La Cumbre Internacional de Comunicación Política pasó por nuestras tierras no hace más de un año y ahora fue turno de la Universidad Panamericana para revestirse con el Congreso Internacional de Comunicación Política. Esta reunión de mentes experimentadas en el mundo de la política maravilló a una audiencia que pudo recibir un panorama más claro del presente y lo que este pueda provocar en un futuro nada lejano.

 

Para comprender mejor lo que implicó este magno evento en el monumento colonial de Mixcoac, platicamos con el profesor y coordinador general del área de Comunicación Política en la Universidad Panamericana, Alejandro Motta Nicolicchia, quien también fue pieza clave para poder recibir a nombres de la talla de Antonio Sola, Verónica Ríos, Yago de Marta, entre otros.

 

PREGUNTA. Entrando un poco en contexto: en febrero, la Ciudad de México albergó la Cumbre Internacional de Comunicación Política. ¿Qué tanto le aportó al país que un evento de esta envergadura pudiera estar aquí?

RESPUESTA. La noción aporta, que es una tarea natural de la Academia, un llamado a la reflexión: intentar detenernos a pensar en los procesos de comunicación política dentro de los gobiernos. Comunicar no es una parte de la política, sino que es hacer política en sí mismo. Ha sido un espacio par abrir los ojos y detener la toma de todo el aborigen de las campañas y la política caótica, pero, principalmente, para poder sentarnos a pensar.

 

P. ¿Se ha vuelto más complicada esta reflexión con el paso del tiempo?

R. Cada vez es más por la dinámica de las redes sociales, la hiperinformación que existe y las famosas fake news. Todo esto complica y hace más complejo el proceso de comunicación y, por lo tanto, hace más complicado gobernar. Tenemos ciudadanos más informados y demandantes y eso rea un reto para los políticos, el cual les exige que miren a estos ciudadanos para que no haya una desafección como la que existe hoy en día. Los políticos tienen que ser conscientes de ello y la comunicación es el instrumento ideal para que es puente se pueda generar.

 

El Presidente Donald Trump se ha convertido en uno de los principales agentes productores de los temas de posverdad y fake news.

El Presidente Donald Trump se ha convertido en uno de los principales agentes productores de los temas de posverdad y fake news. | Fuente: Brendan Smialowski / AFP

 

P. ¿Entonces qué temas son los que se deben tocar en este tipo de congresos? ¿Pensar en los tópicos de posverdad, las mismas fake news o mejor guiarlos a asuntos de cómo se deben manejar las campañas políticas para crear esta unión, teniendo en cuenta que no es lo mismo manejar un congreso que se lleva a cabo en Argentina a uno que se realiza en México?

R. Para un congreso de dos días hay que tocar un poquito de todo. Los temas clave son la comunicación de crisis, opinión pública, manejo de redes sociales, campañas de tierra y aire, organización de equipos de comunicación dentro de los gobiernos, el rol de un secretario de comunicación en un gobierno, la noción y conciencia del gobernante sobre la importancia de la comunicación y de ahí se pueden derivar 2 mil cosas. Hay que hablar de los temas que hoy están en la opinión pública y las redes.

 

P. Sobre la relación de opinión pública y los jefes de gobernación, viene un cambio bastante fuerte para América Latina si pensamos en que los dos países más importantes -México y Brasil- van a tener un contraste fuerte con López Obrado y Jair Bolsonaro. ¿Qué tan relevante va a ser que la gente se involucre en congresos como este para entender cuál es la verdadera situación del continente?

R. La oportunidad de tener a conferencistas de distintos países da justamente eso. La importancia que trae cada conferencista de sus países también es fundamental para poder alimentar los temas en agenda. Hablamos de la realidad de Latinoamérica desde el punto de vista de la comunicación política, casos exitosos y otros que no. Si hablamos del nuevo gobierno y el foco que pueda tener, tanto internamente, como externamente, la conclusión es la misma: la conciencia y reflexión de la importancia de la comunicación para gobernar, tener gobernabilidad y que las decisiones en políticas públicas tenga viabilidad de cara a nuestro grupo de interés y los ciudadanos.

 

Antonio Sola, presento en el Congreso de Comunicación Política, fue estratega de campaña electorales como las de Mariano Rajoy y Felipe Calderón. | Créditos: Jorge Herrera

 

P. Antonio Sola mencionó algo crucial en su conferencia: la ausencia y falta de participación de jóvenes en este tipo de eventos. ¿Qué nivel de importancia tiene el que esta reflexión no se quede solo con los que ya están involucrados, sino que pueda irse adentrando en nuevos participantes?

R. Los jóvenes son el segmento con más desafección. Ellos no son conscientes, en gran medida, de la importancia del rol de la política en sus vidas. Lamentablemente, parte del divorcio se da en la lejanía que ellos ven de los políticos y en realidad creen que, sin importar lo que haga uno o el otro, al político no le interesa y eso no es verdad. Las decisiones políticas es la última instancia que afecta a la vida diaria de todo el mundo, incluyendo a los jóvenes. Es crítico que los jóvenes no solo estén interesados en la política, sino que vean también por una vocación de servicio porque, si no lo hacen, los espacios se van a ocupar y con ello vemos las consecuencias en la llegada de los menos preparados. La relación es simbiótica, no todo tiene que ser responsabilidad de los jóvenes, sino también de los políticos que tienen que abrirles la razón.

 

P. Entonces, la meta principal es que los jóvenes lleguen a entender, con estas cumbres y a un largo plazo, que ellos también pueden ser parte de este entorno.

R. Exacto. Tiene que llegar a haber una voluntad de ocupar los espacios y no tenerle miedo. No hay que tenerle miedo ni a la política ni al servicio público ni a los espacios. Quien tenga la vocación y quiera hacerlo, que no le tenga miedo. La política es complicada, sí; la política es corrupción, sí, pero es por eso mismo que hay que adentrarse para tratar que las cosas no sean como son. Hay que también tratar de ayudar. Uno no va a cambiar un país o un sistema de la noche a la mañana, pero hay que pensar que, si uno no está, quizás sería mayor mal el que se hace.

 

En el aspecto europeo, el BREXIT dejó entrever la poca importancia de los jóvenes hacia los temas políticos en su votación. | Fuente: Tolga Akmen / AFP