Disfruto mucho del Festival Marvin. He escuchado a algunos decir que es un intento de SXSW mexicano pero creo que cada uno en su medida tiene mucho que ofrecer. Por un lado, el festival de Austin lleva ya dieciséis ediciones y ha ido ampliando su oferta de bandas, conferencias, ciclos de cine y, por supuesto, los conciertos en vivo y las presentaciones especiales.
Por otro lado, el Festival Marvin acaba de cumplir seis ediciones y las cosas van muy bien. La selección de bandas cada vez es más ardua y mucho más rica en ritmos y propuestas musicales mexicanas e internacionales. El circuito Roma-Condesa de la Ciudad de México dedicó en este 2016 tres días a esta propuesta.
Pero, ¿qué tiene de relevante este festival respecto de otros?
Ciclo de conferencias
Los organizadores del Marvin decidieron enfocarse también en conferencias y pláticas que abordaron diversos temas de la industria: desde management y bandas hasta composición lírica y editoriales de libros. Si tienes dudas sobre temas concretos puedes ir y preguntar directamente a los expertos.
Talleres
El que un festival se enfoque también en contribuir al desarrollo de sus asistentes en el aspecto musical dice mucho. En esta ocasión talleres songwritting, de producción musical y otros ayudaron a que las personas también pudieran disfrutar del festival desde otra perspectiva.
Música
Una selección minuciosa de bandas emergentes mexicanas y del resto del mundo hicieron que prácticamente tuvieras a 70 bandas para elegir, sorprenderte y disfrutar. Del reggae a la cumbia, al punk o al pop melódico, el festival ofreció de todo.
Cine
Al festival no le bastó con mostrar buena música y nuevamente presentó una selección de cine curada por el Cut Out Fest que contó con una selección basada en canciones de David Bowie como homenaje a la muerte del cantante. Programado a una hora nocturna, el ciclo ayudó a relajar los músculos luego de caminar.
Comida
Hay que aceptar que la Roma-Condesa tiene muchos lugares para comer, de todos precios y sabores por lo que en cualquier momento que quisieras podías pasar a algún restaurante, bar o lugar de comida para que siguieran tus ganas de escuchar música.
Tal vez el festival a primera vista pueda parecerse al SXSW de Austin pero creo que el Marvin tiene su esencia, eso que lo hace especial. Yo volví a experimentar esa esencia este año y se los recomiendo mucho si no han ido. Sabrán de qué les hablo cuando vayan.
J. Arturo Roseti