Perú: cuna de la cultura inca, famoso por su gastronomía y por la amabilidad de su gente, sede de una de las siete maravillas del mundo y, no obstante, un país del que se oye poco en México.
A pesar de ser un país con una amplia y rica herencia cultural conocemos poco del arte peruano: rara vez oímos de alguno de sus artistas, difícilmente se nos ocurre un músico oriundo de Perú sin meditarlo unos minutos y a veces es extraño tener en nuestro MP3 canciones creadas en dicho lugar.
La escena musical peruana es pequeña, sin embargo, están surgiendo artistas y propuestas en este país sudamericano que valen la pena conocer.
Alex Darko es una de estas propuestas. Influenciado por la música anglosajona y con su álbum debut, Polaroids(2013), se perfila como uno de los músicos que podrían dar el salto hacia la escena global.
Con el propósito de dar a conocer nueva música y saber más sobre este novel artista, Diario UP lo entrevistó. Esto, fue lo que nos platicó:
Les dejamos Polaroids para que lo oigan al mismo tiempo que leen
Al ver tu nombre yo te imaginaba vestido de negro, con una actitud oscura y un proyecto musical de metalcore o algo por el estilo. Pero no es así, ¿por qué elegiste llamarte Alex Darko?
Jajaja Todo comenzó cuando estuve estudiando idiomas en la EF International School en Nueva York. Pensé que al estar en un nuevo lugar estaría bien tener un nuevo nombre. Todos sabían que me llamo Oscar Díaz y dije: “¿Por qué no me pongo Alex?” En cuanto a Darko, había una chica que me gustaba mucho y un día me dijo: “¿Oye puedes venir a mi cuarto?”. Llegué emocionadísimo y, de repente, me regaló la película de Donnie Darko.
Cuando me fui de allá estaba triste por dejar a mis amigos. De repente, un día abrí el DVD y había una nota de dos páginas en la que me decía que le gustaba mucho, así que decidí llamarme Alex Darko.
Además, darko en serbio significa “el que tiene un don”, así que, en cierto modo es: Alex “el que tiene un don”; me gustó.
¡Eso explica todo! Polaroids tiene muchas canciones que hablan sobre temas de amor, ¿está relacionado con ella?
Mira, los primeros ocho años de mi vida fui criado por mujeres, estaban: mi tía, dos primas, mi hermana, mi mamá y una empleada de mi abuela. Éramos cuatro hombres, pero mi tío siempre estaba trabajando, mi abuelo no salía de su cuarto y mi papá era perseguido por un dictador. Así que fui criado entre mujeres y, en cierto modo, me ayudó a conectarme con mis sentimientos, estar más atento a ellos, saber cómo tratar a una mujer. Pero, conforme he ido creciendo, me he dado cuenta de que no las entiendo nada, son todo un mundo.
Entonces, cuando hago canciones de amor o para chicas es, básicamente, porque estoy haciendo música para lo inalcanzable y lo desconocido. Pero, también hay canciones que no son sobre chicas, son más personales: sobre amistad o cuentos que escribí cuando era chico.
Y cuéntame, ¿cómo iniciaste en la música? Tengo entendido que tomaste clases de guitarra, te saliste y aprendiste de forma autodidacta. Entonces, ¿cómo te inmiscuiste en este mundo de la música y cómo aprendiste a tocar?
Siempre he tocado guitarra, me gusta decir que empecé a los 17 años, tomé cuatro clases de guitarra antes, me salí y dije “no me van a enseñar nada acá”. Me puse a cantar en bandas, canté en muchas pero se disolvían a cada rato.
Cuando tenía 17 años decidí que no podía depender de nadie, comencé a tocar guitarra y cuando viajé a Nueva York toqué más, mejoré con YouTube y con la ayuda de amigos guitarristas de por ahí.
Lo que me parece curioso es que hago mi propia música porque nunca pude hacer la música de otros. Nunca pude sacar covers bien, no soy un gran guitarrista; me considero un compositor pero no un gran guitarrista.
