La banda mexicana con fama internacional presentó un concierto redondo para todos sus fanáticos de la Ciudad de México. Para algunos es la agrupación del país más relevante para la escena musical mundial, deleitando con sus más grandes éxitos para más de 50,000 en un Foro Sol abarrotado. Después de un anuncio bastante icónico desde la terraza del Pepsi Center WTC el momento de su majestuoso llegó este sábado 12 de noviembre.

Más de una hora de retraso no fue impedimento para la fiesta, a pesar de estar más de 10 años sin presentarse en la capital, la expectativa y la ilusión de miles para disfrutar de las canciones que marcaron su infancia y juventud convirtieron la noche en un momento inolvidable.

Contaron con la producción de un espectáculo de talla mundial, con cuatro pantallas y seguimiento a cada uno de los integrantes de la banda. En el momento en que Fher salió al escenario y preguntó a los aficionados qué querían escuchar, el recinto se convirtió en el karaoke más variopinto y masivo del que tengo memoria.

Pocos actos de rock en español son capaces de llenar un espacio como el Foro Sol con la posibilidad de mostrar solos de guitarra y batería de más de cinco minutos de duración con una destreza notable ante el asombro de sus fans. En medio de la emoción creciente del público, la banda anunció que estaría grabando el concierto para «mostrarlo al mundo».

Los críticos (haters) tendrán que esconderse bajo una piedra después de la demostración tanto de la fidelidad de sus seguidores como de su capacidad técnica para tocar rock y subir los decibeles hasta momentos que se esperarían de una banda de metal en «Corazón Espinado», «Oye mi amor» y «Me Vale».

Fieles a sus preocupaciones desde los inicios de su carrera, con la canción “En donde jugarán los niños”, después de un mensaje ecológico y con los miembros de la banda con máscaras de animales, sumaron la participación de una figura gigante de elegante y cinco pantallas proyectando imágenes de ecosistemas en peligro, que comenzaron a incendiarse para ser apagados por un tubo gigante de humo.


El recuerdo de la pandemia y el aviso de la filmación de la noche emocionaron a todos para dar toda su energía. La combinación entre varios géneros y las letras compuestas con el objetivo de ser poéticas sin perder la capacidad de desvelar misterios de una emotividad mexica desbordada dieron pie a un baño de versatilidad, ritmos y paletas de sonido que difícilmente se pueden escuchar de una misma banda.

Con destellos de una institución musical que ha girado por todo el mundo, no han perdido su identidad mexicana y con un toque regional tocaron éxitos como “Mariposa Traicionera” y “Te solté la rienda”. Aunque fue evidente que la voz de Fher con los años (a diferencia de los demás integrantes de Maná) no ha mejorado en absoluto.

En un escenario alterno en el centro de la plancha del Foro en medio de la gente se tocaron versiones acústicas de clásicos como “Clandestino” a modo de palomazo en palenque. “El reloj cucú” y, después de una divertida anécdota de una exnovia, “Te lloré un río” fueron un cúmulo de emociones que en más de uno provocaron el llanto.

Para “Eres mi religión”, Fher subió al escenario a un grupo de chicas mexicanas, (fallando tres veces en su intento por encontrar a una mujer «chilanga») manifestado en un instante la conexión entre la banda y su fanatica. De vuelta al escenario principal, la banda guardó algunos éxitos para el cierre del concierto. Entre gritos y alaridos todos corearon “En el muelle de San Blas” y se coronó toda la potencia y entrega de su público con “Clavado en un bar” y “Rayando el sol” entre luces y cariño.

Esperamos los videos oficiales de esta gran noche nostálgica y espectacular entre el “Corazón Azteca” y Maná.