Luxury in the Business World”, organizado por el consejo estudiantil de Negocios Internacionales el 29 de abril, invitó a ponentes que hablaron sobre la historia de sus empresas y su posicionamiento actual. Uno de ellos fue Corinne Ortega, directora general de la marca Salvatore Ferragamo, quien platicó a los alumnos la vida del iniciador, con el fin de crear conciencia de que con arduo trabajo los sueños se pueden cumplir.
Salvatore Ferragamo era un niño italiano al que le gustaba soñar. A sus 11 años de edad diseñó distintos modelos de zapatos. La mayoría de sus diseños eran para su hermana, ya que la situación económica de su familia era preocupante. Con el paso de los años se dio cuenta de que si quería crecer con sus diseños tenía que dejar Italia e irse a Estados Unidos. Desde los 16 años tuvo esta gran visión del mundo que poco después lo llevaría a cumplir su gran sueño.
Salvatore había estudiado física, matemáticas y anatomía. Gracias a sus estudios encontró un ángulo perfecto en sus modelos para que las mujeres caminaran sin lastimarse el arco del pie al usar zapatos de tacón. Por lo anterior en poco tiempo se volvió el zapatero que todas las actrices de Hollywood preferían, entre ellas Marilyn Monroe.
En 1960 Salvatore muere pero la familia se encarga de seguir con sus sueños. Salvatore Ferragamo se convirtió en una gran empresa que poco a poco empezó a tener prestigio internacional.
En 1997 llega a México y desde entonces ha tenido una gran aceptación por los mexicanos. En la actualidad cuenta con 30 puntos de venta, ocho boutiques y tres outlets. La meta es mantener el buen posicionamiento en México.
“El éxito se gana con sudor, no con suerte”, concluyó Corinne Ortega.
Karla Horton