Celine Song debut como directora con Past Lives, una película que me partió el corazón de la forma más bella posible. De la mano de la productora A24 llega desde el festival de Sundance hasta los cines de nuestro país.
Ya tuvimos al padre de la bomba atómica, a Margot Robbie causando escasez de pintura rosa y a DiCaprio robándole a los nativos americanos. Ahora tenemos este precioso relato que ha cautivado al mundo, a un servidor e incluso al propio Christopher Nolan, quien la nombró como una de sus películas reciente preferidas. En esta nota te cuento por qué tienes que ver y llorar con la ganadora de mejor película de los National Society of Film Critics Award y actual contendiente al Óscar: Past Lives.
¿De que va Past Lives?
Escrita y dirigida por Song, cuenta la historia de dos amigos de la infancia que, tras separarse por muchos años, se vuelven a encontrar en diferentes etapas de su vida y se dan cuenta de que, aunque el cariño es fuerte, el tiempo y la distancia lo son más, y con ello la gente cambia.
Nora, interpretada por Greta Lee, tiene que migrar desde Corea del Sur hacia Canadá y pierde contacto con su mejor amigo Hae Sung, a cargo de Teo Yoo. Sin embargo, gracias a las redes sociales logran reconectar mientras ella estudia en Nueva York y él sigue en Corea. Por la inevitabilidad de la vida, pierden contacto otra vez hasta años después, volviéndose a encontrar ahora ambos en Nueva York, pero con sus vidas totalmente cambiadas.
Past Lives es, por supuesto, una historia sobre el amor, pero además se aprecia el derrame de amor en su realización. Desde estar basada en la propia experiencia de la directora, hasta la química y el innegable cariño que se tienen nuestros protagonistas. Este no es el típico drama de amor en el que las peleas suceden y se arreglan cada tres escenas y se la pasan cortando y volviendo cada cinco minutos (no te sientas mal The Notebook), lo cual añade otro punto a su favor a esta bellísima historia. Desde su primera escena mantiene el sentimiento de que estamos viendo algo sumamente íntimo, refiriéndonos tanto a la historia de los protagonistas como a lo que nos muestra la directora, hasta su último cuadro.
Lo que Past Lives tiene que ofrecer
Una flecha en el centro de la diana, una de las muchas que tiene, es su construcción de los personajes, pues se entiende el por qué cada uno de los personajes evolucionó como lo hizo, y no se siente como tal una fuerza a vencer para que ese cariño prospere. Sino que el tiempo es inevitable, con él la madurez, y el darse cuenta de que no todo amor acaba con los dos juntos. Una cruda realidad que a todos nos tocó o nos tocará entender.
La fotografía, por su parte, resulta ser cotidiana pero para nada mundana. Mostrando un encanto ordinario y en sintonía con la cinta en general. El hecho de que esta historia esté basada en una vivencia personal saca a relucir la credibilidad y lo relacionable de lo que se está viendo en pantalla, tarea que cayó sobre los hombros de Greta y Lee, quienes parecieron cargarla con relativa facilidad y vasta elegancia. Además de una tierna y obvia química entre ellos, tanto por sus contrapartes jóvenes como adultas.
La inmensidad de la jungla de concreto, donde mayoritariamente toma lugar el largometraje, ayuda a un balance entre la enormidad de la ciudad y los sentimientos, comparado con lo diminutos que se ven y se pueden sentir nuestros personajes, ya que la historia puede definirse como “pequeña” al tratarse de la reconexión entre Nora y Hae.
Muchísimo corazón, mejor lleven kleenex
El centro emocional y narrativo de esta historia, y quizás su punto más fuerte, es su diálogo y su profundo sentimiento personal que carga el largometraje. Es por eso que de lo que más saca provecho el filme es de su tema. En el cuento inmemorial del amor, basta éste para dejar todo por él. En realidad, el amor no es suficiente para estar juntos. Atravesando décadas, idiomas y continentes diferentes, es como presenciar tres vidas de los protagonistas en una: amigos de la infancia, pretendientes en la adultez joven y un gran “y si” en la adultez plena.
La cinta nos plantea múlltiples interpretaciones sobre lo que es el destino, acaso es que conocemos a todos en nuestra vida por algo pero no por conocerlos significa que se quedan para siempre. O que de otra forma ese vínculo es tan importante que se repite a través de diferentes etapas de una vida, o miles de vidas anteriores y que la vida tomará caminos diferentes pero hay cosas que permanecen aún. No hay nada más humano que el sentir y a veces lo que sentimos por una persona dura más que la estadía de esa persona en nuestras vidas. Pero aunque el cariño siga, la vida también. Pero eso no impide que ese cariño especial se quede aún dentro nuestro, preservándolo de alguna forma, de una vida anterior a una nueva en el propio sentir de cada uno. ¿Ven por qué lloré como tres veces?
Tú, yo, Past lives. No lo sé, piénsalo…
Si quieres pasar este San Valentín con tu “chiquis trikis” viendo películas románticas o lo que se busca es escapar de las comedias románticas genéricas que tu prima de 14 años ama y en su lugar toparse con una historia de amor profunda y llena de sentimiento sin duda no debes perderte Past Lives.
Esta cinta es un bello retrato de lo más hermosamente doloroso que tenemos: el amor y las conexiones personales. Un drama discreto sobre la inevitabilidad del paso del tiempo y cómo no es suficiente para que dos personas terminen juntas, por más que se conozcan y más que se amen, y como eso al final está bien. Si eres un sentimentalista crónico, como lo es su humilde servidor, esta cinta debe ser su próxima visita al cine. Podremos ver a Past Lives entrar al cuadrilátero para mejor película en la futura nonagésima sexta entrega de los premios Óscar este 10 de marzo.
Past Lives está disponible en todos los cines de nuestra bella CDMX con varias salas y horarios disponibles entre pasado el mediodía y su última función alrededor de las nueve o 10 de la noche. La película se encuentran únicamente subtitulada tanto para el idioma inglés como para el diálogo en coreano.