La sucesión presidencial en Venezuela no se ha consumado y la batalla entre Juan Guaidó, Presidente Interino, y Nicolás Maduro, Mandatario en funciones, se intensifica. Este último, considerado ilegítimo por la oposición y una veintena de países, se rehúsa a soltar el poder, mientras la presión internacional se incrementa.

El pasado 10 de febrero, el doctor en Relaciones Internacionales por El Colegio de México Lorenzo Meyer, publicó en El Universal el artículo titulado De Maduro y Huerta, de Carranza y Guaidó.

Este texto hace una comparación en la que se explica cómo es similar la situación que vivieron, en la Revolución Mexicana, Venustiano Carranza y Victoriano Huerta a la que viven Guaidó y Maduro en la actual crisis venezolana.

Medios UP entrevistó a los académicos Íñigo Fernández, especialista en Historia de México, y a Alejandro Motta, especialista en Comunicación Política venezolana, para comprender mejor lo que retrata el columnista en su artículo.

Fernández dio su opinión sobre el artículo, sobre si es realmente acertada hacer una comparación de este estilo: “A mí, no me termina de gustar mucho el texto de Meyer, porque, aunque él haya sido claro que no intenta predecir ni nada, son fenómenos, distintos, son personajes distintos. Uno no puede comparar a (Francisco I.) Madero con Chávez. La historia ayuda para tomar perspectiva, pero no me hubiera animado a hacer algo así”.

Contexto de la actual situación de Venezuela

Básicamente la razón por la que se llegó hasta este punto (en Venezuela) fue porque el 23 de enero se juramenta a Juan Guaidó y (lo que pasó antes fue que) el 10 de enero se desconoce a Nicolas Maduro (como legítimo presidente)” explicó Motta.

El 20 de mayo de 2018, Maduro había ganado las elecciones presidenciales de Venezuela con lo que era considerado un Tribunal Supremo de Justicia y un consejo electoral ilegítimos.

“(Se presentaba con) una serie de condiciones que evidentemente son claras que violan todos los principios democráticos y, por lo tanto, esa elección es totalmente ilegal e inconstitucional. (Por esto) Maduro, en realidad, no gana la elección y, por lo tanto, el 10 de enero, que tenía que juramentarse, se autoproclama y hay un golpe de estado”, añadió el experto.

Juan Guaidó utilizó el artículo 233 de la Constitución venezolana, en el que se dicta que ante la ausencia del Mandatario, quien asume las competencias es el presidente de la Asamblea Nacional, por ende, el joven político.

La influencia militar en el México revolucionario y en Venezuela

“El gran truco que se descubrió en México antes que América Latina es que no necesitas ser militar para gobernar. Necesitas tener al Ejército de tu lado”, reconoció Fernández al referirse a la comparación entre el jefe militar del Ejército de Madero, Huerta, y Maduro.

Los presidentes civiles, a través de la historia, se han ganado a las Fuerzas Armadas dándoles lo que piden u optando por el diálogo, para llegar a acuerdos que beneficien a las dos partes.

Huerta, después de robarle la presidencia a Madero tras asesinarlo, tenía amigos militares, pero, para mantenerse en el poder, debía otorgarles ciertas concesiones a sus compañeros para mantenerlos a su lado.

“(En general), quien realmente gobierna es el Ejército, no tomando las decisiones, sino que avalando las mismas. El día que no las quieran, te revientan”, concluyó el historiador.

Maduro utilizó estas técnicas para tener a los militares de su lado, pero Motta también mencionó otras razones por las que existe el control castrense en Venezuela: “Corrupción. La corrupción, por desgracia muchas veces, amalgama el poder. Logra consolidarlo. Los militares saben que si Maduro se va del poder, no solo se les cae el negocio de corrupción que tienen armado, sino que se van del poder y presos”.

¿Habrá una “Revolución Mexicana” en Venezuela?

“En el peor de los casos, podría estallar una guerra civil, pero una guerra civil en cierto sentido es distinta a una revolución. Las revoluciones, por lo general, tienen un pensamiento muy hegemónico, capaz de llegar a muchos sectores para controlar a las masas y llegar al poder. En una guerra civil, son dos pensamientos hegemónicos diferenciados y encontrados, entonces, no es tan fácil que uno de los grupos gane pronto”, comentó Fernández.

Motta brindó una versión diferente: “La guerra civil se da cuando hay dos bandos más o menos de la misma fuerza dentro de la sociedad civil. Lo que puede haber (en Venezuela) es un enfrentamiento entre los sectores allegados a Maduro en contra de la sociedad civil. Eso sería una carnicería porque los ciudadanos, en teoría y en práctica, no están preparados para ello”.

Intervención en Venezuela

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¿Cómo sería vista una intervención en Venezuela, similar a la que se hizo en el puerto de Veracruz en la Revolución por parte de Estados Unidos?

“Viéndolo desde afuera, como mexicano, una intervención norteamericana en Venezuela pues sí sería muy fuerte. Ya están muy caldeados los ánimos y habría gente que lo aplaudiría, pero habría otra gente que diría ‘Ese no es el camino’, sobre todo, porque hay una relación muy tóxica entre Estados Unidos y América Latina. Hay una visión en Latinoamérica de Estados Unidos (como un país) abusivo o prepotente”, explicó Fernández.

Por su parte, Motta, quien se especializa en el estudio del chavismo, nos comentó: “Lo que menos deseamos es que se llegué a la fuerza, obviamente. No queremos una intervención militar en principio. También es verdad que hay cualquier cantidad de estatutos y leyes, dentro de la OEA o la ONU, que avalarían, en algún escenario específico, una intervención militar. Si tú le preguntaras al venezolano hoy (que piensa sobre este tema), yo creería, sin tener los datos duros en la mano, que la gente dice ‘Lo que haga falta para que se vaya Maduro’”.

“Lo más probable es que el conflicto termine con que Maduro no usurpe más el poder ¿Cómo va a ser eso? Por las buenas o por las malas”, aseguró el analista político.