Cada 19 de octubre recordamos a nivel mundial la lucha diaria de miles de mujeres contra el Cáncer de Mamá.

Día Mundial Contra el Cáncer de Mama

Este día fue instaurado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y su objetivo principal es concientizar sobre la importancia de la investigación y el diagnóstico precoz de esta enfermedad.

En este sentido, es importante que las mujeres tengan mayor acceso a controles, diagnósticos y tratamientos efectivos.

El cáncer de mama

El cáncer de mama es una enfermedad en la que se forman células cancerosas en los tejidos de la mama. Las mamas están compuestas principalmente de glándulas que producen leche (llamadas lóbulos) y conductos que transportan la leche hacia el pezón. Dicho padecimiento, puede desarrollarse en cualquiera de estas estructuras.

La enfermedad se encuentra como la primera causa de muerte entre las mexicanas. Cada año se detectan 1.38 millones de casos y hasta 458 mil de estos terminan con el deceso de la paciente.

Cada 30 segundos se detecta un caso en el mundo, y una de cada ocho mujeres tiene o va a desarrollar la enfermedad.

El cáncer de mama es una de las afecciones más comunes en las mujeres, aunque también puede afectar a los hombres en menor medida. Los factores de riesgo incluyen antecedentes familiares de la enfermedad, mutaciones genéticas, envejecimiento, género (las mujeres tienen un riesgo más alto que los hombres) y exposición a ciertos factores ambientales.

¿Por qué se origina?

El 10% de los casos reportados de este padecimiento se deben a factores hereditarios, mientras que el otro 90% son causados por «desgaste» natural, es decir, envejecimiento del cuerpo.

Dentro de los factores de riesgo se encuentran:

  1. Factores genéticos: algunas mutaciones genéticas hereditarias como BRCA1 y BRCA2 están asociadas con un mayor riesgo de cáncer de mama. Sin embargo, la mayoría de los casos no se deben a factores genéticos hereditarios.
  2. Hormonas: la exposición a hormonas femeninas como el estrógeno y la progesterona desempeña un papel importante. Las mujeres que han tenido más ciclos menstruales a lo largo de su vida como las que comenzaron a menstruar a una edad temprana o entraron en la menopausia a una edad avanzada, pueden tener un mayor riesgo.
  3. Edad: el riesgo aumenta con la edad. La mayoría de los casos se diagnostican en mujeres de 50 años o más.
  4. Antecedentes familiares: tener familiares de primer grado (madre, hermana, hija) que hayan padecido esta enfermedad puede aumentar el riesgo, especialmente si se trata de mutaciones genéticas.
  5. Exposición a radiación: la exposición a la radiación ionizante como la radioterapia en la región del tórax en cualquier momento de la vida puede aumentar el riesgo.
  6. Estilo de vida: el consumo excesivo de alcohol, la obesidad, la falta de actividad física y una dieta rica en grasas saturadas pueden contribuir al riesgo.

Es importante destacar que estos factores no actúan de manera aislada, y la mayoría de los individuos con cáncer de mama no pueden atribuirlo a una causa específica.

Además, los porcentajes de probabilidad asociados a estas características pueden variar significativamente entre las personas. Algunas pueden tener múltiples factores de riesgo, mientras que otras pueden no tener ninguno y aún así desarrollar la enfermedad.

¿Cómo cuidarnos?

En general una vida sana puede ayudar a reducir el riesgo de sufrir cáncer de mama, sin embargo, esto no quiere decir que se pueda eliminar el riesgo.

Lo que sí es importante, es que cada mujer haga un seguimiento a sus glándulas mamarias.

Por ejemplo: a partir de los 20 años la recomendación es una auto-evaluación. Entre los 20 y los 30 esto se tiene que reforzar con exámenes clínicos cada tres años. Pasando los 40, el examen tiene que hacerse anualmente.

