En 2023, del 1 al 6 de agosto, se llevó a cabo la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) en Lisboa. A un año de su conclusión, nos disponemos a conocer qué piensan los voluntarios sobre esta experiencia.
En cada una de las 37 ediciones previas de la JMJ, el país organizador ha buscado maneras de crear momentos memorables. En el caso de Lisboa, entre otros aspectos, se optó por formar un grupo llamado Ensemble23, el cual estaba compuesto por jóvenes de más de 20 países.
¿Qué fue Ensemble23?
Se trató de un grupo conformado por jóvenes de los cinco continentes, con ciertas inclinaciones artísticas, especialmente hacia las artes escénicas. Durante seis semanas, estos artistas se estuvieron preparando para presentarse en tres eventos centrales de la JMJ: Ceremonia de Bienvenida, Vía Crucis y Vigilia. A partir de la visión de Matilde Trocado y su equipo, tales presentaciones buscaron llenar los recintos de arte, un idioma universalmente hablado.
¿Cuál fue la experiencia de los jóvenes?
Cesi Car – Guatemala
«Fue inolvidable, siendo parte del Ensemble23, ensayando por seis semanas con jóvenes de 23 países diferentes que se volvieron familia, bailando aunque mi especialidad era el canto. Siempre quise ser artista pero estudié Ingeniería Química Industrial, y en el Vía Crucis fue el punto en el que me he sentido en una plenitud y todas las emociones de bien posibles, fue como la respuesta de Dios, para todo lo que habían sido los anhelos de mi corazón por mucho tiempo. Y sé que aún tiene más en su perfecto plan, lo sé.»
Anieti Mendie – Nigeria
«A través de ensayos, presentaciones y momentos de oración, nuestro vínculo como Ensemble23 se hizo más fuerte. Nos apoyamos mutuamente, nos animamos y nos convertimos en una verdadera familia. La experiencia me enseñó el poder de la unidad, la belleza de la unión de diversas culturas y el impacto del arte impulsado por la fe.
Actuar en el escenario fue un sueño hecho realidad, pero fueron los momentos intermedios (las risas, las lágrimas y los momentos compartidos de asombro, el encuentro con el Papa Francisco) los que realmente hicieron que la experiencia fuera inolvidable. Como miembro de Ensemble23, me sentí orgulloso de ser parte de una comunidad que utilizaba acciones dramáticas y danzas para inspirar, animar y alegrar a los demás. La JMJ fue una experiencia única en la vida que marcará para siempre mi corazón y mi alma.»
Valeria Soler – Puerto Rico
«De toda la experiencia, el momento más que guardo en mi corazón es cuando estábamos actuando la escena de la 14ta estación del Vía Crucis. El tema era el Miedo Futuro. Lo que teníamos que hacer es simplemente mover hacia adelante y hacia atrás. La coreógrafa nos dijo que pensáramos en algo que quisiéramos superar pero hay alguien que está jalando como si fuéramos marionetas.
Nosotros tenemos miedo de lo que va pasar adelante en nuestra vida pero si confiamos en Dios, todo se puede. Cuando concluimos, sentí que cumplimos con la misión de transmitir el mensaje del Vía Crucis. Al mirar el mar de gente, vi el cielo con colores de atardecer. Los ojos se me llenaron de lágrimas, porque vi el Reino de Dios abierto. Yo pensé en ese momento que sí hay posibilidad de llegar a esa eternidad y encontrarnos con Dios con los brazos abiertos.»
Renatta Gavilán – Chile
“Salvação, yo creo que esa palabra define todo lo que fue ser parte del Ensemble23 en la JMJ. Yo estaba estudiando aquí, en Chile, y un mes antes de que fuera aceptada había decidido tomarme un año sabático porque tenía dudas sobre mi futuro, cuando supe que había entrado al ensamble sentí que era algo que estaba preparado para mí, como que Dios me intentaba decir ve y anda, sé feliz.
Estando allá conocí a personas maravillosas y viví una experiencia inolvidable, encontré a una segunda familia que siempre llevaré en mi corazón. Encontré un mundo de arte que no pensaba conocer, y la oportunidad de compartir con el Papa Francisco, es algo que realmente jamás imaginé que pasaría, pero sí se dio.»
Laura Hernández – Colombia
«Especialmente, destaco una frase que dijo el Papa Francisco en la ceremonia de bienvenida: ‘en la Iglesia hay lugar para todos’; un día donde realmente sentí la unión de todos los que estábamos allí y el hambre de salir al mundo y ser testimonio para que conozcan el amor de Dios.
Resumir mi experiencia en un párrafo es muy difícil, pero si hay algo que me marcó el corazón fue empezar a ver a Dios en todo y en todos. Es imposible no ver lo extraordinario que Dios ha creado al conocer a muchas personas de diferentes partes del mundo, ver las multitudes juntándose por y para Dios y aparte vivir todo esto en un país tan espectacular como Portugal.»
Estos artistas aprovecharon sus talentos para transmitir el amor de Dios, ¿de qué manera usas tus dones para vivir tu fe?
