Todos hablan sobre presidencia, pero deberíamos de enfocarnos en el Congreso.
En unas cuantas semanas, México vivirá las elecciones más grandes de su historia. Este dos de junio, los ciudadanos ha sido llamados a votar por más de 20 mil puestos en todo el país. No obstante, como cada seis años, la atención del electorado está en la contienda presidencial. Y, como cada seis años, olvidamos que el presidente no maneja el país solo. Hablemos del Congreso.
Diputados, senadores, nominales, plurinominales… A diferencia de cargos como gubernaturas o alcaldías, sus puestos no son electos bajo la misma metodología que el resto. Si nadie te lo explica, francamente, entender el Congreso puede sentirse como la primera vez que viste una ecuación con más letras que números. Y en cierta manera, lo es.
¿Recuerdas esos problemas de matemáticas donde una señora compraba una cantidad ridícula de fruta? Te estaban preparando para este momento:
- Doña Mate fue al mercado para rellenar su frutero. En toda la canasta caben 628 frutas. Tiene que dejar espacio para 128 peras en la parte de arriba, y piensa llenar el resto de manzanas. Después de comprar 300 manzanas y 64 peras, se cansó de escoger todo ella. ¿Qué hacemos con el espacio restante en el frutero?
Okay. Tal vez tus ejercicios de matemáticas en la primaria no se parecían tanto a esto, pero entiendes la idea. El poder legislativo no es tan fácil de descifrar como presidencia. Aún así, es necesario
El Congreso explicado con peras y manzanas.
Como parte de su trabajo para mantener la democracia a flote, el Congreso se divide en dos cámaras que hacen lo mismo pero con diferente enfoque. Como el frutero de Doña Mate. Las conocemos como la Cámara de Diputados y la Cámara de Senadores.
Los diputados representan los intereses y necesidades de la nación mexicana en general; por su parte, los senadores representan lo mismo pero específicamente con las Entidades Estatales del país. Otra diferencia fundamental es su vigencia; los diputados del país se renuevan cada tres años, mientras que los senadores, cada seis. Asimismo, los diputados pueden ser elegidos hasta por cuatro periodos consecutivos; y los senadores, hasta por dos.
En la cámara baja del Congreso, (la de Diputados), hay 500 lugares. En la de Senadores, 128. Cada una tiene un método distinto para elegir a sus representantes lo que puede ser confuso al momento de entrar a la casilla, (y también después de salir de la casilla). Para que no tengas dudas sobre cómo se va a contabilizar tu voto, nosotros te explicamos.
Diputados: un exceso de manzanas.
La Cámara baja del Congreso se conforma de 300 diputados uninominales, y 200 diputados plurinominales. En sí, lo unico que los diferencia es cómo son elegidos, el trabajo es el mismo.
Elegir los representantes uninominales en la Cámara de Diputados no es muy complicado:
- México está dividido en trescientos distritos electorales uninominales. Los diputados uninominales ganan la elección si son los que más votos reciben en su distrito. ¡Recuerda! Los nombres de estos candidatos aparecen en el anverso de la boleta (la parte delantera).
Para determinar quienes ocuparán el resto de los lugares en la Cámara de Diputados, el INE divide al país en cinco zonas llamadas circunscripciones electorales plurinominales. Entre estas regiones se reparten los 200 puestos, cada una tiene derecho a 40 diputados plurinominales, que se escogen bajo el principio de “representación proporcional”. Suena complejo, pero ya teniendo la boleta en mano es más fácil entenderlo.
- En el reverso (es decir, atrás) de la boleta para diputados, se encuentran varias listas pertenecientes a los partidos políticos del país. Las llamadas Listas Regionales. Cada una contiene nombres de múltiples candidatos postulados por sus respectivas dirigencias para formar parte de la Cámara.
- La cantidad de diputados plurinominales de cada partido en las circunscripciones debe ser proporcional al porcentaje de votos que obtuvieron los partidos en cada región. En este sentido, votar por un candidato uninominal significa votar también por la lista regional de ese partido.
- Al final, la asignación de los lugares se calcula teniendo en cuenta los porcentajes finales de votos en cada zona y dos fórmulas matemáticas definidas en la Ley General de Instituciones y Procedimientos Electorales. Una vez que se determina el número de diputaciones que le pertenecerán a cada partido, los cargos son ocupados según su orden en la lista.
De esta manera, aún si un partido no ganó ningún puesto uninominal; se asegura que tendrá cierta representación en el Congreso.
Peras, senadores y más matemáticas.
La Cámara de Senadores tiene 128 espacios pero, al igual que pasa con los diputados, no todos se eligen de la misma manera.
Primero, 64 senadores se eligen bajo el principio de representación mayoritaria relativa. Cada partido postula una pareja de candidatos en cada Estado y en la Ciudad de México. La dupla que se lleve el mayor número de votos es electa y así se conforma la primera mitad del Senado.
Luego, 32 senadores son elegidos al Congreso mediante el principio de primera minoría. Para definir estos puestos, se toma a la dupla de candidatos que haya quedado en segundo lugar en la elección. Pero, en este caso solo entra al Senado el candidato que se encuentre en la primera posición en la boleta (a la izquierda).
Los últimos 32 senadores se eligen bajo el principio de representación proporcional. Este funciona igual que con los 200 diputados plurinominales, solo que, en este caso, el país no se divide en circunscripciones. Es decir, se cuenta con una sola lista nacional de candidatos, ubicada también en el reverso de la boleta para senadores.
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