En sus primeros años como reportera Daniela Rea tuvo como escenario al estado de Veracruz, donde escribía para la fuente social. Los temas relacionados con política –cuenta a los alumnos de la materia de Periodismo especializado durante su visita a la Universidad Panamericana en el curso de verano de 2015– eran prácticamente exclusivos de los hombres.

Daniela Rea visitó la Universidad Panamericana el 16 de junio | Foto: Marcela Méndez

De los temas de pobreza y las historias de obreros portuarios la joven periodista pasó, casi sin darse cuenta, a entrevistar a mujeres cuyos hijos habían desaparecido o a niños que habían sido testigos de la muerte de sus papás. En México la situación de violencia relacionada con el crimen organizado lo cambió todo.

Cuando terminó sus estudios de licenciatura Daniela se mudó a la Ciudad de México. Aquí, como reportera para Reforma, escribe sobre derechos humanos y conflictos sociales; persigue historias que muestran la realidad dispareja de nuestro país y en las que toma forma el periodismo como Rea lo entiende: como una oportunidad de entender al otro, como una manera de acercar a la sociedad polarizada, porque “quienes leen –explica Daniela– están alejados de quienes son noticia”. Ese entender al otro, dice la periodista, eso que nos une como personas, genera una responsabilidad que nos lleva a tomar decisiones, a preguntar qué somos ante el dolor de los demás y a ver que lo que a otros ocurre tiene que ver con nosotros.

De acuerdo con Daniela el periodista trabaja con una intención: la de desatar preguntas, encabronamientos, rabia. Un reportero no tiene que ir muy lejos para darse cuenta de que hay una realidad muy dispareja y, dentro de esa realidad, tiene que volver a escuchar a quienes todos los días hacen un ejercicio de resistencia.

Para todo lo anterior, Rea resalta que es de suma importancia que el periodista tenga mucha imaginación: para contar las historias que conoce, para que los protagonistas de esas historias se enteren de que su dolor le importa y preocupa, para que no sólo le duela lo que ve sino que trabaje en consecuencia.

Daniela Rea, miembro de la red Periodistas de a pie y coautora y coeditora del libro Entre las cenizas, aconsejó a los alumnos sobre todo ser siempre muy honestos: que su acercamiento con las personas sea siempre honesto –que tengan una auténtica empatía por el dolor de los demás– y que no generen en la gente expectativas o promesas.

Daniela es parte de la Fundación Nuevo Periodismo Iberoamericano (FNPI) como autora e impulsora de la crónica. Entre otros, su trabajo ha sido publicado en medios como Etiqueta negra, Replicante y Sin embargo; y en libros como País de muertos, 72 migrantes y Nuestra aparente rendición.

«Hay que adelantarnos a la información que publicamos»

En entrevista para Diario UP, Daniela compartió su punto de vista sobre las mujeres que cubren temas de violencia. «Yo creo que ser mujer nos hace vulnerables en unos aspectos; lo que tenemos que hacer es aprender a cubrir zonas de riesgo, prepararnos», explicó. Detalló que en este tipo de coberturas es necesario tener aliados, saber por dónde puedes huir por cualquier cosa, apoyarte en organizaciones locales de derechos humanos. También, dijo, debe haber un cuidado emocional, ya que estamos muy expuestos a mucho dolor y tenemos que saber escucharlo pero sin caer en una depresión. «Tenemos que asumir que estamos en coberturas de riesgo emocional y físico, y prepararnos». Aconsejó confiar mucho en el instinto: «cuando sientes que no tienes que ir a ese lugar, aguanta».

Además le preguntamos cómo se puede hacer periodismo sobre conflictos sin generar más violencia o dolor en quienes la viven:

«Yo creo que tenemos que ser bien responsables, adelantarnos a los efectos que puede tener la información que publicamos: tratar, antes de publicar, de cubrir todos los aspectos de los escenarios de lo que puede pasar, adelantarnos y prevenirlos… tenemos que escuchar a los familiares, cosas tan simples como [pensar] qué información puede ser muy dañina, incluso poniéndote tú en su lugar… tenemos que adelantarnos, preguntarnos cuál es la relevancia social o política de lo que estamos escribiendo y hasta dónde es puro morbo, y no caer en esa forma fácil de resolverlo».

«Y también asumir lo que ellos están viviendo: están viviendo un dolor terrible. Tenemos que ser muy abusados, a veces el Estado utiliza estrategias, nos utiliza también para publicar cosas, ¿no?… hay que tener mucho cuidado, cuando nos filtran información es porque a alguien le va a servir que se publique y hay que preguntarnos a quién le va a servir. Si la información es relevante hay que cruzarla».

En resumen, dijo, «hay que escuchar a las familias, a los familiares detrás de las víctimas, adelantarnos a los efectos que pueden tener las cosas que estamos publicando, a las lecturas y a los intereses políticos que están detrás de lo que estamos publicando».

Marcela Méndez