Durante dos semanas, captaron la atención internacional: las pantallas de todo el mundo retrataron sus luchas, sus victorias y derrotas, sus risas y llantos. Durante quince días, hasta que el pebetero se apagó, los Juegos Paralímpicos concluyeron y los deportistas que participaron en esta justa volvieron a sus hogares.
Ahora, un mes después de aquella ceremonia de clausura en Río de Janeiro, Diario UP comparte las voces de cuatro de estos deportistas mexicanos, sus sueños y temores, la experiencia que han vivido y los retos a los que se enfrentan.
La delegación paralímpica mexicana logró ganar 15 preseas -4 de oro, 2 de plata y 9 de bronce- posicionándose en el lugar número 29 del medallero, entre 76 países ganadores de medallas.
Los cuatro atletas que nos compartieron su experiencia se sienten honrados de haber representado a México en dicho evento y reconocen que sus resultados se deben a una labor conjunta.
“Estoy sumamente agradecida con Dios, con mi familia y con mi equipo de trabajo. Esto ha sido un trabajo muy duro y varias veces complicado, pero amo y disfruto con pasión hacerlo y los resultados han sido la recompensa a ellos”, señaló María de los Ángeles Ortiz, quien conquistó la primera medalla para México en el certamen de lanzamiento de bala.
Los entrevistados aseguraron que los resultados obtenidos reflejaron todo lo que han trabajado por años y que el esfuerzo ha valido la pena.
“Después de competir en Sidney 2000, Atenas 2004, Beijing 2008 y Londres 2012, cualquiera pensaría que Río 2016 sería una competencia más, pero con la experiencia aprendes a dar la importancia que merece cada uno de los enfrentamientos, sobre todo, cuando tienes la responsabilidad de portar los colores de tu país”, comentó Édgar Navarro, ganador de plata y bronce en las pruebas de atletismo T51 de 400 y 100 metros, respectivamente .
“No solo es un orgullo representar a México, sino también es una gran satisfacción personal hacerlo de una manera digna”, añadió el ex alcalde de Nezahualcóyotl, quien quedó cuadripléjico después de que un asaltante le disparara en el cuello.
Los deportistas, la mayoría marcados por un accidente o enfermedad, le sugieren a los jóvenes del país que para alzarse como triunfadores -no solo en el ámbito deportivo- se requiere de esfuerzo, disciplina, querer ser mejor cada día y constancia, pero más que nada se debe de soñar en grande. Esa, afirmaron, es la verdadera clave del éxito.
“Deben de seguir sus sueños, que no imiten a nadie y que trabajen con disciplina, constancia, amor, pasión y actitud por ser la mejor versión de ellos mismos. Las medallas se ganan también fuera del estadio, se ganan en la vida misma, siendo el mejor en lo que hagas, invirtiendo en tu mismo una mejora continua, logrando tu mejor versión como ser humano, como profesional y como ciudadano”, recalcó María de los Ángeles Ortiz, quien perdió la pierna izquierda en un accidente automovilístico.
“Les puedo decir a los jóvenes mexicanos que todo es posible, pero necesitan trabajar y esforzarse muy duro. No todo es fácil”, subrayó Lenia Ruvalcaba, ganadora de oro en la disciplina de judo.
Pese a los resultados obtenidos en los Paralímpicos, superiores a los cosechados por los deportistas de los Juegos Olímpicos, los atletas entrevistados confirmaron que urge una limpieza a fondo en las federaciones deportivas en México.
Coincidieron en que han pasado años sin que las asociaciones y comités siembren talentos deportivos y acusaron que, con frecuencia, entrenadores sin perfil, sin conocimientos y sin liderazgo se colocan frente a las selecciones nacionales.
“Necesitamos dirigentes entregados al deporte y a sus atletas, así como cultura deportiva”, manifestó Doramitzi González, multimedallista paralímpica, quien no pudo competir en Río de Janeiro en la prueba 4×50 mixto porque el personal de la delegación mexicana llegó tarde a inscribir al equipo.
Al unísono, exigieron una mayor atención de los organismos nacionales para poder mejorar en los resultados.
“A veces te encuentras en un punto en el que tienes que decidir entre quejarte por lo que te falta o sacarle el mayor provecho a lo que tienes. En este momento sí puedo decir que faltaron algunas cosas que pudieron mejorar el resultado, pero también puedo decir que cada peso que se invirtió en mí lo aprovechamos al máximo. Lo importante es que deben de hacer mejor las cosas, empezando por la federación”, indicó Edgar Navarro.
Cuestionados sobre su participación en los Juegos Paralímpicos de Tokio 2020, cada atleta expresó una postura distinta.
“Por el momento estoy disfrutando de mi medalla y haciendo cosas personales sin dejar de entrenar un poco”, señaló Lenia Ruvalcaba, quien sufre de diversos padecimientos oculares.
“Sí quisiera”, apuntó Doramitzi González, la deportista paralímpica más destacada de la historia de México, con 11 medallas colgadas en su cuello.
“Dependerá de que se haga la limpieza y los cambios estructurales que el deporte en México requiere. Mi pasión por lanzar sigue intacta y tengo la fortaleza física, espiritual y mental para competir en uno o dos Paralímpicos más; sin embargo, no lo haré con este sistema. Es desgastante”, denunció María de los Ángeles Ortiz.
Por su parte, Edgar Navarro, supeditó su participación a que las condiciones sean óptimas.
“Cuando el deporte es recreativo o por salud, te da la opción de dejarlo o retomarlo cuando quieras, pero cuando es alto rendimiento se convierte en un estilo de vida. No tienes otra cosa en la mente que no sean tiempos, marcas, récords, rankings, etc., y esto solo con el fin de competir y ganar en la justa más importante que son los Juegos Olímpicos o Paralímpicos. No hay otra cosa que quisiera más que competir en Tokio 2020, pero si no es para conseguir un buen resultado, preferiría no ir”, señaló el velocista.
José Pablo Salgado Osuna