Imagen: facebook.com/joliettemx

En el día uno del festival me di una vuelta por el escenario principal, el Indio, para ver los últimos 20 minutos de la presentación de Lumumba. Aunque no los conocía, mucha gente me había asegurado que este conjunto, reunido después de un largo tiempo de separación, era muy talentoso y que era un grupo importantísimo en la historia del reggae en español.

Los vi desde una distancia considerable para no estar apretujado entre la gente, descansar de la presentación anterior y tomarme una cerveza. A pesar de que no conocía sus canciones, tenían un ritmo agradable y tranquilo y los integrantes derrochaban carisma en el escenario.

Después de 20 agradables minutos de un buen reggae, llegó la hora de comer (tal vez estoy envejeciendo, antes aguantaba todos los festivales sin comer). Después de darme una vuelta por los food trucks decidí probar suerte en uno que vendía pizzas. A pesar de que tenían un precio relativamente elevado, 70 pesos (el sábado era de 80), tenían buen sabor y eran más llenadoras que las pizzas de Domino’s que siempre venden ahí. Mientras disfrutaba de mi comida, alcancé a oír unas cuantas canciones de O Tortuga, quienes estaban en el escenario Rockampeonato. “Lástima, quería verlos. Suenan muy bien”, pensé. Entre las canciones que alcancé a oír distinguí “Siempre Vago”.

Regresé al escenario principal para esperar la presentación de The Specials, una de las bandas británicas más importantes de ska en el mundo. Quienes, empezaron un poco tarde, aproximadamente a las seis con diez.

Después de oír una canción, decidí pasarme a la Carpa Intolerante para oír y apoyar a mis amigos de Joliette. Seguro muchos de los fanáticos de los ingleses me estarán insultando en su mente en este momento, pero no fue que no me gustara la canción de The Specials, de hecho sonaban muy bien, pero el ambiente dejaba mucho que desear; nadie gritaba, cantaba, saltaba o se movía, por lo que decidí ser yo el que se moviera.

Cuando llegué a la Carpa Intolerante, Joliette ya había empezado a tocar. Mientras algunos llegábamos otros se iban porque no les gustó su música. Y es que la música de Joliette no es apta para todo público, tienen un sonido muy pesado y utilizan mucho el screaming. En pocas palabras, tienen un sonido muy parecido al metalcore, aunque ellos se consideren una banda de rock. Por estos motivos es comprensible que haya gente a la que no le guste su música. Sin embargo, su talento es innegable.

Así como hubo gente a la que no le gustó su música, hubo mucha gente que al pasar por la carpa se detuvo a oírlos, se quedó y comenzó a hacer un ligero headbanging mientras oía sus canciones.

Se armó un slam en medio del público. Sólo que esta vez, el slam era mucho más rudo. Había menos personas en él, pero eran más enérgicas y alocadas.

Mientras admiraba todo lo que sucedía en la Carpa Intolerante, me tocó que uno de los sujetos que salían del slam para descansar se parará frente a mí. Traía el ojo derecho cerrado e hinchado por un golpe, su amigo se lo comentó y él, en lugar de enojarse, sonrió. Ya tenía algo para recordar los próximos días: el buen momento que pasó durante la presentación de Joliette.

Mientras tanto Joliette tocó canciones como “Están felices”, “Todos Odian” y “Martina, Merlina y dale con Martín”. Todos los integrantes tuvieron protagonismo y demostraron tener presencia en el escenario a pesar de la poca experiencia que tienen en la música (el proyecto surgió apenas en 2011) y de ser su primer Vive Latino.

Cabe destacar que a pesar de que todos tuvieron protagonismo, el bajista fue el que más se lució al hacer varias acrobacias con el bajo, tocar entre el público y, al final de la presentación, aventarse al público que lo cargó y lo empezó a pasear en sus brazos.

A mitad de su presentación dieron las gracias a la gente que asistió a verlos y a Discos Intolerancia por darles las oportunidad de tocar en el Vive. Posteriormente, anunciaron que Intolerancia había re-editado su primer disco, Principia, el cual se podía adquirir en el stand de Intolerancia en el recinto. Aventaron dos copias del disco, una de las cuales atrapó nuestro amigo del ojo golpeado (seguramente es un concierto y un festival que jamás olvidará).

La presentación de Joliette finalizó a los 45 minutos, después de los cuales todo el público presente, sin importar si los conocía o no, les dio un fuerte aplauso y les agradecieron por una gran presentación. Joliette dio un gran espectáculo, demostrando que fue un acierto de Intolerancia ponerlos a tocar en el Vive, y probablemente ganaron un gran número de adeptos, tanto para el género, como para el grupo.

Aquí un pequeño video que subió la banda de su día y presentación en el Vive Latino, para que se den una idea de cómo fue.

Después de la gratificante presentación de Joliette regresé al escenario Indio, justo cuando había acabado la tocada de The Specials, para esperar el concierto de Babasónicos, una de las bandas argentinas más queridas en México.

Como a las siete con cuarenta minutos salieron al escenario y las miles de personas ahí reunidas (fue la primera vez en el día que realmente vi lleno el Escenario Indio) estallaron en gritos de júbilo y emoción. El vocalista, Adrian Dárgelos, agradeció al público los aplausos y empezaron a sonar canciones como “Risa” e “Irresponsables”.

La agrupación argentina alternó canciones de su nuevo álbum, Romantisísmico, como “Run Run” y “La lanza”, y varios de sus éxitos como “¿Y qué?”, “Yegua” y “Egocripta”.

Durante toda la presentación el protagonista fue el cantante (y sus pantalones con rayas naranjas fosforescentes), quien bailaba e interactuaba continuamente con su público, expresándole su cariño y agradecimiento.

Igal Weintraub