El storytelling o narración de historias, es una técnica ancestral utilizada para compartir experiencias, conocimientos y valores a través de relatos estructurados y emotivos. El método se basa en elementos como personajes con los que la audiencia puede identificarse, una trama que engancha, conflictos que mantienen la atención, y una resolución que a menudo conlleva una enseñanza o mensaje.

Por ejemplo: podríamos decir que Taylor Swift sabe manejar muy bien el storytelling, ya que nos narra historias personales o ficticias con una profundidad emocional que resuena fuertemente con su audiencia. En este caso, All Too Well del álbum Red es una canción ampliamente considerada como una de sus mejores obras narrativas, en la cual la artista relata la historia de una relación pasada con una serie de detalles íntimos y específicos que pintan un retrato vívido del amor y la pérdida.

¿Cómo estructurar una historia qué es lo que importa?

Estructurar una buena historia con la técnica del storytelling involucra varios elementos clave que deben ser cuidadosamente considerados y desarrollados para captar y mantener el interés de la audiencia. Aquí te detallo los componentes más importantes:

  1. Establecer el contexto: cualquier buena historia comienza estableciendo el contexto. Esto incluye presentar el escenario, los personajes principales, y las circunstancias iniciales. Se trata del fundamento sobre el cual se construirá todo el relato. Es esencial que este contexto sea claro y atractivo para enganchar al público desde el principio.
  2. Introducción de personajes: los personajes son el corazón de cualquier historia. Deben ser interesantes, tridimensionales y, sobre todo, creíbles. Los personajes principales deben tener objetivos claros y características que los hagan únicos y memorables. Los personajes secundarios también son importantes, ya que pueden ayudar a desarrollar más completamente el mundo y los temas de la historia.
  3. Incorporar un gancho: el gancho es el elemento que realmente atrae la atención del público. Debe ser emocionante o intrigante y mostrarse al principio de la historia para captar el interés. Puede ser una pregunta misteriosa, una declaración sorprendente, o una acción inesperada.
  4. Desarrollo del conflicto: el conflicto es lo que mantiene a la audiencia enganchada. Puede ser interno (conflictos emocionales o psicológicos dentro de un personaje) o externo (conflictos con otros personajes o con el entorno). El desarrollo del mismo debe escalar de manera que incremente la tensión y construya hacia el clímax.
  5. Clímax: este es el punto más alto de la historia, donde el conflicto alcanza su máxima expresión. Es el momento de mayor tensión y debe ser dramático y revelador. Aquí es donde los personajes se enfrentan a sus mayores desafíos, y el resultado de esta confrontación debe ser satisfactorio y coherente con el resto de la historia.
  6. Resolución: después del clímax, la historia debe resolverse de una manera que atienda todas las líneas argumentales y preguntas planteadas. La resolución debe proporcionar un cierre adecuado que refleje los cambios y el desarrollo de los personajes a lo largo de la historia.
  7. Mensaje o moraleja: muchas historias efectivas dejan al público con un mensaje o moraleja. Esto no necesita ser una enseñanza explícita, pero sí debe ser un resultado natural de la historia. Este elemento añade profundidad y puede hacer que la historia sea más memorable y significativa.

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Al estructurar una narración, lo más importante es mantener un equilibrio entre estos elementos, asegurándose de que cada parte contribuya al desarrollo de los personajes y al avance de la trama.

Una buena historia no solo entretiene, sino que también conecta emocionalmente con la audiencia, dejando una impresión duradera. Aprende a manejar estos elementos y otros en la Maestría en Narrativa y Producción Audiovisual de la Universidad Panamericana.