Este lunes, el fiscal general de Estados Unidos, William Barr, en batalla abierta por Donald Trump del lado republicano, buscó judicializar el recuento de votos de las elecciones presidenciales. Instruyó, en un memorando a los fiscales federales de todo el país, a investigar las acusaciones que sean «claramente creíbles» y afecten al resultado.

El recuento de votos de las elecciones

En teoría esa supervisión en las elecciones le corresponde a los Estados, de ahí que resulte inusual la intervención de Barr, quien recalca, las investigaciones:

“pueden llevarse a cabo si hay acusaciones claras y aparentemente creíbles de irregularidades que, de ser ciertas, pudieran afectar al resultado de la elección en ese Estado”.

Como reporta The New York Times, Richard Pilger, responsable de la división de fraude electoral del Departamento de Justicia, presentó su dimisión a las pocas horas.

“Aunque resulta imperativo que las acusaciones creíbles se estudien en el momento adecuado y de la forma adecuada, también lo es que el Departamento de Justicia se comporte con la prudencia apropiada y mantenga su compromiso absoluto con la justicia y la neutralidad”, señala la nota de Barr, avanzada por Associated Press.

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El día de la votación, 3 de noviembre, conforme el escrutinio favorecía a al demócrata Biden, el Presidente Trump anunció una campaña legal para cuestionar los resultados.

Según dijo Barr, él no redactó el memorando bajo la dirección de Trump, la Casa Blanca o cualquier legislador republicano.

Sin embargo, los críticos de Barr inmediatamente condenaron el memorando como un acto político que debía cuestionar la independencia del Departamento de Justicia de la Casa Blanca.

El partido republicano

Debido al debate que se ha planteado por el escrutinio, el mismo partido de Trump se ha dividido.

El expresidente George W. Bush y el senador, excandidato presidencial, Mitt Romney, han felicitado al ex-vicepresidente de Obama, ahora presidente electo de Estados Unidos, además de ofrecerle su colaboración.

Por su parte, Barr y el senador Mitch McConnell, han mantenido una posición intermedia. No han reconocido a Biden como presidente ni desacreditado las acusaciones de Trump, pero tampoco se han lanzado a respaldarlas.

“El Presidente tiene al 100 por ciento el derecho de examinar las acusaciones de irregularidades y estudiar sus opciones legales”, dijo McConnell. “En Estados Unidos, se deben contar todos los votos legales, cualquier voto ilegal no se debe contar, el proceso debe ser transparente y observable para todos y los tribunales están para resolver las dudas”, añadió.

McConnell y Barr, el lunes 9 por la tarde, se reunieron en el Capitolio, antes de las declaraciones del senador y el memorando del fiscal general.

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Resolución

Los Estados tienen hasta el 8 de diciembre para resolver las disputas mientras que los miembros del Colegio Electoral se reunirán el 14 de diciembre para completar el voto.

Tribunales inferiores han estado tumbando la mayoría de las demandas en primera instancia. Donald Trump tiene en la mira aún más Estados pendulares.

Con información de El País y The New York Times.

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