Tras poco más de un mes de su anuncio, Hit Me Hard and Soft, el nuevo álbum de Billie Eilish ha salido a la luz. El pasado viernes 17 de mayo, el disco fue publicado en todas las plataformas, incluyendo el video oficial del tema Lunch en YouTube.
Este era un proyecto que generaba mucha expectativa, pues, a diferencia de anteriores producciones, en esta ocasión no se liberaron sencillos previos al lanzamiento. Lo único que nos ayudó a darnos una idea de qué esperar fueron filtraciones tanto hechas por fans como por la propia cantante. Pero… ¿realmente el disco está a la altura de sus antecesores? Descubramos cómo es el nuevo LP de Billie Eilish.
Lo mejor de ‘Hit Me Hard and Soft’: la voz de Billie Eilish

Estamos acostumbrados a que la voz de Billie destaque en tonos agudos y tristes que desgarran el alma; melodioso fenómeno que vuelve a presentarse en este proyecto .
Desde la primera canción del disco, Skinny, nos podemos dar cuenta del talento que tiene esta cantante en todo lo que implica hacer música. En esta deliciosa balada, la cantante presenta una suave voz que parece susurrarnos al oído. Mediante esta genera una experiencia surreal, ecléctica, íntima, en la cual es imposible no conectar con el sentimiento que busca transmitirse.
Como ya es costumbre, la voz de Billie Eilish no tiene una sola falla. A lo largo del disco fluctúa entre diversos tonos que ayudan a ver el rango vocal que tiene la artista estadounidense. En el tema The Greatest, comienza en un tono suave, pero conforme avanza la canción pasamos a una voz más fuerte y mucho más sentimental. De forma similar a Happier Than Ever, aquí la melodía sigue a la cantante presentando una balada rock que se construye de a poco.
Pero es no es todo, pues aquí también apreciamos cómo el estilo vocal de Billie puede encajar en otros géneros. Esto se puede ver en Chihiro, un tema de trip hop donde la propia voz se convierte en un instrumento más, alejando al oyente de la letra y exigiéndole que se enfoque en los ritmos. En esta pieza también se escucha a una Billie mucho más relajada y tranquila, que disfruta más la vida.
En general, este disco es una prueba más de que Billie Eilish es una garantía tras un micrófono. Independientemente del tipo de música, la cantante puede dar su máximo sin fallar en una sola nota.
Un uso de géneros diverso
De la misma forma que en Happier Than Ever, su anterior álbum, en Hit Me Hard and Soft; Billie, junto a su hermano y productor Finneas, se adentra en distintos géneros musicales. Obvio que se mantiene en su clásica balada pop e indie, un gran ejemplo de ello es Birds of a Feather; pero la artista también apuesta por sonidos más arriesgados.
Aparentemente Billie se dio cuenta que el bossa nova no solo le quedaba muy bien, sino que también le gustaba a la gente. Gracias a ello, en este proyecto podemos apreciar canciones que incluyen elementos de este tipo de música. A veces utiliza estos sonidos solos, como en Bittersuite, y en ocasiones los mezcla con otros estilos.
Un tema donde se aprecia claramente esto es en L’Amour De Ma Vie, donde la canción comienza como bossa nova y conforme avanza se convierte en indie pop rayando incluso en pop ochentero. Esto ejemplifica a la perfección cómo ha evolucionado la industria musical, con los artistas mutando su sonido constantemente para mantenerse en tendencia.
Billie también se toma el tiempo de adentrarse en la parte más bailable de la música, presentando temas como Lunch y Chihiro, ambos con ritmos funky que recuerdan a Paramore e incluso a los Red Hot Chili Peppers.
La cantante hasta se adentra un poco al hip hop con The Diner. Tal vez no lo hace de la forma más explícita, pero la base tiene elementos del género en los 2000s como el ritmo lento y los discos rayados.
A través de todo el disco se presentan diversos estilos que entregan una experiencia musical entretenida. Durante sus poco más de 40 minutos de duración pasarás por muchos géneros que te mantendrán atento al proyecto. A veces te hará bailar, a veces te hará llorar, pero sin duda será un disco con el que pasarás un rato más que agradable.
El hilo conductor de Hit Me Hard and Soft

Al principio este disco puede parecer una simple recopilación de canciones, pero una vez llegas al final te das cuenta de es mucho más que eso.
Durante el LP hay temas que por si solos no tienen mucha fuerza, pero una vez se combinan con el resto o con alguna otra pieza en específico pueden llegar a ser mágicos. Un ejemplo de esto es Wildflower, una balada triste a las que Billie ya nos tiene acostumbrados. Por momentos el tema se siente repetitivo y hasta cierto punto aburrido, pero una vez termina y entra The Greatest te das cuenta de que el poder de Wildflower está en que el sentimiento de su sucesora aumente su alcance.
Pero la cosa no acaba ahí, ya que el verdadero significado de Hit Me Hard and Soft es una crítica a la industria musical contemporánea. Lo que Billie Eilish quiere con este álbum es presentar precisamente una experiencia musical diseñada para escucharse en su totalidad y no solamente un single más.
Con esto Billie quiere ir contra todo lo que propone la industria musical, de la misma forma que lo hizo al inicio de su carrera. Ella fue la encargada de liderar el cambio en el pop con nuevos ritmos, nuevos sonidos y una nueva personalidad; disrupción a la que ahora vuelve haciendo todo lo que se supone que no debes de hacer con un lanzamiento. He aquí por qué no hubo sencillos publicados antes de la publicación del disco o por qué apenas tiene diez canciones.
Me costó mucho llegar a comprender esto. Al inicio del álbum estaba dudoso sobre qué era lo que la cantante quería transmitir. Escuchaba la letra y, si bien todas hablan de amor, lo cierto es que no encontraba un hilo conductor. No fue hasta el final con Blue que entendí todo. Este tema es una recopilación de todo lo que nos ha presentado el LP. Tanto en ritmo como en letra, la canción recupera elementos de todas sus antecesoras para presentar un cierre único para un disco único.
¿Qué sigue para Billie Eilish?

“But when can I hear the next one?”
Frase con la que cierra ‘Hit Me Hard and Soft’.
Al inicio pensaba que este álbum no sería más que un entremés de parte de Billie, pero creo que me equivoqué. La frase con la que cierra el disco es una clara muestra de que este proyecto diseñado como un producto completo y complejo.
La cantante nos ha tenido acostumbrados a un nuevo LP cada dos o tres años, por lo que habrá que esperar para ver algo similar de su parte. Aunque seguramente nos deleite con unos cuantos sencillos mientras esperamos.
Billie Eilish está próxima a comenzar su gira homónima al disco, comenzando en Estados Unidos y posteriormente visitando Australia y Europa. Si bien todavía no hay fechas confirmadas para México, tras su exitosa visita en 2023, seguramente es solo cuestión de tiempo para que regrese a nuestras tierras.