¿Cuáles son tus influencias, qué música escuchas y qué música influenció tus composiciones?
Trató de escuchar de todo, si has escuchado Polaroids te das cuenta de que cada canción es de un género distinto o, al menos, trata de serlo. Siempre trato de nutrirme, ser como una esponja y absorber toda la esencia de esa música. Si tuviera que mencionar algunas bandas, yo diría que están Nirvana, Smashing Pumpkins, los Beatles, Elliot Smith, Radiohead y System of a Down, que es completamente distinto a lo que hago.
Me abro a todas las posibilidades y trato de disfrutar cada género, pero obviamente hay géneros que no me gustan.
¿Por qué no me mencionas algún género que no te guste y por qué?
¡Me gusta esa pregunta! Es como decir cuáles son mis no-influencias musicales.
¿Recuerdas el canal HTV? Pasan reguetón, latin y bachata. Esa clase de música me parece bien vacía, no me gusta porque siento que las letras las hacen por hacer. Pienso que, al final: “Chévere, sales en HTV, sales con todo el bling bling, con todas la chicas bailando y lo que tú quieras; pero tu música no dice nada, no estás siendo sincero contigo mismo, sólo quieres que te sellen, ganar plata”.
Me comentabas que te consideras más un compositor que un guitarrista, ¿cuál es tu método de composición?
Soy muy rutinario y tengo un método, lo que hago es: vivo un poco, siento un poco y, cuando ya tengo todas esas emociones, lo hago unas notas de guitarra, lo paso a una grabadora digital y, antes de dormirme, lo conecto a una radio y lo escucho miles de veces. Doy vueltas por el cuarto, me siento, lo estoy escuchando constantemente y un día…¡PUM! Viene la letra y pasa.
Cuéntame, ¿por qué le pusiste de nombre al álbum Polaroids? ¿Por qué elegir esta marca que es, un poco, una cámara de culto entre los fotógrafos? No sé si tengas alguna pasión por la fotografía…
Bueno, te cuento que yo soy malo tomando fotografías (risas). No es que lo odie, simplemente estoy negado para eso, hay tantas cosas en las que puedes ser bueno como en las que no.
Para mí la cámara Polaroid es el símbolo que representa a nuestra generación, queremos todo en el instante.
La cámara Polaroid significa instantes, si escuchas mis canciones, o las de cualquiera, te vas a dar cuenta de que son instantes y giran sobre instantes, no sobre hechos. Por ejemplo: cuánto dura un beso, cuánto dura un aplauso, cuánto dura un bien; todos duran segundos. Entonces, para mí, Polaroid siempre ha sido el rostro de una generación. Todos queremos captar instantes.
Me parece una concepción interesante, pero bueno, quiero preguntarte, y estoy seguro de que lo hacen a menudo: ¿por qué cantar en inglés?
Todas mis influencias, o la gran mayoría de ellas, como 99 por ciento, son en inglés.
A veces la gente te puede decir “¡Ah! Cantas en inglés, ¡que alienado!”. Pero no es así, las óperas están hechas en italiano, y la gente que canta en italiano y no es italiana no está alienada, sólo que la opera viene de ahí.
Además, en inglés puedes crear palabras, monosílabos, es fácil.
¿ Y cómo es el nivel de inglés en Perú? ¿No te ha afectado? Porque en México pasa a menudo que un artista mexicano que canta en inglés no es escuchado por cantar en ese idioma…
Mi disco ha tenido buena recepción porque, aunque la gente no entienda el inglés, se identifica con las melodías. Por eso en mi página de Bandcamp les he traducido las letras, para que la gente las lea.
Y no es que esté privado de hacer música en español. Yo siento que cuando pueda escribir una buena canción en español, lo haré. Pero, por lo pronto, me quedo con el inglés.
