Se estima que hubo aproximadamente 12 civiles muertos y unos cinco heridos en 2021, como resultado de operaciones militares por parte del ejército estadounidense.

El Pentágono ya había reconocido su responsabilidad en la muerte de 10 miembros de la misma familia en una retirada caótica de Afganistán a finales de agosto de 2021. 

Informe sobre el ejército estadounidense

El documento especifica que un civil fue asesinado en un ataque estadounidense realizado el 8 de enero en Herat, y otro más el 11 de agosto en Kandahar. Dos civiles también resultaron heridos el 18 de enero en esta última población.

Además, el ejército estadounidense reconoció haber herido a tres personas el 1 de enero en una operación en Qunyo Barrow, Somalia. 

El Pentágono también actualizó las cifras de los años 2018 al 2020, reconociendo diez muertes y dieciocho heridos adicionales en Siria.

Ataques por parte del ejército estadounidenses

Organizaciones no gubernamentales publican por lo general cifras mucho mayores de las víctimas mortales y de los heridos de ataques estadounidenses en zonas de conflicto.

La ONG Airwars recopila las muertes por ataques aéreos en todo el mundo. Estimó en su informe anual que entre quince y veintisiete civiles fueron asesinados en Siria por el ejército estadounidense.

El secretario de Defensa de Estados Unidos, Lloyd Austin, urgió al ejército a hacer más para evitar la muerte de civiles en los ataques aéreos. 

Veinte años de intervención

La intervención militar de Estados Unidos en Afganistán comenzó en octubre de 2001 con el objetivo de combatir a los terroristas de Al Qaeda. 

El objetivo de Estados Unidos es transformar el Estado con seguridad en Afganistán para evitar el regreso de los talibanes y que pudieran dar apoyo a grupos terroristas. Sin embargo, de acuerdo con los indicadores de desarrollo humano del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo sigue siendo un Estado débil.