Un día más, el periodismo internacional vuelve a estar de luto. Después de semanas de intriga y preocupación por el paradero del columnista Jamal Khashoggi, además una visita del secretario de Estado estadounidense Mike Pompeo a Aarbia Saudita, el país de la península arábiga ha confirmado el fallecimiento del saudí.
Este sábado por la mañana, la agencia oficial de noticias SPA confirmó que Khashoggi había muerto en el interior de su consulado en Estambul, más de dos semanas después de que su desaparición provocara una de las peores crisis internacionales del reino.
Después del anuncio, el fiscal general saudita, Sheij al Mojeb, publicó un comunicado sobre lo ocurrido: «Las conversaciones que tuvieron lugar entre él y las personas que lo recibieron en el consulado saudita en Estambul dieron lugar a una trifulca y pelea a puñetazos con el ciudadano Jamal Khashoggi, lo que provocó su muerte. Que su alma descanse en paz».
Ali Shihabi, director de un grupo de reflexión considerado como cercano a la monarquía saudita, dio otra versión de los hechos.
«Khashoggi murió estrangulado durante un altercado físico, no como resultado de una pelea a puñetazos», declaró el experto, basándose en las declaraciones de una fuente nacional de alto nivel.
En el último mes se han llevado a cabo varias protestas en contra de Mohammad bin Salmán fuera de la Embajada de Arabia Saudita en Estados Unidos y la Casa Blanca. Las manos ensangrentadas han sido de lo más controversial en ellas. | Fuente: Jim Watson / AFP
Riad anunció también la destitución de un alto responsable de sus servicios de inteligencia, Ahmad al Asiri, y de un importante consejero de la corte real, Saud al Qahtani.
Se trata de dos cercanos colaboradores del príncipe heredero, Mohammad bin Salmán, sobre el que ha aumentado la presión por el caso Khashoggi, el cual ha puesto su poder del trono en peligro.
«Despedir a Saud al Qahtani y Ahmad al Asiri significa ir lo más cerca posible de Mohamed bin Salmán», explicó Kristian Ulrichsen, analista de la universidad de Rice, en Estados Unidos. «Será interesante ver si estas medidas son suficientes. Si el goteo de detalles adicionales (sobre la muerte de Khashoggi) continúa, ya no habrá colchón para proteger al príncipe heredero”.
Las autoridades árabes anunciaron asimismo el arresto de 18 personas en el marco de la investigación.
El rey Salmán, en una de sus “soluciones” de emergencia, también ordenó la creación de una comisión ministerial presidida por el príncipe heredero para reestructurar los servicios de inteligencia.
Khashoggi y la venidera crisis internacional
El caso Khashoggi, del que no se tenían noticias desde que entró al consulado saudí de Estambul el 2 de octubre para hacer un trámite, generó una crisis internacional marcada por las acusaciones de responsables turcos, quienes afirmaron, bajo anonimato, que el periodista había sido asesinado por un comando saudita enviado desde la capital de Riad.
El anuncio del SPA sobre su deceso llegó poco después de una nueva conversación telefónica sobre el caso entre el presidente turco Recep Tayyip Erdogan y el rey Salmán.
Los dos dirigentes, quienes hablaron el viernes por la noche, destacaron la importancia de seguir trabajando juntos, según una fuente de la presidencia turca que pidió conservar el anonimato.
Erdogan y el rey ya habían mantenido una primera conversación telefónica el domingo sobre la desaparición de Khashoggi, un periodista crítico de los dirigientes sauditas como Mohamed bin Salmán.
La semana pasada fue la primera vez en que la policía forense de Turquía pudo entrar al consulado saudita para comenzar su investigación sobre Khashoggi. | Fuente: Bulent Kilic / AFP
Hasta este sábado por la mañana, las autoridades sauditas siempre habían desmentido su implicación en la desaparición de Khashoggi, el cual había vivido exiliado en Estados Unidos desde el 2017.
El reconocimiento de su muerte llegó horas después de que la administración del presidente estadounidense, Donald Trump, amenazara a Arabia Saudita con posibles sanciones por el caso.
¿Cumplirá Trump con sanciones en el caso Khashoggi?
Washington, después de todas las declaraciones de Donald Trump, reaccionó rápidamente al anuncio de Riad.
«Estamos entristecidos al oír la confirmación de la muerte de Khashoggi, ofrecemos nuestras más sentidas condolencias a su familia, su prometida y amigos», declaró la portavoz de la Casa Blanca, Sarah Sanders.
«Estados Unidos toma nota del anuncio del reino de Arabia Saudita sobre el hecho de que la investigación sobre la muerte de Jamal Khashoggi avanza y de que [el reino] ha emprendido acciones contra sospechosos que han sido identificados», añadió la vocera.
Durante una conferencia en Arizona, a un reportero que le preguntó si consideraba «creíble» la versión de Riad, Trump respondió: «Sí, sí. Es pronto, no hemos terminado nuestra revisión ni nuestra investigación».
Junto al político egipcio Ayman Nour, el periodista turco Turan Kislakci, se dirigió a la prensa a las afueras del consulado saudí en Estambul. | Fuente: Yasin Akgul / AFP
Es curioso, ya que este había admitido el jueves por primera vez que Khashoggi estaba probablemente muerto y amenazó a Arabia Saudita de consecuencias «muy graves». Ahora su postura luce demasiado pasiva.
Otros personajes internacionales como el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, declaró por su parte estar profundamente preocupado por la confirmación de la muerte de Khashoggi.
Una asociación de periodistas con sede en Estambul, liderada por Turan Kislakci, jefe de la Asociación Turco-árabe de Medios de Comunicación (TAM), reclamó un castigo para los “verdaderos responsables” del fallecimiento de su compañero: «Pedimos que se castigue no sólo a estos 18 hombres, sino a quienes dieron las órdenes».
«Que el mundo entero pueda dar el adiós a Jamal Khashoggi, quien fue asesinado en un cuarto oscuro de una forma horrible y cuyo cuerpo intentan esconder», añadió Kislakci.
Por su parte, el gobierno turco declaró, recientemente, que revelará todos los detalles sobre la muerte del periodista, debido a que el país tiene una deuda de honor con su familia y laboristas de la misma profesión.
