¿Alguna vez has oído hablar sobre Go? El milenario juego de mesa chino con más de 3 mil años de antigüedad es uno de los más complejos que lo ha llevado a ser considerado como una de las cuatro bellas artes orientales.

A pesar de que casi no es conocido en occidente, ha sido un excelente pretexto para poner a prueba la habilidad de estrategia del hombre contra la tecnología, que se jacta de haber creado.

Durante la semana del 9 al 15 de marzo de 2016, el mejor jugador de Go del mundo en ese entonces, era el coreano Lee Se-Dol, quien se enfrentó a un sistema que se controla a través de inteligencia artificial: AlphaGo, que forma parte del programa DeepMind de Google.

¿Qué es AlphaGo?.

Para tener una idea más clara de la trascendencia del evento hay que saber un par de cosas. El proyecto se desarrolló para probar qué tan bien una red neuronal artificial, por medio del Deep Learning o Aprendizaje Profundo podría aprender a jugar Go.

Dicho sistema propone que las dinámicas de aprendizaje del cerebro poseen una organización similar a las redes utilizadas en los modelos del DeepMind. El objetivo de esta tecnología es “resolver la inteligencia”, la cual están tratando de lograr mediante la combinación de “las mejores técnicas de aprendizaje automático y Neurociencia de Sistemas” para construir potentes algoritmos de aprendizaje de propósito general.

AlphaGo, Imagen: newsvideo.su

¿Por qué probar la capacidad de este sistema con un juego de mesa?

Go consiste en depositar 361 fichas blancas y negras sobre un tablero de 19×19 casillas para intentar dominar el mayor número de espacios. Por su complejidad, este juego de mesa está reservado para los mejores jugadores del mundo, que suelen ser niños prodigio o gente especialmente inteligente.

Por esta razón Go se considera un juego mucho más complicado de ganar para una Inteligencia Artificial en comparación con otros juegos como el ajedrez, debido al mayor número de posibilidades. 

Go, el juego milenario. Imagen: nihonshock

Una anécdota: un apasionado jugador de Go fue Jorge Luis Borges, quien escribió en 1981 en su libro la Cifra, el siguiente texto:

“Hoy, 9 de septiembre de 1978,

tuve en la palma de la mano un pequeño disco

de los trescientos sesenta y uno que se requieren

para el juego astrológico del Go,

ese otro ajedrez del Oriente.

Es más antiguo que la más antigua escritura

y el tablero es un mapa del universo.

Sus variaciones negras y blancas

agotarán el tiempo.

En él pueden perderse los hombres

como en el amor y en el día.

Hoy, 9 de septiembre de 1978,

yo, que soy ignorante de tantas cosas,

sé que ignoro una más,

y agradezco a mis númenes

esta revelación de un laberinto

que nunca será mío”.

De hecho también existe una película documental sobre esta gran historia llena de tecnología y destreza, a continuación te mostramos el tráiler.

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