Lorenzo’s Oil (1992) es una obra maestra olvidada en el tiempo. No solo por su guión que sabe sumergirte y engancharte en un relato biográfico con un tema poco usual sobre enfermedades genéticas, sino que tiene otros elementos valiosos como una cinematografía que denota una maestría por establecer el tono de cada una de las diversas situaciones a las que se enfrentan los personajes e integra actuaciones que cruzan las expectativas de una simple representación.
La historia de Lorenzo’s Oil
La historia, basada en hechos de la vida real, cuenta la vida de Lorenzo Odone (Zack O’Malley), un pequeño de 6 años que comienza a tener un cuadro de síntomas extraños, como ataques repentinos de furia. Después de incansables estudios, los médicos le detectan una enfermedad que apenas y se conocía en ese momento, ALD (adrenoleucodistrofia). Esta enfermedad impide la eliminación de una grasa del cuerpo, la cual, en exceso, descompone las neuronas y al cerebro. Todo esto genera en menos de dos años mueras, sin antes pasar por la pérdida de cada una de tus facultades físicas.
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Lorenzo tiene sus días contados. Afortunadamente, hay una dieta que apenas se está probando y muchos otros tratamientos. Pero al cabo de unas semanas, la situación de Lorenzo solo ha empeorado y la dieta no ha hecho más que subir los niveles de la grasa que afecta al cerebro. Sus padres no se dan por vencidos, así que Michaela (Susan Sarandon) y Augusto Odone (Nick Nolte) harán todo lo posible por cubrir las necesidades de su hijo y se proponen estudiar medicina, biología, y todos las materias que puedan aportar a encontrar una cura a la maldición genética de Lorenzo.
Una enfermedad en la pantalla grande
Uno de los temas poco comunes que resalta la película es la enfermedad de Lorenzo. La historia entrelaza momentos tristes o inspiracionales junto con la información detallada de cómo funciona el ALD. También aborda los descubrimientos acerca de las grasas y células que van haciendo los padres del niño en sus horas de estudio, datos que serían poco interesantes en otras películas dramáticas. Pero esta cinta logra mantenernos pegados en la pantalla durante dos horas y diez minutos.
Además de la ciencia, la película habla sobre el amor de dos padres por su hijo. Por un lado la lucha por mantener su relación ante el sufrimiento del pequeño, el papel de los doctores en cuidar e investigar simultáneamente a Lorenzo y la esperanza de vivir ante las adversidades.
El director
George Miller, el aclamado director y guionista que ha dirigido otras películas como la saga de Mad Max, menciona que la historia la estructuró con el viaje del héroe de Joseph Campbell. Esto le permitió en su papel de dirección establecer claramente quiénes serían los héroes de la película. Ellos deben adentrarse en lo desconocido para encontrar un conocimiento que pueda salvar a su hijo.
Un trabajo especial en el guion
El guion va más allá de una simple estructura. Asume el reto de integrar el drama de la vida de una persona real en una historia de ficción, la cual está llena de datos científicos por explicar.
Y por supuesto que las actuaciones merecen un reconocimiento. Zack O’Malley, el niño de siete años que interpreta a Lorenzo, logra adentrarse tan bien en el papel de un enfermo con ALD, que provoca dudas sobre la manera en que logró esa interpretación tan realista. También, la actuación de Nick Nolte, el padre Italiano de Lorenzo, transmite una actuación memorable como esposo cariñoso y padre desesperado por su hijo.
Miller muestra sus dotes de director y nos entrega una pieza trágica y mágica simultáneamente. Nos conduce por momentos al borde de la locura y desbordados de felicidad. Más allá de recomendar la película, quien quiera ver una cinta clásica del cine llena de amor y compasión, podrá ver Lorenzos Oil sin dudar de sus grandes atributos.
Ficha técnica: Lorenzo’s Oil (Un milagro para Lorenzo) Año: 1992 País: USA Género: Biografía y Drama Duración: 2 hr 9 min Clasificación: PG-13 Director: George Miller Actores: Zack O’Malley, Nick Nolte, Susan Sarandon ¿Dónde ver? Netflix.