El 13 de noviembre de 2019, Venecia amaneció inundada. Las mareas llegaron hasta los 187 centímetros y por cuarta vez en veinte años la Basílica de San Marcos se llenó de agua. Y por sexta vez en 2 mil 200 años.
Venecia, zona de desastre
En la noche del miércoles un torrente de agua impulsado por fuertes vientos llegó atravesando el centro de la ciudad. El alcalde de la ciudad italiana, Luigi Brugnaro, dijo que ya están pidiendo ayuda al Gobierno del país, aunque los gastos serán altos.
Decretaron estado de emergencia en Venecia, incluso una mujer murió en una de las islas de la Laguna de Venecia al intentar tomar una bomba de agua.
Los daños
Muchas plazas y calles amanecieron con grandes cantidades de agua, se trata de la peor inundación desde 1966. La marea fue alimentada por el viento, que llegó hasta los 120 kilómetros por hora, lanzando las aguas del Adriático a la Laguna de Venecia.
El Centro de Previsión de las Mareas de Venecia quedó incomunicado durante un buen periodo de tiempo. Sin embargo el 80% de la ciudad se encuentra llena de agua y los daños aún no han sido escatimados. Aún no se sabe la situación de los mosaicos bizantinos de la basílica de San Marcos, aunque el alcalde menciono que sufrió “graves daños”.
La última inundación de esta magnitud fue en 1966, donde el agua llegó casi hasta los dos metros.
El cambio climático
Brugnaro afirmó que estos hechos devastadores son causa directa del cambio climático. Esto responde a una nueva advertencia sobre la situación actual del medio ambiente. El Mediterráneo creció hasta más de 25 centímetros desde el principio del siglo XX, lo cual propicia a que ciudades como Venecia sufran de inundaciones como consecuencia.
En octubre de 2018 hubo otra inundación que llegó a invadir la capilla, que terminó por arruinar el milenario mosaico de mármol.
Definitivamente, el planeta Tierra sigue dando señales de que es necesario hacer un cambio antes de que sea demasiado tarde.
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