Los deportes y la fotografía son inherentes uno del otro. La velocidad de la actividad deportiva demanda al fotógrafo capturar momentos que quedarán postrados para la eternidad en un ínfimo instante. Ese momento irrisorio de una escena fotogénica en movimiento puede recorrer el mundo entero, gracias a la decisión oportuna del retratista. El fruto de un fotógrafo los disfrutamos habitualmente en sitios web, revistas, redes sociales y más, pero no siempre apreciamos a la persona que está detrás de la lente. Por esa razón nos hacemos la siguiente pregunta: ¿Cómo es la vida de un fotógrafo deportivo en México?

Un fotógrafo con futuro en el mundo deportivo

Para entender más sobre esta intrigante labor, platicamos con Rafael Vadillo, talentoso fotógrafo mexicano. Él nos brindó una perspectiva poco conocida de la labor del fotógrafo deportivo en cancha. De nombre Rafael Armando Vadillo Santos, con 25 años de edad, estudió la licenciatura en Ciencias de la Comunicación en la Universidad Autónoma de México; ahí encontró su pasión por la fotografía. Es un apasionado de la actividad deportiva. Su labor lo ha llevado a cubrir futbol, voleibol, básquetbol, futbol americano universitario, béisbol, pentatlón y tenis.

«Lo mío era estar en la cancha, tomando fotos (…) Lo único que hice de foto fue tomar un taller de foto básica.»

Rafael Vadillo

Rafael es un claro ejemplo que no siempre es necesario especializarse en una labor para tener éxito en la misma. Su pasión por el deporte, las ganas de estar lo más cerca de la acción y la constancia son lo que ha llevado a retratar de cerca el mundo deportivo. Lleva tres años siendo parte de la agencia de fotografía deportiva Imago7, la agencia oficial de la Liga MX y de la Selección Mexicana. Él comenta que ser parte de este proyecto no es la única forma de llegar a ser un fotógrafo deportivo.

«Hoy en día muchos fotógrafos alrededor del mundo son freelance. Hay fotógrafos que se acreditan por trayectoria y le venden su material a medio que por X o Y razón no tienen fotógrafo o quieren una foto distinta. No es necesario por completo pertenecer a una agencia.(…) En México, el negocio está muy cerrado a agencias y a los pocos fotógrafos de periódicos que aún quedan. Pero alrededor del mundo hay muchísimos fotógrafos freelance

Rafael Vadillo

¿Cómo es la experiencia de estar en un evento deportivo?

Al igual que los jugadores, la organización de un partido requiere horas y hasta días de preparación antes de que se lleve a cabo el encuentro. Lo mismo ocurre con un fotógrafo deportivo. Hay jornadas en las que se deben de cubrir hasta siete partidos en un fin de semana, por lo que cada jornada involucra transporte y preparación. Dependiendo el evento, un fotógrafo deportivo llega a concentrarse y a viajar con el equipo antes y durante la competición en cuestión. Situaciones comunes en partidos de la Selección Nacional. Se vuelven parte del día a día de los jugadores.

Rafael, al laborar en la agencia oficial de la Federación Mexicana de Futbol, usualmente trabaja partidos de la Liga MX. Pero no se limita a cubrir el partido de primera división, sino que, en muchas ocasiones está presente en los partido preliminares de categorías inferiores.

«Normalmente, un partido de Liga MX siempre viene acompañado de fuerzas básicas. (…) Para un juego de fuerzas básicas, trató de llegar media hora antes. (…) Para un partido de primera división tratamos de llegar entre tres y dos horas antes, para poder hacer toda la parte previa; las llegadas, el color, aspectos de COVID.»

Rafael Vadillo

La estrategia y organización

El lugar óptimo para un fotógrafo de cancha es lo más cercano al banderín de esquina, atrás de la línea de meta, del lado de donde se encuentran las bancas. Desde que regresó el futbol, tras el parón por la pandemia, el organizador del estadio asigna la mayoría de los lugares. Ahí permanecerán durante todo el partido y estarán capturando los 90 minutos.

