Algunos melodramas funcionan muy bien y otros se quedan cortos. Es obvio que Anne Hathaway y Jessica Chastain son dos de las mejores actrices de nuestros tiempos. Si alguien podría ejecutar de gran forma una historia con premisa interesante y basada en una novela serían ellas, y su papel lo cumplen pero… ¿La historia lo hace? Este es el caso de Mothers’ Instinct.
Con su elenco espectacular, Mothers’ Instinct pudo ser un thriller que fungía como el lienzo perfecto para una ópera trágica llena de pasión y dramatismo. Sin embargo, la versión que tuvimos dirigida por el novato Benoît Delhomme se queda corta en capturar esa esencia vibrante, optando en su lugar por una presentación decorosa y medida que, aunque visualmente atractiva, carece del impacto emocional necesario para dejar una huella en el espectador.
Hathaway y Chastain: la vas a ver por ellas
Aquí yace un pequeño disclaimer: su reseñador amigable ha mantenido la imparcialidad y honestidad en todo momento. Lo que es bueno, lo recomiendo, y lo que es nefasto, lo advierto; todo bajo la enorme subjetividad que conlleva cada experiencia. Esta no puede ser la excepción, ya que muchos sabrán que mi crush absoluto de Hollywood y de mis actrices favoritas es Anne Hathaway, cuya filmografía he seguido y apoyado fielmente.
Hathaway es una actriz con una carrera envidiable, ha hecho de todo, y siempre entrega actuaciones de alta calidad. Sin embargo, debo reconocer que en cintas recientes existe la sensación de que sus proyectos quedan bastante a deber. Eileen cae en la primera categoría, mientras que The Idea of You en la segunda. ¿Veré cintas solo porque está ella? Sí.
Anne Hathaway y Jessica Chastain, dos actrices de renombre con premios Óscar en sus vitrinas, asumen los papeles protagónicos de Céline y Alice, respectivamente. En una comunidad suburbana de la era Eisenhower, viven como amas de casa aparentemente perfectas. Aunque, el fatal accidente que cobra la vida del hijo de Céline desata una guerra psicológica entre las dos mujeres, marcada por la culpa, la paranoia y la sospecha. Un retrato de la destrucción de una amistad que desde el duelo cae en la ruptura de las fieles amigas, y las vidas de ambas.
Un guion diluido
El guion es demasiado convencional, atrapando a Hathaway y Chastain en una narrativa que no les permite explorar los conflictos internos más allá del duelo y la paranoia superficial. La historia está basada en la novela de Barbara Abel y es un remake del filme franco-belga Duelles . Aunque el guion de Sarah Conradt-Kroehler aborda temas como la salud mental y la opresión de la época, no profundiza en estos temas. Hay potencial para rascarle a la historia, pero esto se ve frustrado por una producción que se siente más interesada en la estética y el estilo que en la sustancia. A tal punto que se recrea toma por toma la versión franco-belga de la cinta.
Mucho fondo poca forma
No se puede ignorar la sensación de que esta versión es una adaptación diluida, no solo en comparación con la película original Duelles, sino también respecto a la novela de Abel. Esta sensación de versión rebajada causa que los personajes interesantes se vean limitados por una historia que no les permite profundizar mutuamente. Esta esterilización narrativa impide que el potencial psicológico florezca, resultando en una película que, aunque visualmente atractiva, carece del impacto que podría tener. Porque se nota en sus cimientos pero no en su fachada.
Un final de aterrizaje forzado
El final es quizás el aspecto más divisivo de la película. Aunque la historia toma decisiones audaces, la dirección de Delhomme trata el desenlace con un tono más cercano al drama emocional que al thriller psicológico. No es como que no puedan ir de la mano, o que no hayan sido presentados a lo largo del filme, pero la parte emocional se asomó nuevamente, prolongó su visita y resta la ruta del thriller que estaba ya en marcha. Esta desconexión tonal deja al espectador con una sensación de incomodidad que no parece ser la intención original del filme.
La novela de las nueve en pantalla grande
Mothers’ Instinct podría haber sido una adición memorable al género de thriller psicológico, pero se queda en una versión diluida de sí misma. Con una narrativa que no logra explorar a fondo el potencial de sus personajes y una dirección que toma el camino seguro en lugar de abrazar la exageración melodramática, la película se convierte en una experiencia visualmente atractiva, pero emocionalmente desconectada. Aunque las actuaciones de Chastain y Hathaway son lo más destacado, no logran salvar una historia que, en ultimísima instancia, resulta tan olvidable como las escenas repetitivas que la componen.
¡Nos vemos en el cine!
