Ministros de la Suprema Corte de Justicia apoyaron la revisión la reforma judicial propuesta por Andrés Manuel López Obrador por ser un atentado contra la independencia judicial.
De los temas más polémicos ahora en México es la reforma del Poder Judicial la cual ha sido objeto de protestas y paros en los últimos meses, el controvertido proyecto de ley plantea una de las más preocupantes leyes, la elección por voto popular de jueces, magistrados y ministros.
Esto nos afecta por el mismo riesgo que corremos si en las cámaras de Diputados y Senadores hay mayoría calificada, esto es, que haya mayoría de un mismo partido (ideología), causando que haya una politización en la toma de decisiones y que haya un totalitarismo.

Sin embargo, en la reciente sesión de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), realizada el jueves 3 de octubre, se admitió a trámite una solicitud de jueces y magistrados para revisarla en una fase posterior, la cual se resolvió por ocho votos contra tres que fue suficiente para ser procedente a controversia.
Aunque esto no significa que la hayan invalidado o detenido, pero si significa que se desarrollará en etapas, donde se evaluara la forma en la que se presentó la solicitud, sin invalidar reformas constitucionales, reportó El País.
Los 8 ministros fueron la presidenta de la Corte Norma Lucía Piña Hernández, Luis María Aguilar Morales, Jorge Mario Pardo Rebolledo, Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena, Alberto Pérez Dayán, Juan Luis González Alcántara Carrancá, Ana Margarita Ríos Farjat, y Javier Laynez Potisek, mientras que las, nombradas por el exmandatario, las tres ministras a favor Yasmín Esquivel, Loretta Ortiz y Lenia Batres.

Hubo un gran enfrentamiento esa noche, donde la misnitra Esquivel se pronunció en contra de aceptar el trámite que buscaba frenar la reforma, además que la ministra Lenia Batres advirtió de que esta institución este incurriendo en un “golpe de estado”.
“Si la Suprema Corte se arrogara atribuciones que no tiene, violaría el principio de supremacía constitucional, así como la división de poderes y el estado constitucional de derecho. La Suprema Corte estaría dando un auténtico, y lo digo con todas sus letras, golpe de estado al pretender someter a control constitucional el trabajo del poder constitucional reformador que ha participado en el proceso de reforma constitucional en materia de Poder Judicial”, expresó la ministra en la sesión en vivo.
A lo que los opositores argumentaron que la reforma es un atentado contra la independencia judicial.

La actual presidenta Claudia Sheinbaum declaró al otro día de la controversia que la Corte “no tiene sustento” y acusó de un “golpe aguado” por su intento de frenar la reforma, debido a que MORENA y aliados tienen la mayoría para modificar la carta magna y que la Corte no puede hacer nada al respecto.
“Están buscando la manera de parar la transformación. A la transformación, que es una decisión del pueblo de México, no la pueden parar ocho ministros de la Suprema Corte de Justicia” escribió Forbes.
De igual manera es importante destacar lo que señala el exministro de la SCJN, Diego Valadés, que un golpe de estado significa “el desconocimiento del orden constitucional por parte de un órgano constituido”, así que “lejos de ser un golpe de estado, es la defensa del orden constitucional lo que lleva a cabo la Suprema Corte de Justicia”, aseguró en declaraciones a representantes de medios de comunicación.