Her: una atípica visión a las relaciones humanas

Título: Her (Ella)
Director: Spike Jonze
Año: 2013
Elenco: Joaquin Phoenix, Amy Adams, Rooney Mara, Scarlett Johansson
Guion: Spike Jonze
Duración: 126 minutos
Clasificación: B

El director estadounidense Spike Jonze vuelve con una visión de las relaciones humanas que se sale de lo convencional. Conocido por sus películas atípicas y provocadoras, Jonze trae a la gran pantalla otra inteligente exploración sobre la soledad del ser humano en Her.

Her cuenta la historia de Theodore (Joaquin Phoenix), un hombre que trabaja en una empresa que se dedica a escribir cartas ”hechas a mano” de amor y cariño para otras personas. Él se está divorciando de su esposa Catherine (Rooney Mara), a quien todavía ama. Su vida avanza monótonamente, interrumpida únicamente por los intentos de su mejor amiga Amy (Amy Adams) por conseguirle una cita. Un día Theodore decide comprarse un sistema operativo que posee inteligencia artificial y lo programa con una identidad femenina. Una vez instalado el sistema, éste se autonombra Samantha (Scarlett Johansson): una voz de computadora de la cual Theodore se enamora perdidamente.

Jonze nos introduce en un mundo totalmente frío y tecnológico en el que las personas carecen de interacción entre sí. Desde el trabajo del protagonista (escribir cartas de amor para desconocidos incapaces de expresar sus propias emociones) hasta las personas en las calles (todas en su celular u aparato portátil todo el tiempo) Jonze nos muestra la carencia de emociones y contacto humano en este mundo futurista no tan alejado de la realidad.

El frío universo carente de emoción que el director nos muestra en pantalla es inteligentemente contrastado por la dirección de arte, nominada al Óscar. Todos los colores en Her son vivos y alegres. La película, se puede incluso apreciar desde el cartel, está bellamente decorada y llena de color por todas partes. La ironía visual que genera este contraste entre la realidad que viven los personajes y la ambientación de su mundo hace que la frialdad de la sociedad sea aún más impactante.

Es en este mundo carente de emociones y afecto donde Theodore encuentra el amor en un sistema operativo. Samantha le ofrece al protagonista lo que nadie más puede: alegría por vivir. El guion, nominado al Premio de la Academia, lleva la relación entre Samantha y Theodore de manera bastante natural. Ninguno de los amigos de Theodore se burla o se escandaliza ante esta inusual relación porque, aparentemente, muchas personas tienen una parecida.

Pese a que todo suena descabellado, la manera en que la historia evoluciona se siente natural y plausible en este universo propuesto por Jonze, quien escribe todo de manera tan sutil que nada se siente realmente extraño. En un mundo tan egoísta, toda muestra de amor es bienvenida, incluso si este amor viene de una computadora. Ante la pregunta de Theodore a su amiga Amy de si está loco por enamorarse de una computadora, ella sencillamente responde: “Creo que todo el que se enamora está loco”.

La historia y sus personajes no hubiesen resultado nada creíbles sin buenas actuaciones, un reto para el cual los actores de esta película estuvieron más que capacitados. Joaquin Phoenix, tres veces nominado al Óscar a mejor actor, vuelve a mostrar su gran capacidad actoral. Puede que no muestre la neurosis y gama emocional que ha demostrado en otras películas (Gladiador, The Master), pero no por eso su interpretación es menos memorable. Phoenix nos lleva a creer que este hombre de verdad siente un profundo y verdadero amor por Samantha. La evolución que vemos en su personaje a medida que avanza la relación resulta creíble y la hace real para el espectador.

Amy Adams, quien recientemente protagonizó la galardonada American Hustle, interpreta a Amy: una mujer sola y ávida de compañía. A diferencia de Theodore, Amy no aleja a los que ama y siempre busca sacar a Theodore de la rutina en un intento por ignorar el hecho de que su vida es exactamente igual de monótona. Amy tiene la característica dulzura con la que Adams interpreta a sus personajes (Encantada, La Duda), pero también un halo de constante tristeza. Pese a su aparente alegría, Amy no está menos sola  y triste que Theodore.

Sin embargo, la mejor actuación de la película la provee Scarlett Johansson, quien interpreta a Samantha únicamente usando su voz. Es Samantha la que provoca empatía en el espectador. A través de únicamente el diálogo Scarlett expresa la gran gama de emociones de este complejo personaje: emoción por comenzar a vivir, curiosidad por todo lo que la rodea, frustración por no poseer un cuerpo y amor por el hombre que le ha enseñado todo. Con sólo su voz Scarlett hace de Samantha un personaje totalmente real y creíble, y lleva a  que la relación entre ella y Theodore se sienta verdadera. Si bien ésta es una aproximación distinta a lo que uno está acostumbrado cuando habla de actuación, eso no la hace menos meritoria.

Al final del día Her es, al igual que Being John Malkovich y Adaptation, un estudio sobre la soledad humana. En ella podemos apreciar una crítica de la interacción entre las personas en la actualidad y la frialdad de la sociedad. Que todo esto resulte además divertido e interesante se debe gracias al inteligente guion de Jonze, apoyado de fuertes actuaciones.

Nota: Her está nominada a cinco Premios de la Academia: mejor película, mejor guion original, mejor canción, mejor banda sonora y mejor diseño de producción.

Calificación: 4 estrellas de 4
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Jorge Espinoza Lasso