Durante el Preolímpico de la CONCACAF, Rafael cubrió durante un mes a los posteriormente medallistas de bronce. Cubrió cada día a los seleccionados durante todo el torneo, en Guadalajara. Además de cubrir los partidos, Rafael atestiguaba los entrenamientos, las charlas técnica, las comidas, etcétera. Se convirtió en una parte de la dinámica del grupo de seleccionados.

Los retos de ser fotógrafo deportivo

Al desempeñarse como fotógrafo deportivo, existen una cantidad de desafíos importantes, tanto laborales como físicos. Los fotógrafos deportivos tienen que cargar una gran cantidad de equipo y permanecer por horas en la misma posición, mientras que tienen que mantener toda su concentración tomando en cuenta que tienen a miles de personas a sus espaldas. Capturar una fotografía conlleva un trabajo detrás, tanto de preparación como de la realización de la labor. La decisión de capturar un momento tiene que venir acompañada de un rigor y conocimiento técnico de la fotografía.

En la actualidad, los fotógrafos de cancha llegan a estar ocho horas bajo el sol o con lluvia y todo el tiempo con cubrebocas, lo que llega a ser una atenuante más.

Para Rafael, ser joven y fotógrafo deportivo puede llegar a ser un reto, ya que no cuenta con la misma experiencia que fotógrafos mayores o experimentados.

«Te enfrentas a gente de experiencia, hay cosas que solo la experiencia te las da; cómo tratar algunas coberturas completamente con experiencia. Al mismo tiempo es una responsabilidad, porque lo que estoy cubriendo es de alto calibre (…) cubro a la Selección Mexicana, final de Liga MX. También es una responsabilidad, porque somos el futuro, nosotros recae lo que será la fotografía deportiva en el futuro.»

Rafael Vadillo

Un reto para él, en este contexto de la pandemia, es que su trabajo y él son la única ventana para las personas que no pueden acceder al estadio. En sus fotografías recae la carga de tener que contar una historia, que pocos pueden observar. Al no contar con gente en las tribunas, es complicado no ser repetitivo, ya que solo cuentan con la acción del juego y no con el color de los aficionados. Además, la gran mayoría de las fotos no conllevan post producción, las fotos son publicadas cómo son capturadas, es un retrato fiel de la acción.

«El reto siempre es poder contar la misma historia de una forma más atractiva cada vez, sin caer en la repetición. Es buscar nuevos retos e incluso aprovechar las nuevas condiciones para hacer cosas que antes no se podían.

Rafael Vadillo

El fruto de trabajar arduamente

A diferencia de otras profesiones, el resultado del deber cumplido es totalmente tangible. Una buena fotografía puede ser portada de todos los periódicos nacionales. En promedio, un fotógrafo deportivo captura en promedio mil 500 fotos por partido, de las cuales, solo se publican 60 que cuentan de mejor forma la historia del partido. El fruto de su labor es poder, por medio de imágenes, retratar momentos ínfimos que relaten una crónica fidedigna de los hechos. Ver su trabajo publicado es un generador de satisfacción.

«Te llena de gusto saber qué, bien o mal, estabas ahí. Capturas un momento lo suficientemente bueno y preciso para contar la historia de lo que pasa. Para una portada están eligiendo a una foto para decir, esto es lo más importante. La famosa ‘nota de ocho’ es tu foto.»

Rafael Vadillo

La decisión ínfima de capturar un instante puede tener una repercusión nacional e internacional. Puede considerarse que si no se tiene una captura de cualquier momento en la cancha, pareciera que no ocurrió. La experiencia de un fotógrafo deportivo es singular. Es una sensación totalmente diferente a lo que vive un aficionado.

Logran congelar emociones y situaciones, naturalmente en movimiento. Fungen como héroes anónimos, capturan escenas épicas que quedan grabadas para siempre, pero no hay tal reconocimiento a la persona. El trabajo y preparación previa de un retratista, se reduce a una cuestión de milisegundos, tiempo suficiente para trascender a la historia.