Un dicho popular asegura que los cambios siempre traen algo bueno, pero la nueva cara de la NCAA podría ser la excepción. Los problemas comenzaron cuando salió a la luz una investigación del FBI sobre distintos actos de corrupción realizados por asistentes de entrenadores universitarios para reclutar estrellas potenciales de basquetbol. Ante ello, Mark Emmert, presidente de esta asociación, declaró que no se quedarían con los brazos cruzados y preparó una serie de movimientos que han salido a la luz.
Ninguna de las propuestas ha sido aplicada, pero la polémica ya estalló. Aquí te presentamos un breve análisis de cada medida y sus posibles consecuencias, en caso de ser aprobadas por todas las cabezas, involucradas también la NBA, la National Basketball Players Association (NBPA) y hasta USA Basketball.
Agentes para jugadores en universidad y preparatoria
Año tras año se habla de las restricciones que tienen los basquetbolistas universitarios para generar ganancias con su imagen y juego, pero, en lugar de prestar atención a ello, se ha decidido priorizar el asunto de agentes. La organización ha indicado que atletas en universidades y jugadores “elite” de preparatoria podrán contar con uno de estos, pero no está claro qué beneficios traerán por las condiciones que se pretendan fijar.
Esta relación se podrá llevar a cabo fuera de la temporada -un momento en que no se puede hacer un análisis o trabajo profundo-, además, estos representantes tendrán que contar con una certificación, aún por definir, por parte de la NCAA. En resumen, los agentes y jugadores tendrán poco margen de maniobra.
Si hablamos de los que tendrán esta oportunidad previo a graduarse de la preparatoria, la situación está aún más regulada. La organización indicó que solo tener un agente, los que estén en su último año y que se ubiquen en lo más alto de un nuevo ranking. ¿Y quién será el que decida este posicionamiento? Sin consultar en ningún momento a USA Basketball, la NCAA sentenció que ellos serían la organización responsable de estas elecciones. En repetidas ocasiones, USA Basketball, a través de su CEO Jim Tooley, señaló que no estaría de acuerdo con tomar esas decisiones por completo, ya que solo tratan con poco más del uno por ciento de los jóvenes de la nación que juega baloncesto.
Además, el uso de representantes para preparatorianos se haría efectivo si la NBA y la NBPA deciden realizar el cambio para la edad mínima de elegibilidad, un caso que no se puede tratar hasta el año 2020 o 2021.
El tema final de este rubro es saber qué sucedería con los extranjeros, ya que en ningún momento se hizo mención a que esto aplicará tanto para jugadores estadounidenses como para los internacionales.
Jugadores no seleccionados podrían volver con sus equipos
Hoy en día se tiene claro que si un universitario toma la decisión de ir al NBA Combine y participar en el Draft correspondiente, se lo juega todo: no hay vuelta atrás. Para 40 de los 81 jóvenes no seleccionados en la última edición, su vida profesional entró a la página de agentes libres, mas eso podría dejar de suceder pronto.
Uno de los cambios drásticos anunciados sería que este grupo tendría la opción de volver a su alma mater siempre, y cuando lo haga, a más tardar, el día siguiente al cierre del Draft. Y como puede ser un enorme beneficio, también hay que ver los problemas potenciales, señalados por Jon Calipari, head coach de Kentucky:
Previo a pasar a los temas económicos, veamos las complicaciones en la duela. ¿Cómo le dices a tu jugador que se quería ir que ya no hay en espacio en el equipo para él? ¿Cómo le explicas que las 12 becas disponibles para el equipo ya fueron entregadas? Si lo tomaran de vuelta, ¿qué le dices al jugador de primer año que ya había cumplido el sueño de tener un lugar en el equipo? Las respuestas no están claras.
Adicional a esto, el factor dinero es clave. Programas como el de Kansas, Duke, North Carolina y el del mismo Kentucky no tendrían problema en seguir el tratamiento de pagar la educación de jugadores que vuelvan, como ha sido propuesto, pero, ¿cuál sería la situación para las escuelas con un presupuesto corto? La NCAA ha mencionado que tendrán un fondo especial para ellos. ¿Será este suficiente para un aproximado de 200 o más centros educativos de los 351 de División I?
Cambios en el calendario de reclutamiento
Se trata de uno de los puntos con un impacto más fuerte, si no es que el mayor, en estos cambios del reglamento. De tener múltiples eventos de exhibición en julio por parte de las compañías deportivas como Nike, Under Amour, Adidas, donde se mezclaban equipos con promesas de diversas escuelas, la NCAA ha tomado la decisión de reducir ello a un fin de semana y ceder al mes de junio el protagonismo.
Pero este mes tampoco será para las marcas, pues será la misma organización colegial que organizará sus propios campamentos regionales. Aquí se mantendrán los equipos de cada preparatoria y no se permitirán los combinados.
Si esto llega a canalizarse, jugadores fuera del top 50 sufrirán para hacerse notar y la situación para los entrenadores será igual de complicada. En vez de poder observar cómo se adaptan los chicos a un nuevo equipo, los coaches verán lo que siempre encuentran en los videos: los chicos jugando en su mismo ambiente; por parte de los jugadores, los que no sean prospectos, tendrán la difícil tarea de darse a conocer, porque en el único fin de semana de eventos de julio, todos querrán ver a los mejores, y las invitaciones serán pocas. Sus mejores opciones serán otros eventos privados, pero las probabilidades de que una universidad poderosa se presente disminuyen.
¿Qué hizo la NCAA?
Cuando se presentó la investigación del FBI, se creó la Commission on College Basketball comandada por Condoleezza Rice para hacer un plan de sugerencias a seguir.
¿Cuánto tiempo tendrá Rice realmente involucrada en este mundo? Para analistas como Myron Medcalf, de ESPN, y Ricky O’Donnell, de SB Nation, la decisión no fue la mejor pensando en que hay personajes más adentrados en el tema que la diplomática de Alabama.
Por el momento, los cambios administrativos aceptados le otorgarán el poder a la NCAA de obligar a todos sus miembros a cooperar siempre que se presente una investigación, además de que se podrán aceptar informes independientes para agilizar los procesos. A su vez, antes no tenía el poder de aplicar sanciones, pero está cerca de tener las capacidades de aplicar un importante poder disciplinario.
Ante ello, distintos entrenadores, como ya vimos con Calipari, no están nada contentos ni preocupados, hasta el mítico Mike Krzyzewski, actual entrenador de Duke no tiene clara la situación: “Todo esto se está realizando con una buena intención, pero no está nada coordinado. Estoy siendo crítico con la coordinación y su implementación, el proceso de poder alcanzar todo y hacerlo real”.