El Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM), ubicado en Texcoco, empleó minas de tezontle y basalto en su proceso de construcción. Más de la mitad de estas minas resultaron ser ilegales.

El contexto

La operación de estos yacimientos se dio en el periodo del 2016 al 2018. En cuanto a su construcción, más de 45 mil trabajadores fueron los encargados de la misma.

Así, mediante marchas forzadas, se emplearon el basalto y el tezontle para elaborar las estructuras y las pistas del NAIM.

El tezontle y el basalto fueron los materiales elegidos debido que estos permitieron la forma de “X” con la que la central fue diseñada.

Además, este diseño se encargaría de que las pistas no se hundieran con facilidad, debido a que el aeropuerto se encuentra en la zona del lago de Texcoco.

Trabajando de más y sin permiso

Las vetas se situaban alrededor del NAIM, concretamente en 24 municipios circundantes a este. A través de estos, 26 minas se encontraban distribuidas para, ilícitamente, encargarse de la construcción del aeropuerto.

Estas minas funcionaron sin autorización o permiso de la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat). Tampoco contaban con validación por parte de la administración del Estado de México. 

Así, sin siquiera validación gubernamental u oficial, cerros fueron explotados, incluso más allá del límite autorizado por tal proceso. Las minas se encargaron de convertir estos cerros en cráteres con tal de llevar a cabo el NAIM.

¿Las zonas arqueológicas no importan?

Además, no fue tomado en cuenta que en estos cerros se encuentran zonas arqueológicas. A pesar de que las mismas son resguardadas por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), estos espacios arqueológicos resultaron dañados.

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Ni el medio ambiente ni nosotros nos salvamos

Sin embargo, no sólo fueron perjudicadas estas zonas arqueológicas protegidas, ecosistemas fueron destruidos hasta ser convertidos en “desiertos estériles”, de acuerdo al periódico El Universal.

En cuanto al impacto humano, las enfermedades respiratorias se vieron en la alza, al igual que la delincuencia y la inseguridad. Incluso se reportaron algunos conflictos y litigios entre vecinos.

En resumen, aproximadamente tres millones vieron su estado y calidad de vida vieron mermado.