Vincent Van Gogh tenía una inclinación por el uso del color amarillo vívido. Muchos científicos han especulado si esta inclinación  podría tener sus raíces en una condición fisiológica; sin embargo, como veremos más adelante, aún no se ha llegado a un consenso sobre su verdadera causa.

La reciente exposición de Van Gogh Alive Mx nos ha llevado a sumergirnos más en el conocimiento de este artista.  Este pintor fue un revolucionario que cambió la historia del arte sin saberlo.

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Esta exposición cerró sus puertas durante un tiempo gracias al confinamiento del COVID-19; sin embargo, ahora que está de regreso, es tiempo de adentrarnos un poco más en el «¿por qué?» de sus obras.

La «Visión Amarilla»

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Las colores de las pinturas que hoy en día apreciamos de Van Gogh han cambiado gracias al amarilleo del barniz al envejecer y a los  procesos de reducción y oxidación sufridos por los metales que formaban parte de los pigmentos cuando recién fueron pintadas. Actualmente tienen un tono dudoso entre el amarillo y el marrón como podemos ver en sus obras de «Vista del Arlés con lirios» (1888) y «Ribera del Sena» (1887)

A pesar de esta degradación de los pigmentos, es evidente que Van Gogh tenía una predilección por el uso del color amarillo vívido. Al buscar la explicación de esto, nos encontramos con múltiples teorías.

Causas e hipótesis

Los científicos han desarrollado todo tipo de hipótesis para tratar de explicar este fenómeno: desde el uso de la droga antidepresiva digitalis pupurea o un trastorno visual, hasta una explicación psicológica sobre la relación de Van Gogh con su padre. 

El Doctor Paul Gachet tiene un ramo de digitalis purpurea al lado de su mano.

La primera hipótesis propone una intoxicación por digital (digitalis purpurea). Gracias a sus propiedades sedantes y antiepilépticas, múltiples médicos de la época la utilizaban  para tratar condiciones  epilepsia y crisis maniaco depresivas. Sin embargo, el abuso de esta droga podía causar xantopsia (una alteración en la percepción de colores).

Sabemos que el Dr. Paul Gachet estaba consciente de los efectos secundarios de esta droga:

«Entendemos los efectos fisiológicos de esta planta lo suficientemente bien hoy como para temer sus peligros, y desaconsejamos fuertemente su uso, ya que puede producir síncope al desacelerar los latidos del corazón y puede causar parálisis de ese órgano».

Mientras es posible que le haya dado digital aún sabiendo estos efectos, es dudoso que Van Gogh pudiera sobrevivir a periodos prolongados de intoxicación lo suficientemente altos para inducir xantopsia y si fuera a alcanzarlos, es altamente probable que no podría pintar.

Además, esta hipótesis parte del tratamiento de digitalis que Van Gogh pudo haber recibido en el asilo Saint-Remys, pero las pinturas de Van Gogh previas a 1889 ya mostraban esta inclinación hacia el amarillo. Como mencionó su doctor, Van Gogh amaba el amarillo desde antes.

‘Oh, sí, amaba el amarillo, este buen Vincent, este pintor de Holanda, esos destellos de la luz del sol reavivaron su alma, que aborrecían la niebla, que necesitaban el calor’.

El balance de colores

También es cierto que el amarillo no era el único color predominante en la pintura de Van Gogh, pues siempre se equilibraba con el azul y/o blanco, aún de una manera sutil. Van Gogh tenía un ojo especial por el contraste de colores y no habría podido utilizar el blanco en una condición de xantopsia debido a que los azules le habrían parecido verdes y el blanco y amarillo serían para él indistinguibles. Fue el mismo Van Gogh quien dijo:

«No existiría el azúl sin el amarillo y el naranja».

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