Jamaica Kincaid es una mujer que se ha destacado por el arduo trabajo que ha llevado a cabo en su vida. También es un claro ejemplo de que, cuando algo te gusta y luchas por ello, puedes ser exitoso; tanto que ha sido candidata al Premio Nobel de Literatura tres veces.
Su historia es poco usual, ya que al principio, su vida no parecía girar en torno a la literatura, pero eso no la detuvo. Comenzando como sirvienta y después recepcionista, empezó su carrera en los Estados Unidos. Se fue formando poco a poco su propio camino dentro de lo que le apasionaba.
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Jamaica Kincaid, la mujer que logró desarrollarse dentro de su pasión
Jamaica Kincaid, nacida en Antigua (noroeste de Puerto Rico), fue la primera hija del matrimonio. Desde los tres años mostró interés por ‘descubrir el mundo’, pero no solía recibir las respuestas que esperaba. Por esto, su mamá decidió enseñarle a leer, pues consideró que encontraría las respuestas en los libros.
Los libros fueron un modo de escape para Jamaica, y su mamá pronto pudo notar que le servían como refugio. Hasta cierto punto, la inquietud que Jamaica tenía era algo genético, pues su madre podría verse reflejada en ella, con la misma rebeldía.
A pesar de que Jamaica logró ingresar antes a la escuela, por su habilidad de lectura, sus primeros años fueron un infierno. Fue víctima de bullying por la manera diferente en la que pensaba; casi no tenía amigos y era excluida dentro de su entorno.
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Al cumplir los 17 años, su familia decidió mandarla a Estados Unidos, debido a que ya no contaban con los recursos para mantenerla. Se fue a trabajar de sirvienta, y aunque no cumplía con el perfil requerido, la contrataron como niñera de una familia. Para su buena suerte, la casa contaba con una biblioteca enorme. Ahí fue donde tuvo la oportunidad de leer literatura del siglo XX.
En los años setenta, después de haber ganado experiencia, decidió postularse para un empleo de recepcionista dentro de la agencia de fotografía ‘Magnum’. Jamaica no comprendía del todo la situación racial en ese momento, pero aún así aplicó para el puesto. Afortunadamente, la contrataron, a pesar de ser una mujer negra de 21 años.
Trabajó también en el diario “The Village Voice” y, posteriormente, consiguió un espacio permanente dentro del periódico “The New Yorker”. El editor de este, William Shown, le pedía ceder sus escritos, recibiendo como recompensa una boda y dos niños. Poco después, se separaron.
Criticada por su manera de escribir
A pesar de que, con el tiempo, Jamaica desarrolló su estilo propio, no fue librada de las críticas de otros autores y de la audiencia. Comenzó con el artículo ‘Girl in the Deepest of the River’, donde escribió sobre una chica que se convierte en mujer con responsabilidades. “Autobiografía sobre mi madre” lo escribió para hablar sobre la admiración y amor que sentía por la mujer que la introdujo en el mundo de las letras. Este fue el primer escrito que la llevó a ser candidata al Premio Nobel, en 1996. Al año siguiente, fue nominada otra vez por “Mi hermano”, una publicación dedicada a su hermano, víctima del VIH.
Al ser temas que le apasionaban, le costaba guardarlos. Igual los publicaba y, aunque no ha ganado un Nobel, se han formado los enemigos llenos de críticas y envidias, por la desigualdad de género.
La escritora había llevado una vida tranquila dentro de la Academia Estadounidense de las Artes y Letras desde el 2004. En septiembre del 2020, su nombre salió en la lista de los posibles ganadores al Nobel de Literatura del 2020. El jurado hablaba de su gran trayectoria, la narrativa y su compilación. Lamentablemente, no ganó.
La historia de Jamaica Kincaid es igual de impresionante que sus obras. Es un ejemplo de empoderamiento femenino, enfrentando los obstáculos hacia sus sueños. Ha ganado varios premios, como el ‘Premio Femina Extranjero’ en el año 2000 y el ‘Dan David Prize’ en el 2017.
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