Washington.- Las ventas minoristas en Estados Unidos se desplomaron inesperadamente durante el período clave de compras navideñas de diciembre pasado, sufriendo la mayor caída mensual en casi una década, según los datos oficiales divulgados este jueves 14 de febrero.

En diciembre, las ventas minoristas fueron de 505 mil 800 millones de dólares, ajustado por estacionalidad, una caída de 1.2 por ciento comparado al mes anterior, marcando la mayor disminución mensual desde septiembre de 2009. El dato fue superior en 2.3 por ciento sobre diciembre de 2017.

La cifra decepcionó a los analistas, que para diciembre esperaban un leve aumento del 0.2 por ciento para este indicador, que refleja la situación del consumo en Estados Unidos.

Fuente: AFP

El retroceso inesperado se explica por el impacto del cierre parcial de la administración desde el 22 diciembre y durante más de un mes, debido a que cientos de miles de funcionarios fueron colocados en un desempleo forzado.

La caída de los precios de la gasolina, con un retroceso del 5.1 por ciento de las ventas de las estaciones de servicio, también influyó en el resultado. Sin las ventas de gasolina, el índice de ventas minoristas reduce su caída a -0.9 por ciento.

Mientras las ventas de automóviles tuvieron un buen desempeño (+1 por ciento), todos los otros sectores estuvieron en baja, con las ventas de artículos de ocio a la cabeza (-4.9 por ciento). Le siguen las ventas en salud (-2 por ciento), de muebles (-1.3 por ciento), vestimenta (-0.7 por ciento), alimentación (-0.2 por ciento).

Fuente: AFP

Las ventas de los distribuidores en línea también retrocedieron (-3.9 por ciento), la baja más acentuada en 11 años.

La repentina limitación del consumidor estadounidense podría influir en los datos del PIB para el último trimestre del año, que deben publicarse el 28 de febrero.

«La baja de las ventas minoristas significa que el crecimiento en el cuarto trimestre, probablemente estuvo más cerca de 2.5 por ciento que el 3.1 por ciento que preveíamos», estimó Michael Pearce, economista de Capital Economics.

«Esto sugiere que la economía inició en 2019 con menos impulso de lo que pensábamos. Sin embargo, esto no quiere decir que la economía está cayendo en recesión», agregó.

Para los economistas de Oxford Economics, la debilidad «desconcertante» de las ventas minoristas tiene sin duda que ver con las turbulencias en los mercados financieros y las incertidumbres alrededor del cierre del gobierno durante la Navidad, una época tradicionalmente fuerte para los comerciantes.

AFP