El adiós era inminente; dolió a muchos el solo pensarlo. Pero, verlo convertirse en realidad, lastimó mucho más. Tom Brady decidió partir caminos con los New England Patriots y se despide desde lo más alto con seis anillos de Super Bowl y una disputa por ser el mejor quarterback de la historia junto a Joe Montana. Ahora, quien fuera seleccionado en la posición 199 del Draft de 2000, buscará cerrar el último ciclo de su carrera con una sorpresa.
[instagram instagram_id=»B99KHG5hC_n/?utm_source=ig_embed&utm_campaign=loadin» instagram_title=»Excited, humble and hungry …if there is one thing I have learned about football, it’s that nobody cares what you did last year or the year before that…you earn the trust and respect of those around through your commitment every single day. I’m starting a new football journey and thankful for the @buccaneers for giving me an opportunity to do what I love to do. I look forward to meeting all my new teammates and coaches and proving to them that they can believe and trust in me…I have always believed that well done is better than well said, so I’m not gonna say much more – I’m just gonna get to work! #Year1 p.s. Jack Brady with the photocred ?»]
Como ya es bien conocido, el próximo integrante del Salón de la Fama ha destinado su cierre hacia el clima cálido de Tampa Bay, casa, hasta hace unos días, de Jameis Winston. Los años de 2015 y 2016 parecían ser el cambio que por 13 años esperó el equipo de la costa, pero Winston, con el paso del tiempo, nunca pudo ser la estrella que alguna vez deslumbró el emparrillado de Florida State. Sus entregas de balón e inconsistencias lo condenaron a nunca sobresalir al nivel colectivo que se le necesitaba. En la historia nunca había sido liberado un mariscal de campo que fuera líder en yardas por pase (5,109) y pases de anotación (33) en un año, pero tampoco había existido uno que tuviera la marca con esa cantidad de touchdowns y 30 intercepciones.
Bruce Arians sabía que era el momento. Desde 2014, el entrenador en jefe de 67 años de edad ha tenido a 3 de sus ofensivas en lo más alto del promedio de yardas por aire por intento, pero, a pesar de que el último año lo consiguió con Winston, tenía en claro que él no era la pieza adecuada para convertir a su conjunto en uno ganador. Sin embargo, la pregunta queda en: ¿es Tom Brady la figura que puede compensar esto cuando empiece la temporada con 43 años sobre él?
La respuesta la tendrá solo el tiempo. Detractores hablan del fin de Brady desde la última temporada, pero ellos mismos se nublan la mente quitando factores ofensivos que dañaron al #12 desde la formación: su línea de protección, la pérdida de Gronkowski y una de las campañas con las peores armas -hablando desde números- en los receptores. De ellas, pondríamos las causas una por una, pero quién mejor que Bill Barnwell con su magia.
En resumidas cuentas, la línea nunca pudo mejorar para que Brady no estuviera bajo presión -teniendo así un rating de 42.3 contra ella-, la salida de Gronk lo dejó sin opciones verdaderas en el play-action y en la zona roja, y, finalmente, Julian Edelman, Mohamed Sanu, Jakobi Meyers, Josh Gordon, Matt LaCosse y Sony Mitchel lo castigaron soltando sus lanzamientos en un 3.9%, siendo esta la séptima tasa más alta en la NFL.
¿Terrible? Sí. ¿Lo seguiremos viendo así? Tendrán que preparar a los maldicientes para arrepentirse.
La primera clave viene desde el costado de la cancha con Bruce Arians: un coach que no cree en la victoria sin riesgos, un dirigente que sabe ganar con quién y cómo. Sin duda que ciertas jugadas llegarán desde Massachusetts y eso es lo que hace aún mejor a Arians, quien no entregará su libro a Brady y listo, sino que combinará su estrategia con las fortalezas de su nuevo confidente para explotar, por lo menos, a dos baluartes del equipo.
Chris Goodwin y Mike Evans salvaron en gran parte las pericias de Winston el pasado curso, dos receptores que podrían estar en peligro en repetidas ocasiones, pero que sin duda sabrán resolver la jugada. Winston puede ser que haya tomado mucha confianza ese sentido, pero, con Brady al frente, las más de mil yardas que sumó cada uno y sus 17 anotaciones combinadas sin duda crecerán. La tarea difícil no es de ellos, sino de una línea bastante dañada en cada partido.
47 caputras sufrió Winston a la espera de un buen trabajo de Demar Dotson y Donovan Smith, los cuales terminaron por ser sus peores enemigos. Ahí encontrará el mayor reto Brady, donde, si mantiene su 2.3 dentro de la bolsa y logran los Buccaneers conseguir un liniero de calidad en el próximo Draft, la situación puede ser verdaderamente interesante. Estando en la posición No. 14 de selección, se predice que estas sean las opciones de la franquicia para reforzar la posición: Jedrick Wills Jr. (Alabama), Tristan Wirfs (Iowa), Andrew Thomas (Georgia), Mekhi Becto (Louisville) y Austin Jackson (USC).
[video_youtube url_video=»LeDdt3cH4ms» description=»Mike Evans suma más de 7,000 yardas con los Bucs y 48 touchdowns.»]
Si los Bucs van a convertirse en una organización ganadora el próximo año, no hay duda. New Orleans no dejará de estar un paso adelante con el tan temido equipo de Sean Payton; las Carolina Panthers no tienen camino alguno de luz y el rival a vencer serán los Atlanta Falcons que ahora no solo cuentan con Matt Ryan sino también con un monstruo como Todd Gurley. A primer vista suena difícil, pero no pueden negar que se pensó en 2001 lo imposible que era ver a Tom Brady y los Patriots ganar su primer Súper Tazón con un chico como él al frente.
Muchas cuestiones pueden hacer ver esta contratación de 50 millones de dólares por dos años -la cifra más alta en la carrera de Tom Brady- como simplemente la puerta de salida para el histórico pasado, pero por lo menos el primer año será una competición de altura si los factores se alinean.
Si Joe Namath lo aprueba y se entusiasma por ver esto, no sé por qué uno de nosotros no lo haría: “Bruce Arians es un coach maravilloso. Sigue haciendo lo que sabes, Tom. Nadie va a discutir contigo. Has sido más que exitoso y solo queda que sigas confiando en ti como lo has hecho siempre”.
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