Durante el primer seminario de Comunicación Política, Diario UP conversó con Yago de Marta, orador y consultor español, para conocer más a fondo acerca de la improtancia del discurso y la persuasión dentro del mundo de la política. Esto fue lo que nos comentó:

Pregunta: Hola, muy buenas tardes. ¿De qué manera se pueden transmitir las sensaciones, las imágenes, de modo que un político se distinga del resto?

Respuesta: Lo que de verdad marca la diferencia es que las personas pasen de hablar del modo de lo sistemático, de lo rígido, a un modelo conversacional donde la personalidad tome más potencia y por tanto cada conversación sea completamente diferente. Eso nos hace más creíbles, nos hace más recordables y muchísimo más identificables. Es como si nosotros fuéramos a un supermercado y viéramos todos los productos iguales: nos costaría mucho diferenciarlos. Para creer en un producto, para elegir ese producto, tiene que parecernos diferente.

P: ¿Cuál es la principal recomendación para que el mismo sea discurso sea diferente cada vez que repite?

R: Primero, utilizar un modelo de conversación. Segundo, la energía y el entusiasmo. Cuando se habla con energía y entusiasmo tu estilo se apodera del discurso y cada instante tiene matices diferentes. Esos matices son lo que provoca que haya cambios de ritmo, de volumen y de intensidad. Eso provoca que las personas recuerden el discurso mejor y lo puedan replicar con mayor exactitud.

P: ¿Qué es lo que se debe hacer con esa minoría que no se logra convencer?

R: Hay muchas maneras de captar a la gente. Lo primero es que cuando hablas más claro, las personas, aunque no quieran, procesan tan fácil la información que va entrando en su cabeza y se va depositando. Cuando acaban de escucharte tienen todo tan claro que el mensaje forma parte de ellos y no se lo pueden sacar. En cambio, cuando hablamos complejo o difícil, cuesta tanto que las ideas entren que las personas se mantienen ajenas del discurso.

P: ¿Cuál es la importancia de un discurso dentro de una campaña política?

R: Un discurso te puede hacer perder una campaña pero difícilmente te hará ganar una campaña. Lo que sucede es lo siguiente: cuando nosotros juzgamos si un político es un líder lo hacemos por cómo habla. No sabemos cómo maneja su mesa o cómo gestiona sus asuntos, lo único que tenemos es su manera de hablar. Es la única referencia que tenemos de un político y por lo tanto, el estilo de hablar define cómo nos es percibido.

Valeria Ordóñez