La mascarilla N95 un artefacto que hoy, en la época del Covid-19 se ha robado la mayoría de los reflectores por su importancia y eficacia para combatir a este virus.

Pero, sabías que su creación y diseño tiene una historia muy peculiar, a continuación te contamos cómo una mujer influyó en la perfección de dicha mascarilla que ahora es útil para miles de personas en todo el mundo.

De un brasier a la mascarilla N95, la influencia de Sara Little Turnbull

Como suele pasar con la creación de algunos productos, todo ocurre por el ingenio de las personas y en esta ocasión, Sara Little Turnbull se encargó de utilizar el sujetador de un brasier para adaptarlo a una mascarilla N95.

Corría el año de 1958 y Trunbull trabajaba como consultora para la empresa 3M. Ella laboraba en la división de telas y envoltorios de regalos, ahí utilizaba el material Shapeen, este producto se utilizaba para crear cintas decorativas y se amoldaba a la perfección. Durante varios meses trabajó con este material, lo implementó en diferentes productos, alrededor de 100. 

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Todo esto la llevó a tomar una decisión importante, hablar con ejecutivos de 3M y así presentarles todas sus ideas. Todo fluyó de maravilla y los presentes en dicha reunión quedaron fascinados con el trabajo de Sara. De inmediato le ofrecieron implementar este nuevo material en la compañía, en específico en el diseño de una copa para brasier que se amoldara más fácil. 

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La idea no lo emocionada del todo en ese momento, hasta que su día a día la llevó a darle un nuevo uso a este componente. Ella quería darle un uso más importante, en esa época se rodeaba de personas que se dedicaban al cuidado médico de pacientes. Esto la llevó a notar que los cubrebocas que usaban en los hospitales no se ajustaban y eran incómodos para quienes lo usaban.

Aprovechando su nuevo puesto en 3M, decidió usar el llamado Shappen, para hacer una mascarilla que se ajuste de mejor manera al rostro de las personas. De nueva cuenta sorprendió a todos en la empresa y de esta forma decidieron implementar esto en la fabricación de este tipo de mascarillas.

Fue hasta 1961 que decidieron patentar dicho concepto, una mascarilla con bandas elásticas y una forma que se pudiera ajustar al rostro sin ser molesto.

El trabajo de Sara Little Turnbull la llevó a muchos lugares gracias a su experiencia con el diseño. Se graduó de la Escuela de Diseño Parsons en 1939 y después se convirtió en editora de decoración de la revista House Beautiful. También colaboró como consultora, también colaboró ​​con Corning, Revlon, General Mills y Ford, entre otros. 

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Un dato curioso, ¿por qué se llama N95? Esta respuesta es fácil y sencilla, el «95» se refiere al hecho de que puede bloquear el 95% de las partículas en el aire. 

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