Transcurría la tarde del 4 de septiembre del 2001, cuando los noticieros locales de Los Ángeles informaron que un grupo de fanáticos de System of a Down (SOAD) causaban disturbios en Hollywood. La revuelta surgió luego de la cancelación de un concierto gratuito que la banda había organizado con motivo del lanzamiento del álbum Toxicity, cuya portada hace alusión a la emblemática Hollywood Sign. Los asistentes exaltados rompieron el equipo de audio y manifestaron su enojo con protestas.

En aquella ocasión, la policía impidió que la banda subiera al escenario debido a la falta de seguridad en el recinto. Las autoridades argumentaron que el show era riesgoso porque había llegado mucha más gente de la que se esperaba; aunque, nunca previeron la enfurecida reacción del público.

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“No me gustó lo que vi (en los noticieros) que estaba pasando en las calles. Pero cuando lo vi también pensé: ‘Wow, esto realmente nos convertirá en una banda popular’”, declaró el guitarrista Daron Malakian para Louder than Hell.

Tomó algunos meses para que se cumpliera la sentencia de Malakian y SOAD se convirtiera en la banda del momento. Sin embargo, su recorrido por el estrellato mundial estuvo marcado por un constante choque con la cultura popular de occidente. 

Este grupo de músicos nacidos en Armenia, pero crecidos en Hollywood, nunca encajo por completo dentro del star system de la industria musical. Sí, llenaron estadios y vendieron copias por montones, pero su lógica pareció ir en sentido contrario con lo que se podría esperar. 

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En 2003, despreciaron una propuesta para presentarse en vivo dentro de la entrega de los Grammys.

“Eso es algo que haría N*SYNC o Britney Spears, no System of a Down”, declaró Malakian.

En un nivel creativo, su rechazo al status quo se convirtió en una de sus principales temáticas. La discografía de la banda incluye canciones que critican el estilo de vida hollywoodense, los conflictos bélicos de Medio Oriente y la manipulación mediática. Por si fuera poco, los miembros de la banda han confirmado el asesino en serie californiano Charles Manson ha sido fuente de inspiración en algunos de sus temas.

Sin embargo, la polémica que rodeó al grupo traspasó el terreno de la ideología superficial y el arte.

El boom y la controversia de Toxicity

Toxicity fue un éxito rotundo, poniendo a System of a Down en lo más alto de las listas de popularidad. Por aquellos días, Chop Suey! encabezaba el Billboard 200, al tiempo que el miedo generalizado de las semanas consecuentes a los atentados del 9/11 provocó que numerosas estaciones de radio estadounidenses dejaran de tocar este primer sencillo del álbum.

Las disonancias entre el mensaje del disco y el ambiente de opinión de ese momento fueron bastante agudas. Las letras de las canciones del disco, que abordan temáticas como el consumo exacerbado de drogas y la guerra, tocaron algunos de los puntos más sensibles de la cultura estadounidense en el momento menos oportuno.

Más allá del Staples Center, puedes ver a América

con su pobre desgracia vengativa.

Letra de Deer Dance del álbum Toxicity

En medio de la polémica, Serj Tankian, vocalista de SOAD, causó una mayor controversia por externar su postura sobre una posible respuesta bélica del gobierno entonces encabezado por George Bush: “Si bombardeamos Afganistán o cualquier otro lugar para apaciguar la demanda pública, y, muy probablemente, asesinamos a civiles en el camino, estaríamos creando más mártires en una represalia contra una represalia.”

Las declaraciones provocaron opiniones divididas. Sin embargo, como narra el periodista Ben Myers en su libro sobre la banda californiana, los conflictos armados que vivió el cantante durante su infancia en Líbano marcaron su perspectiva sobre la guerra.

“Si alguna vez has escuchado un bombardeo en tu ciudad, tendrás una sensibilidad diferente sobre lanzar bombas en una ciudad”, declaró alguna vez Tankian, de acuerdo con la publicación de Myers.

En la actualidad, System of a Down se mantiene en la escena musical con algunas giras ocasionales y con entrevistas a medios especializados, en las que tanto Tankian como Malakian continúan dando sus posturas sobre temas políticos de forma esporádica. Aunque ambos son conscientes de que su manera de expresar sus convicciones son muy distintas. Mientras que Tankian intercede por algunos grupos civiles y expresa públicamente su opinión sobre las acciones de diversos gobiernos, Malakian se mantiene al margen dejando que su música y sus letras sean su principal medio de expresión.

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