La banda francesa Phoenix de pop rock llegó al Pepsi Center WTC para llenar de su sonido al público mexicano. En una parada en nuestro país, luego del Austin City Limits Festival (presentándose también en Monterrey), llenaron la noche del 18 de octubre de su mezcla de sintetizadores y guitarra.
La ciudad que más escucha a la banda (según Spotify) los recibió con un lugar abarrotado. No hubo nada criticable en su setlist, dando muestras de los éxitos más reconocibles de sus seis álbumes y un par de canciones nuevas para satisfacer a todos sus fanáticos. Destacaron los coros de «Long Distance Call“, «If I Ever Feel Better» y «Lasso».
Puesta en escena de visuales
A pesar de estar acostumbrados a venues más grandes, el juego entre luces, visuales en pantalla y el espectáculo al que el frontman Thomas Mars nos tiene acostumbrados fueron suficientes para mantener el asombro de todos. Con cuatro niveles de pantallas, tres escalones de escenario y creatividad inagotable en lo audiovisual su concierto no se limitó a lo musical.
Phoenix brilló gracias a sus proyecciones variopintas de cuadros impresionistas, interiores de castillo, efectos tridimensionales, imágenes al ritmo de la música, luces intermitentes, colores y animaciones. Se dieron el lujo de usar un cortometraje como fondo de su larga canción «Love Like a Sunset» tomando su tiempo y abriendo el telón para su nueva música.
Energía brutal
El inicio fue trepidante, sin pausa entre piezas hasta la media hora de concierto, con su público totalmente rendido y emocionado de escuchar las favoritas con tanta densidad, manteniendo la atención de todos. A lo largo de su setlist, pudimos notar que sus canciones sonaban más aceleradas que la versión de estudio, con la intención de impactar más en una presentación en vivo.
Sumando un bajo bastante saturado para bailar y un ritmo energético, presentaron un par de sus nuevas canciones (ademas de los sencillos publicados como Tonight y Alpha Zulu). Destacaron After Midnight, con una vibra del 80’s revival y un interludio más rockero que lo habitual en la banda o Winter Solstice con sintetizadores que la hacen candidata al próximo soundtrack de Stranger Things.
Cerraron con una versión victoriana (con un hapsicord y la voz) de «Telefono / Fior di latte» con un sentimiento de profundo gracias a la sensación acústica que se producía en la mezcla. Celebraron el cumpleaños de un miembro del equipo técnico que hace posible su tour, para terminar su concierto con el éxito «1901».
Al final del show, Thomas Mars se arrojó al público, para terminar de cantar la canción desde las alturas, cargado por sus más grandes fans. Un momento innolvidable para todos.
Ojalá los franceses vuelvan pronto a México, que siempre se vuelca para recibir con cariño y a esta gran banda de rock pop francesa.