Balenciaga es una de las casas modistas más importantes de nuestros días, sin embargo, el comienzo nunca es fácil y este personaje del mundo de la moda no es la excepción. La alta costura o Haute Couture no hace diseños para todos, son diseños sofisticados con un proceso de confección muy específico y puntual. 

Los primeros años 

Cristobal Balenciaga nació en Guipúzcoa, España en una familia católica y de clase baja. Su padre era pescador y murió cuando el pequeño Balenciaga tenía 11 años de edad, por lo que su madre costurera se vio obligada a hacerse responsable de la carga económica para poder mantener a flote a su familia. 

El diseñador español era el menor de cinco hermanos y en sus primeros años hacía bocetos de diseños que vivían en su imaginación. A los 13 años conoció a la marquesa de Casa Torres, abuela de la Reina Fabiola de Bélgica quien después de ver el talento al reinterpretar uno de sus vestidos. Ella se convirtió en la mecenas del joven español. 

Fue entonces que Cristobal comenzó a educarse en cuanto a la moda, asistiendo a escuelas de diseño prestigiosas en San Sebastian, en donde también empezó a tratar con gente de estratos sociales más altos. 

Balenciaga abrió su primer taller en 1917 con la ayuda de las hermanas Lizaso, y que tuvo una muy buena acogida entre la clientela aristocrática y real. Tanto fue su éxito que en 1919 abrió su segundo taller en San Sebastián, llamado Eisa en honor a su madre. En 1924, decide abrir sus primeras tiendas en las ciudades capitales españolas Madrid y Barcelona. 

[instagram instagram_id=»B9mLeQ0H4u0/?utm_source=ig_web_copy_» instagram_title=»0/?utm_source=ig_web_copy_lin»]

La capital de la moda 

Después de que estalló la Guerra Civil Española, el diseñador español se vió obligado a cerrar sus tiendas, por lo que se fue a París y estableció su imperio ahí. Un imperio en el desarrollo volúmenes y la reinterpretación de su tradición española, líneas limpias y puras y la comodidad que éxito en la ciudad del amor marcó la moda entre los años 40 y 60.

En 1968, la alta costura empezaba a hacerse a un lado para cederle paso al prêt-à-porter. Un movimiento rechazo por completo por el diseñador vasco y que supuso su retirada en el mundo de la moda tras 50 años en activo.

Balenciaga destacó por su destreza en la costura, algo que no era tan común para los diseñadores de la época, que llevaban a cabo sus diseños en papel pero no los desarrollaban más allá. La misma Coco Chanel afirmó  «único de nosotros (los diseñadores de alta costura) que es un verdadero costurero».

[instagram instagram_id=»CEUbbXlnnJc/?utm_source=ig_web_copy_» instagram_title=»c/?utm_source=ig_web_copy_lin»]

Balenciaga sin duda mantiene una gran reputación y muestra de ello es sus influencias artísticas. Desde el inicio se inspiró en el arte cubista de pintores como Picasso y otras corrientes y obras como Goya de Velázquez.