Cuadro viviente en el Etadio "Venustiano Carranza" para homenajear a su Santidad.

Cuadro viviente en el Estadio «Venustiano Carranza» para homenajear a su Santidad

Hoy el papa se encuentra en Morelia, la capital de Michoacán. Una tierra que durante los últimos años se ha visto envuelta en terror y violencia, en este día tiene la oportunidad de respirar en paz y gozar la presencia del jefe de la Iglesia católica.

Nuevamente, hemos atestiguado una santa misa. Pero ésta tiene un sabor especial. Y es que ahora se dirigió a los siervos de la Iglesia, aquéllos a los que la vocación ha llamado para dedicarse de por vida al servicio religioso.

En el Estadio ‘Venustiano Carranza’, el santo padre se reunió con sacerdotes, religiosas, religiosos, consagrados, y seminaristas, a quienes ofreció guía y consejo para vivir y transmitir su fe al máximo.

“Dime cómo rezas y te diré cómo vives,” citó el papa Francisco, “porque mostrándome cómo rezas, aprenderé a descubrir el Dios que vives y, mostrándome cómo vives, aprenderé a creer en el Dios en el que rezas”. Palabras dirigidas a quienes han entregado toda su existencia a la oración y la búsqueda de Dios.

El pontífice no dejó nunca de recalcar la importancia de realizar la oración como  estilo de vida, incorporarla a lo cotidiano. Recordó como en Jesús invocar al Padre nuestro “no tiene el gustillo de la rutina o de la repetición, al contrario, tiene sabor a vida, a experiencia, a autenticidad. Él supo vivir rezando y rezar viviendo.”

El papa Francisco puso como ejemplo la perfecta predicación de Jesús. Él predicaba con el ejemplo: rezaba con el pueblo, vivía con la gente, comía, dormía, pensaba, existía con ellos. Jesús oró con la gente y por la gente, y así logró llevar la palabra de Dios a todo el mundo. Se trata de un viaje permanente para encontrarse con Dios, pues la primera llamada de Jesús “es a introducirnos en esa nueva dinámica de amor, de filiación. Nuestra primera llamada es aprender a decir ‘Padre Nuestro’”.

Esto resuena con eco singular a raíz de los mensajes que ha pronunciado ya durante esta visita, como el que dio a obispos en la Catedral Metropolitana y en el que convocó enérgicamente a recuperar la humildad. En esta ocasión, el papa llamó a luchar contra la tentación, a mantenerse limpios para transmitir esa pureza a los fieles.

El santo padre exhorta, urge, a que los religiosos no caigan en la tentación de resignarse. Afirmó que la resignación es una de las armas preferidas del demonio, una que brota de ambientes dominados por la violencia, la corrupción, el narcotráfico, la indiferencia, y el desprecio hacia la dignidad humana. “Una resignación que nos paraliza y nos impide no sólo caminar, sino también hacer camino, que no sólo nos impide proyectar, sino que nos impide arriesgar y transformar.”

El papa evocó también el ejemplo del “Tata Vasco”, Vasco de Quiroga, electo primero obispo de Michoacán en el siglo XVI. Lo que distinguió al «Tata Vasco» de otros predicadores fue su cercanía con el pueblo purépecha. El obispo se percató de cuánto sufría la gente y, en vez de permanecer como espectador pasivo, puso manos a la obra y luchó por mejorar la vida en la región. Esta lucha fue precisamente la que le ganó el título de Tata. Padre, papá… Abba.

Tras su mensaje, el Obispo de Chilpancingo-Chilapa, monseñor Salvador Rangel, le dirigió un mensaje de agradecimiento, recalcando que la presencia del pontífice en Morelia es una invitación a volver a la humildad del Evangelio y a la misericordia entre unos y otros.

Al terminar la misa, el papa se tomó unos momentos para recorrer el estadio y saludar a los asistentes, mientras los gritos “¡El Papa Francisco es Jesús de Nazaret!” y “¡Viva el México Guadalupano!” le acompañaban por doquier.

Una multitud que desbordaba entusiasmo prácticamente exigió al pontífice que se quedara más tiempo, que los mirara, que diese otra vuelta alrededor del estadio. El papa, siempre complaciente, recorrió un poco más la pista. El público enloqueció. Incluso cuando el vehículo oficial ya se alejaba del recinto, los gritos de amor le acompañaron hasta que su figura se alejó definitivamente.

Hoy el papa continúa su agenda en Morelia con una visita a la Catedral de Morelia y el tan esperado encuentro con jóvenes en el Estadio «José María Morelos y Pavón».

Michelle López