La prevención y la detección temprana son fundamentales en la lucha contra este padecimiento. Aquí te dejamos algunas recomendaciones:

Prevención

  1. Estilo de vida saludable: mantén un estilo de vida que incluya una dieta equilibrada, ejercicio regular y evita el consumo excesivo de alcohol.
  2. Lactancia materna: amamantar a tus hijos puede reducir ligeramente el riesgo.
  3. Evita la terapia de reemplazo hormonal: habla con tu médico sobre los riesgos y beneficios de la terapia de reemplazo hormonal si estás en la menopausia, ya que puede estar asociada con un mayor riesgo de cáncer de mama.
  4. Conoce tu historia familiar: comprende tus antecedentes familiares este y otros tipos de cáncer. Si tienes un precedente familiar habla con un genetista o un consejero genético para evaluar el riesgo.

Detección temprana

  1. Autoexploración de las mamas: realiza regularmente auto exámenes de las mamas para familiarizarte con su aspecto y textura. Si notas cambios como un bulto, enrojecimiento, hundimientos o secreción del pezón consulta a un profesional de la salud.
  2. Mamografía: son una herramienta esencial para la detección temprana. Las pautas varían según la edad y el riesgo, pero generalmente se recomiendan mamografías de detección regular a partir de los 40 o 50 años. Consulta con tu médico para determinar cuándo debes comenzar las mamografías y con qué frecuencia debes hacerlas.
  3. Examen clínico de las mamas: un profesional de la salud puede realizar un examen físico de tus mamas durante una consulta de rutina. Esto puede ayudar a detectar cambios sospechosos.
  4. Ultrasonido mamario y resonancia magnética: en algunos casos, se pueden recomendar pruebas de imagen adicionales como el ultrasonido mamario o la resonancia magnética para obtener una evaluación más detallada.
  5. Consulta médica regular: acude a revisiones médicas regulares y habla con tu médico acerca de tus preocupaciones y factores de riesgo. Un profesional de la salud puede proporcionarte orientación sobre la detección y el manejo de esta enfermedad.



La información paso a paso para detectar el cáncer de mama está disponible en internet con sólo buscarlo, y es de suma importancia que cada mujer conozca esta información para prevenir una enfermedad a la que todas se encuentran expuestas. La prevención es siempre el primer paso.

Aún así te compartimos algunos consejos para que aprendas a realizar la autoexploración:

Pasos para la autoexploración mamaria:

  1. Preparación:
    • Encuentra un lugar tranquilo y bien iluminado.
    • Puedes hacerlo frente a un espejo para observar mejor.
  2. Observación frente al espejo:
    • Desnuda la parte superior de tu cuerpo y ponte frente al espejo.
    • Observa tus mamas con los brazos a los lados y luego con los brazos en alto.
    • Busca cambios en el tamaño, forma, textura, color o enrojecimiento de la piel, hundimientos o abultamientos.
    • Observa también si hay cambios en los pezones, como retracción, descarga inusual o cambios en la forma.
  3. Autoexploración de pie:
    • Coloca una mano detrás de tu cabeza y con la otra mano, usa los dedos (índice, medio y anular) de la mano contraria para explorar la mama.
    • Comienza en la parte externa de la mama y realiza movimientos circulares suaves en sentido horario.
    • Cubre toda la superficie de la mama, desde la clavícula hasta la parte inferior de la misma y desde la axila hasta el esternón.
    • Asegúrate de aplicar una presión firme pero no dolorosa.
  4. Autoexploración acostada:
    • Acuéstate en una superficie plana, como tu cama, con una almohada debajo del hombro del lado que estás examinando.
    • Repite los pasos de la autoexploración de pie usando la misma técnica de movimientos circulares.
  5. Explora la axila:
    • Asegúrate de revisar la zona de la axila en busca de bultos o ganglios inflamados.
  6. Repite en la otra mama:
    • Realiza el mismo proceso en la otra mama.
  7. Palpación de los pezones:
    • Examina tus pezones y la zona que los rodea en busca de cambios.
  8. Consulta a un profesional de la salud:
    • Si encuentras algún cambio o anormalidad, no entres en pánico, pero es importante que programes una consulta con un médico para una evaluación más detallada. La mayoría de las veces, los cambios no son cáncer, pero es crucial obtener un diagnóstico adecuado.

Ten en cuenta que el siguiente 19 de octubre recordamos a nivel mundial a todas las mujeres que luchan cada día con esta enfermedad.