado de ese conocimiento, se puede concluir que la Casa Común es una manifestación de Dios, lo que permite establecer de una manera clara cómo se debe de comportar el ser humano con ella. 

Podemos considerar la siguiente situación para ejemplificar cómo estamos llamados a comportarnos con la naturaleza: si supieras que tu papá o mamá ha diseñado y construido tu casa con dedicación, esmero y amor, probablemente buscarías respetar tal trabajo, pues posee cierta esencia de su creador, ¿no? Lo mismo ocurre con nuestra Casa Común, estamos llamados no sólo a cuidarla, sino también a entender a la Creación como un escenario en el que los seres humanos, en comunidad, vivan y realicen una historia de amor y plenitud.