En día de muertos, en la capital de México, miles de personas se reunieron en la Arena Ciudad de México para un concierto que prometió mucho. Esa noche, tres bandas con largas y exitosas trayectorias en la escena internacional del heavy metal se preparaban para presentarse ante sus fans: Helloween, Arch Enemy y Kreator.
En punto de las 20:00 horas, Kreator inició su presentación. El setlist preparado por la agrupación incluyó temas de sus más recientes producciones, así como los clásicos que los llevaron a la fama en la década de 1980.
Mille Petrozza, líder de la banda, no tardó en expresar lo mucho que le gusta tocar en nuestro país e invitó a las personas a dejar ver su euforia: “Ha llegado la oportunidad de demostrarle al mundo lo que son capaces de hacer las personas en México”.
El público responde de inmediato formando varios circle pit en la pista del recinto y agitando la cabeza al ritmo de cada una de las canciones.
Con solo 45 minutos de actuación, la banda demostró porqué es considerado uno de los cuatro grandes del thrash metal teutón.
La siguiente banda en apoderarse del escenario es Arch Enemy, quienes visitan nuestro país como parte de la gira promocional de su más reciente álbum, Will to Power.
Los suecos dejaron en claro que su nueva música los sigue manteniendo vigentes en la escena internacional. Más de la mitad de las canciones que interpretaron esa noche fueron compuestas en su nueva etapa, luego de que Alissa White-Gluz se convirtiera en su nueva vocalista.
Con su potente death metal melódico, el grupo encabezado por Michael Amott hizo saltar a miles de espectadores.
Finalmente, llegó el turno para presenciar el show de Helloween, quienes se presentaban por segunda ocasión en la capital del país con su gira Pumpkins United, que reúne a la actual formación, con los miembros originales de sus discos más exitosos.
La banda, formada en Hamburgo hace más de 30 años, logró que miles de fanáticos corearan a todo pulmón cada rola.
Andi Deris, actual frontman del grupo, no paró de dialogar con la audiencia hablando español con acento extranjero.
El cantante dijo que era una noche especial, pues además de ser una gira histórica, era día de muertos en nuestro país.
Uno de los momentos más emotivos de la noche fue cuando se le rindió homenaje a Ingo Schwichtenberg, baterista que participó en los primeros cinco álbumes de Helloween y falleció en 1993.
El tributo consistió en un solo de batería de Dani Loble, actual percusionista de la banda, quien fue acompañado por Schwichtenberg a través de grabaciones realizadas en vida.
Durante casi dos horas, los siete alemanes se divirtieron en el escenario, al tiempo que llevaban al público en un recorrido por la trayectoria de Helloween.