El pasado 31 de marzo inició el Tiempo Pascual, aquí te presentamos algunos símbolos que usa la Iglesia para celebrar esta fiesta.
A menudo se piensa que la fiesta más importante para los católicos es la Navidad, pues se celebra el nacimiento de Jesús. Sin embargo, en realidad, este puesto lo ocupa el Domingo de Pascua, pues es la culminación de la religión católica, al recordar que Cristo ha resucitado para abrir las puertas del Cielo.
Si Cristo no hubiera resucitado, vana sería nuestra fe”.
San Pablo (I Corintios 15, 14).
Nosotros, los seres humanos, solemos apoyarnos de símbolos sensibles para entender y expresar la realidad. Esto se puede ver desde un abrazo para mostrar cariño hasta banderas para representar a las naciones. La Iglesia también cuenta con múltiples signos que ayudan a los feligreses a comprender la doctrina, los más claros son los sacramentos. Sin embargo, existen otros símbolos que permiten sumergirse en cada tiempo litúrgico del año.
Así que a continuación te presentamos distintos símbolos y signos presentes durante la Pascua:
El color blanco
Los sacerdotes usan distintos colores a lo largo del año: morado, rojo, verde y blanco, con usos especiales del azul y rosa. Durante el Tiempo Pascual, el cual dura 50 días (desde el Domingo de Resurrección hasta Pentecostés), el color blanco predomina. Esta vestimenta es un sinónimo de fiestas importantes para la Iglesia, pues se usa en Navidad y Pascua, y representa pureza.
Las flores
Previo al Viernes Santo, la Pasión y Muerte de Cristo, se retiran todas las flores de las catedrales, parroquias y capillas, pues es un tiempo de luto. Este duelo termina con la Misa de Fuego Nuevo, celebrada el Sábado Santo, una vez que ha anochecido. Después de este momento, la alegría de la Resurrección inunda a los católicos y se vuelven a colocar flores, pues es una fiesta.
El ayuno y la abstinencia
En los viernes de Cuaresma se vive la abstinencia (no comer carnes rojas); además, el Miércoles de Ceniza y el Viernes Santo, también se debe ayunar. Sin embargo, una vez que comienza la Pascua, estas prácticas ya no se realizan, nuevamente, esto viene de la alegría de la Resurrección.
El Cirio Pascual
El Cirio es la vela que se enciende durante la Vigilia Pascual, o la Misa de Fuego Nuevo, y contiene muchos símbolos dentro de sí, por lo que te dejamos este breve video para poder entenderlo a mayor profundidad:
El Aleluya
Finalmente tenemos el Aleluya, el cual es un canto que no se realiza durante la Cuaresma. Al llegar la Vigilia Pascual, se vuelve a cantar, acompañado por las campanas que no habían sonado desde el Jueves Santo. Aleluya es hebreo para “alabar al Señor”. En el Tiempo Pascual, este canto suele ser aún más festivo que durante el resto del año.
Bonus: Conejo y Huevos de Pascua
A pesar de que estos símbolos no pertenecen a la liturgia, también han adquirido un significado dentro de la tradición cristiana.
Conejo
Antiguamente, los catequistas empleaban la figura de la liebre o conejo para explicar el camino a seguir por un cristiano en preparación a la resurrección, el cual debe ser ascendente y no descendente.
Esas patas hacen que al conejo le sea fácil ascender y difícil descender. Esto era utilizado para representar el camino de la vocación del cristiano. Debe ser reacio y difícil a ir hasta abajo en su vida moral y a la vez debe ser pronto, presto y ágil para ir hacia arriba, hacia la resurrección del Señor.»
ACI Prensa
Huevos
Este es un símbolo que se remonta a religiones paganas y luego fue adoptado por el cristianismo. En un principio, representaba la llegada de la primavera y tenía un significado de renovación; posteriormente, los cristianos dirigieron este sentido de vuelta a la vida hacia la Resurrección de Cristo.
Vivir la Pascua a través de sus símbolos
El conocer los distintos símbolos presentes durante el Tiempo Pascual, le permite a los católicos el vivir la Pascua a mayor profundidad. Los signos que te presentamos aquí son solamente algunos de los muchos que conforman la liturgia cristiana. Además, existen otros simbolismos dentro de las Sagradas Escrituras.
Por lo tanto, podemos reconocer la importancia que la Iglesia le otorga a los símbolos, pues apelan a la naturaleza humana, la cual es inherentemente sensible. Es por este motivo que todo el año litúrgico se encuentra repleto de simbolismos que ayudan a la comprensión de lo que se vive en cada tiempo en particular.
