El día de hoy en la misa en agradecimiento de la beatificación de Álvaro del Portillo celebrada en Valdebebas, Madrid el actual prelado del Opus Dei, Javier Echevarría, recalcó que lo sucedido en este par de días es una gran reunión familiar para agradecer la labor del nuevo beato.

Cada uno de los involucrados ha participado de manera distinta. Desde los asistentes de más de 80 países, los sacerdotes que han concelebrado y confesado, los miembros del coro y los propios organizadores han sido piezas clave para el correcto desarrollo de la ceremonia.

Foto: Carmen Quintanilla

Destacó el trabajo de los voluntarios: un gran equipo de 3 mil 500 jóvenes de distintas ciudades y países que se dieron a la tarea de llevar a cabo la logística del evento. Su inscripción en Internet les permitió unirse a las distintas tareas a realizar.

Entre sus labores estuvo la ayuda que proporcionaron a las personas mayores y con alguna discapacidad para moverse dentro del recinto y acomodarlos en sus lugares. De la misma forma, cada área fue delimitada por vayas de jóvenes que repartieron agua y jugo durante la espera de la misa.

Otra actividad importante consistió en atender las urnas de donativos a lo largo del parque. Ahí los asistentes al evento podían depositar alguna cantidad monetaria para cubrir los gastos del evento y para apoyar a distintas causas sociales impulsadas por el beato Álvaro del Portillo.

Foto: Carmen Quintanilla

Asimismo, su participación supuso un previo entrenamiento de capacitación. Uno de los voluntarios nos comentó: “Tomamos un curso con el personal de SAMUR (protección civil) y con la policía para estar preparados para cualquier situación».

Muchos de ellos pertenecen a escuelas del Opus Dei que les extendieron la invitación a participar del evento y otros lo buscaron de manera proactiva, tal es el caso de un par de mexicanas natales de la ciudad de Monterrey que se apuntaron para vivir el evento de una manera distinta y ayudando a los demás.

El día de ayer durante la ceremonia el Prelado agradeció su participación y ayuda, ya que fue gracias a ellos que esta gran reunión familiar pudo transcurrir de manera organizada y fluida. Tal como nos dijo una voluntaria: «Es una gran oportunidad para conocer gente de todos lados, mientras haces algo bueno para La Obra y para los demás».

 

Carmen Quintanilla