FKJ es conocido por experimentar con la música, sus canciones suelen ser melodías de jazz, soul y blues; un músico que se da el espacio y tiempo para conocer todos los instrumentos y emociones que quiere demostrar. Con su último álbum, French Kiwi Juice nos crea un ambiente pandémico, con emociones de confusión, intimidad y tranquilidad. Lo que el músico francés hizo en este proyecto fue entregarse a las emociones que sentía durante la pandemia y recordar a su versión más inocente, el momento en el que su único nombre era V I N C E N T.

Un descanso del ajetreo

Cuando el músico compuso este álbum se encontraba en una casa en Los Angeles, cuando escuchó que el COVID-19 estaba cerca, esto hizo que llevara el concepto de inocencia a una casa en el Sureste de Asia. 

Una casa amplia llena de instrumentos, rodeada de árboles y vientos de verano fue lo que ayudó a que existiera este álbum. La ansiedad, confusión e incertidumbre eran inevitables; FKJ había vivido libre toda su vida y debido a la pandemia, tuvo que volver a vivir con restricciones y cuidados, tal y como cuando era niño… Recordó a ese niño llamado Vincent Frenton y decidió crear un álbum sin preocuparse en reglas, fingió no saber nada como cuando era niño y puso en acción sus manos.

Este álbum comienza con Way Out, una canción que inicia con piano y unas puertas abriéndose, la melodía en forma de jazz comienza a llevarte tranquilamente a través de los susurros del cantante. Se escuchan pisadas cansadas de fondo, una respiración ansiosa que se acelera con el sonido del violín. Way Out es la palabra que se repetirá durante toda la canción, una que te invitará a dejar atrás toda esa ansiedad y sentimientos de pesadez para entregarte a la música y al ritmo del French House (género de música electrónica derivada del House) que está por venir.

Ritmos y sensaciones en otro nivel

FKJ nunca ha dejado de improvisar musicalmente, pero con este álbum creó nuevos ritmos y nuevos recuerdos. La segunda canción del disco se titula Greener y es una colaboración con el guitarrista mexicano, Santana. Vincent escuchaba la música del guitarrista desde que era pequeño y que mejor forma de recordar esos sentimientos de niñez que a lado de uno de tus músicos favoritos. Greener fue una mezcla de improvisaciones por parte de ambos artistas. FKJ creó una base que le sirvió de escenario a Santana para deslumbrar a todos con sus armoniosas cuerdas y su estilo único.

Después de gozar la sensualidad de la guitarra, te lleva a otra sensación agradable y es la vibración del saxofón en Us, una canción que gracias a las percusiones y viento del saxo, puede crear un ambiente agradable y relajante. Con este álbum podemos concluir que es un álbum creado por la pandemia, los instrumentos retratan las sensaciones que vivíamos esos años encerrados; un verano caluroso y subjetivo que a pesar del tormento que provocó supo sanar y llevarnos a una relajación inexplicable.

Una delicia musical

Little Dragons fue uno de los artistas que colaboraron con FKJ. Una sinfonía creada por las voces de Vincent y Yukimi Nagano, que juega con instrumentos de cuerda que le dan una cama suave de sonidos relajantes. Y no hay que olvidar mencionar la canción que pareciera ser traída del cielo, y esto es gracias a la angelical voz de ((( O ))), pareja de FKJ. La canción suena como una canción de cuna acompañada de campanas y sonidos fantásticos.

Este músico siempre ha creado música única, un viaje entre el tiempo como muchos dirían. El jazz, blues y soul bailan en los oídos de quienes escuchan la música de FKJ. Lo que diferencía a este álbum de los demás puede ser la forma en la que lo produjo, un momento llenó de emociones y un cuarto solo para improvisar con instrumentos Un recuerdo de infancia retratado como una delicia auditiva.