De las cosas que más cambiaron con la llegada de la pandemia fue la manera en la que aprendemos, tomamos clases, cursos y más. De un día para otro tuvimos que pasar de ir a la escuela a interactuar con nuestros compañeros y profesores, a estar sentados frente a una pantalla algunas veces por más de 10 horas al día. Empezaron los retos de las clases en línea.

Los retos de las clases en línea 

En general entre la mayoría de los estudiantes hay un consenso de que lo más difícil ha sido la adaptación del aprendizaje en las clases presenciales a las clases en línea. Por un lado, en los salones de clases la atención podía ser solamente puesta en el profesor. Ella o él, la persona parada frente a ti y casi casi no había manera de ignorarlos. Al pasar a la modalidad en línea, las diferentes pestañas que se pueden abrir en un ordenador son varias y con ellas vienen las distracciones que no nos dejan solos en ningún momento.

La conexión a Internet ha sido otro problema. El estado de la conexión en los hogares de los estudiantes es sumamente relevante. Sin este recurso es prácticamente imposible realizar las tareas y trabajos que diariamente les dejan para sustituir el aprendizaje presencial. 

Sin conexión no hay manera de poder entrar a clase, incluso si la conexión es débil el hecho de que constantemente se esté trabando la voz de los maestros es frustrante y es imposible conectar dos ideas en una misma oración.

Ver una pantalla por largas horas también tiene efectos negativos en nuestros cuerpos. No estamos acostumbrados ni hechos para estar sentados todo día viendo una pantalla. Los efectos que la luz tiene en nuestros ojos son dañinos, por lo que es recomendable empezar a usar lentes de protección de la luz azul. 

Nuestra postura es gravemente afectada pues estamos inclinados hacia la pantalla la mayor parte del tiempo y eso puede llevar a tener problemas de fatiga, respiración, dolor de espalda, entre otros.

¿Qué ha pasado con otras carreras?

Claro que hay retos que todos podemos ver en general, pero también hemos notado que dependiendo de la carrera que estudies, hay retos que son más complicados de solucionar que otros.

Ana Paulina Ramirez, estudiante de psicología en la UP, comenta que de los retos que se ha encontrado en su carrera es la adaptación de prácticas clínicas que tienen que cumplir cada semestre. Hay diferentes tipos de prácticas en donde es necesario tener contacto con las personas con las que estás hablando, para poder aprender del comportamiento, y aunque sabemos que ahora no es posible, si influye en la manera de aprender ciertos temas.

“Como alumno te vuelves más autodidacta en línea, tienes que poner más atención a las clases porque en tu casa hay más distracciones” comentó Ramirez sobre los retos de aprender en su casa.

En otras carreras como ingeniería en innovación y diseño, las clases han sido prácticamente autodidactas. Aunque cuentas con el apoyo de los profesores de manera virtual y hay asesorías virtuales, realmente se multiplica lo complicado cuando tienes que aprender a soldar o cortar maderas desde tu casa. Hay clases que no se han podido adaptar por completo por la falta de laboratorios, y por lo tanto la experiencia de los alumnos queda incompleta. Una ventaja es que los materiales siguen siendo responsabilidad de la facultad, por lo que para sus proyectos siguientes servían. 

“Creo que se ha resuelto como se ha podido, aunque no puedo decirte si es bueno o malo y solo es cosa de seguirnos adaptando ” dijo Jimena Corona, estudiante de ingeniería en innovación y diseño.