Llega la segunda entrega de Dune y uno de los temas centrales son las profecías y el Mesías. ¿Cómo se puede sentir un cristiano ante esto?
El pasado 29 de febrero se estrenó en cines la segunda entrega de Dune, una cinta de ciencia ficción que cuenta con un amplio elenco de estrellas de Hollywood: Timothée Chalamet, Zendaya, Austin Butler, Florence Pugh, entre otras. La inspiración detrás de ambas películas, la primera y segunda parte, es la saga de libros homónima, escrita por Frank Herbert, publicada originalmente en 1965.
Dentro de la saga de libros y las películas, un tema central es la presencia de una figura que se puede interpretar como un Mesías, el cual desencadena los acontecimientos de Dune: Parte Dos. Sin embargo, esta historia no es la única ficción que trata esta idea. Por el contrario, varios creativos se han preguntado qué pasaría si una persona estuviera predestinada a salvar o destruir el mundo. Algunos ejemplos Harry Potter, El Señor de los Anillos y El Hobbit, e incluso, Matrix.
¿Qué sucede en Dune: Parte Uno y Parte Dos?
La primera parte, estrenada en 2021, introduce la relación que tienen las Grandes Casas entre sí y con los distintos planetas. Un planeta particularmente interesante es Arrakis, en donde se obtiene “la especia”, un recurso natural sumamente importante para el Imperio. Igualmente, se presenta a Paul Atreides y las distintas profecías que se tienen sobre un mesías que liberará a los Freman, habitantes de Arrakis.
Explorará el viaje mítico de Paul Atreides mientras se une con Chani y los Fremen mientras está en un camino de venganza contra los conspiradores que destruyeron a su familia».
Sinopsis de la película en Cinepólis.
Frank Herbert, escritor de Dune
Frank Herbert empezó a escribir ciencia ficción en 1950, pero sus historias también consideraban la sociología, psicología, religión y ramas específicas de la ciencia, como el estudio de las dunas. Al mezclar todos estos temas se dio como resultado su novela, Dune. La saga está dividida en 18 libros, varios de los cuales son aportes de su hijo, Brian Herbert, basados en notas de su padre.
Las profecías y la figura del Mesías
Con este contexto, ahora sí nos podemos adentrar en el tema principal de la nota: la figura del Mesías en la historia de Dune. A partir de este punto, es probable que se presenten spoilers.
Dune: Parte Uno empieza a plantear las creencias del pueblo Fremen sobre un mesías que los salvará del dominio de extranjeros sobre su propio planeta. Sin embargo, en la segunda parte esto cobra mayor importancia, pues la presencia de Paul Atreides levanta distintas preguntas sobre aquel salvador.
Al igual que en la Biblia, existen grupos que ven a Paul como el cumplimiento de la profecía y otros que lo consideran una amenaza. En Dune, los más entusiastas acerca de la posible llegada del Mesías son aquellos más conservadores y fieles creyentes de lo que está escrito. Por el contrario, en las Sagradas Escrituras, quienes se oponen a Jesús son las personas con estas mismas características, conocidos como los fariseos. Aquí surge la primera diferencia entre la figura del Mesías de la película y la doctrina cristiana.
Por otro lado, Paul no se reconoce a sí mismo como el mesías, sino que desea devolverle a los Fremen el control de su planeta, tal como buscaba su padre. Esta negación se considera como señal de humildad por parte de Paul, pero los no creyentes de las profecías piensan que esto es una simple estrategia para manipular al pueblo. Al comparar esta actitud con la de Jesús, quien abiertamente afirmó ser el Rey de los judíos cuando es juzgado por Poncio Pilato, existe otra distinción sobre la figura mesiánica.
A partir de estas comparaciones, se puede entender que Paul Atreides no se trata de una representación total de Jesucristo, sino que hace referencia a las distintas religiones que poseen alguna figura vista como el Mesías, tal como el judaísmo, islam y cristianismo.
Entonces, ¿Dune es una crítica al cristianismo o simplemente se ha malentendido?
El director de Dune, Denis Villeneuve, ha mencionado en distintas ocasiones, especialmente ante el estreno de la Parte Uno, el riesgo que implican las figuras mesiánicas, al igual que la relación entre la política y la religión. Sin embargo, esto no se tiene que entender como un ataque hacia el cristianismo, en general, sino hacia las posturas más extremistas de diferentes religiones.
Como se puede observar a lo largo de la historia, las posturas extremistas religiosas y políticas pueden suponer un peligro real para toda la humanidad. Por lo tanto, a través de Dune, en lugar de sentirse ofendidos los cristianos y católicos, se puede reflexionar sobre la importancia de la tolerancia en la actualidad. Y esto no es una invitación a la templanza de corazón o indiferentes, sino a buscar estar abiertos al diálogo, siempre con respeto, con el propósito de evitar caer en extremismos que llevan a la división.