Te mencionaba que tienes cierto parecido con Billy Talent; cuando oí “Dreams” me pareció que también hay parecido con la música de All Time Low. No sé si los has oído, te gusten o si te guste el pop punk…
Hubo una época donde me creía metalero y otra donde me creía punk. Era el chico rudo con las púas, pelo negro y cadenas. Después escuché punk, pero nunca fui mucho de ese género.
Lo que admiro del punk es que es un género que me enseñó mucho. Me enseñó el “hazlo tu mismo, no importa si suena mal, tú lo puedes hacer todo”. El punk nació como una respuesta ante estos grupos que hacían acordes complicados y que era virtuosos. A final de cuentas, el punk dice: “Ok, no puedo tocar tu canción pero hago mis propias canciones”. Eso fue lo que me nutrió del punk.
Tienes una canción que se llama “Simple Things”, ¿de qué trata?
“Simple Things” es mi canción favorita de Polaroids. Tuve como seis meses de sequía, no componía nada, estaba un poquito decepcionado porque había terminado con mi banda.
Un día llegué a la universidad y conocí a esta chica que tenia pelo verde y que me gustaba mucho. Me la encontré en una banca y, espontáneamente, salió una conversación. Ese día regresé a mi casa y compuse “Simple Things”; y no necesariamente porque haya estado con una chica, habla sobre que me gustan las cosas simples del amor.
Básicamente es eso, es una canción sobre cómo la amistad se convierte en romance y siempre me pareció muy bonito.
Tienes otra canción llamada “Julien Donkey Boy”, que, como comentabas, suena más a metal, a rock. Se parece un poco a “Ain’t it fun” de Guns’n Roses. ¿Qué tanto influyen en la canción y de qué trata?
Guns’n Roses no me gusta, siempre los he encontrado muy pretenciosos, pero hay de todos los gustos.
Te cuento que al principio no estaba pensada para el disco porque dije: “Esta canción es completamente distinta, no va a quedar en el disco, nadie va a entenderlo”.
Julien Donkey Boy es el título de una película que me dejó en shock. Es una película del cineasta Harmony Korine. Te deja en shock; después de verla tuve que meterme a bañarme porque estaba demasiado tenso.
Y había una técnica que utilizan los artistas dadaístas llamada cadáver exquisito, lo que haces es pegar recortes y hacer una canción. Básicamente, “Julien Donkey Boy” fue eso para mí.
Hablando un poco de Perú… ¿Cómo es la escena musical allá?
Mira, algunos dicen que hay una escena, otros que hay una escena en pañales y otros creen que es inexistente. No creo que realmente haya una escena, lo que sí te puedo decir es que hay buenas bandas: hay una banda que me gusta mucho, se llama Las Amigas de Nadie y acaban de ir a México.
¿Has tocado en otro país además de Perú?
No sé si tocar en las calles de Nueva York cuente como tocar fuera del país (risas). No, nunca he tocado fuera del país, pero me encantaría.
¿Qué países te gustaría visitar?
México, me encantaría ir porque hay una cultura musical amplia; me han dicho que la recepción es buena en Estados Unidos y, también, me gustaría ir a Tokyo y ,chance, a Europa, a España. Mi manager vivió ahí un tiempo y me dice maravillas de España, me encantaría ir a Madrid, sería un sueño hecho realidad.
Como última pregunta, Polaroids salió hace dos años, ¿Estás trabajando en nuevo álbum o qué se viene en el futuro?
Sí, estoy trabajando en un segundo disco, ya está mezclado todo, sólo falta terminarlo y probablemente lo saque el próximo año. Es un material folk, más influenciado por músicos como Elliot Smith y Daniel Johnston.
Creo que ahí van a encontrar un mejor estilo en composición de letras, he visto una mejora, ya no son tan simples: son más directas y crudas.
Del futuro no sé, es incierto, me gusta vivir el presente, pero si tuviera que pensar, me gustaría ver otros países.
Igal Weintraub (@igalws)